El problema que tenemos los palestinos con la izquierda sionista
Gil Naamati es un joven de 23 años que vive en uno de los kibutzs construidos sobre las ruinas de un pueblo palestino destruido, cuyos habitantes fueron expulsados por las bandas sionistas durante la mal llamada al-Naqba ["La Catástrofe"] de 1948. Naamati procede de un país europeo. Su familia llegó a Palestina, se asentó en una tierra que no es la suya y respiró un oxígeno que no le pertenecía. Hizo el servicio militar y, como tantos jóvenes israelíes, participó en la represión de los palestinos en los Territorios Ocupados desde 1967. Terminó el servicio militar hace un mes, aunque sigue sirviendo como reservista. Pero según los criterios israelíes Naamati tiene ideas de izquierda. Este soldado reservista, que participó hasta hace muy poco en los crímenes de la ocupación, se opone al "Muro Separación" racista [1]. Por esta razón el viernes pasado acudió al pueblo palestino de Masha para participar en la manifestación en contra de su construcción.
Naamati se situó al otro lado del Muro, frente a los soldados de la ocupación dispuestos a disparar sobre los manifestantes. La democracia "a la israelí" no soporta un fenómeno de este tipo. El joven israelí resultó herido por el fuego disparado por los soldados de la ocupación y fue transportado, en un estado extremadamente crítico, al hospital. Ayer, domingo [28 de diciembre], la prensa israelí informó de que su estado de salud mejora de forma constante y que su vida no corre peligro.
Héroe israelí
Lo sorprendente de todo esto es que de la noche a la mañana el joven se haya convertido en un verdadero héroe en Israel. Los periódicos israelíes y los demás medios de comunicación informaron de la historia en sus detalles más nimios e insistieron en el hecho de que un comité de Asuntos Exteriores y de la Seguridad (dependiente de la Knesset [Parlamento israelí]) va a mantener una reunión extraordinaria para discutir el asunto. Los periódicos también entrevistaron a representantes de lo que se denomina "la izquierda sionista israelí". Pero antes de analizar sus palabras hay que señalar lo que el padre de Naamati declaró al periódico Ha'aretz (puesto que consideramos que la casa es la primera escuela): "Contrariamente a las declaraciones del ejército, la cara de mi hijo no estaba enmascarada sino que era bien visible. No cortó el alambre de espino del Muro. Le dispararon con premeditación, con balas reales. No dispararon balas de goma o bombas lacrimógenas, sino balas reales". Y aquí vienen las declaraciones que nos interesan: "Los soldados sabían que estaban disparando a un judío y a un israelí, como ellos".
¿Qué se puede pensar de las palabras del padre que nos indica la manera de pensar de la izquierda sionista? El padre parece querer decir: "si hubiera sido árabe palestino habría sido legítimo dispararle", pero, y esto es lo que más le irrita, "los soldados sabían que el joven que había escalado la valla es judío e israelí". Por lo tanto, la importancia de la cuestión reside, según el padre, en el hecho de que los tiros se hayan producido a pesar de que los soldados sabían que la persona a la que podía matar no era un palestino. El asesinato premeditado de un palestino se ha convertido en una moda israelí aceptada por la derecha israelí y comprensible según la "izquierda sionista". Según esta forma de pensar el hecho de que un soldado israelí dispare contra un judío supera todos los límites. Porque son, según ellos, un pueblo civilizado mientras que los asesinatos son una especialidad de los palestinos.
Cuando la resistencia palestina liquida a un traidor que trabaja para la ocupación, la opinión pública israelí se moviliza para apoyar a la justicia (según ellos la definen) y llega a la conclusión de que los palestinos son unos asesinos.
Esto nos lleva a otra pregunta: ¿habría hecho lo mismo Israel si el herido se llamara Ahmed o Mahmud, habitante del pueblo de Masha? La respuesta es, evidentemente, no. El ejército de ocupación comete cotidianamente masacres en la Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza y mata a niños y a civiles indefensos, mientras que la izquierda israelí vierte sus lágrimas de cocodrilo sobre estos mártires cuya noble sangre purifica las tierras de nuestro precioso país.
Un problema difícil de resolver
Pasemos de lo privado a lo público: el presidente del partido Laborista (en la oposición), el diputado Shimon Peres, premio Nóbel de la Paz y héroe de la célebre masacre de Qana en 1996, telefoneó personalmente al padre del joven israelí. Le dijo que este asunto es muy grave y que no estará tranquilo hasta que una investigación ofrezca sus principales conclusiones. El ex ministro de Educación, el diputado Yussi Sarid, del partido Meretz, que se considera parte de la izquierda israelí, precisó que "si en el ejército israelí las cosas son de este modo, no es de extrañar que se extienda el fenómeno de la negativa a servir y el de la negativa a obedecer las órdenes de los oficiales". Siempre según la prensa israelí, los representantes de la izquierda israelí han advertido del extremo peligro que este acto representa para la democracia de Israel. Por lo que se refiere a nosotros [los palestinos], estamos completamente de acuerdo con esta manera de presentar las cosas porque Israel es democrático para los judíos y judío para los árabes.
Esta izquierda que ha encontrado socios en el lado palestino (para llegar a los derrotistas "Acuerdos de Ginebra" [2] y a lo que se denomina el "Documento Nuseibbeh-Ayalon para el final del conflicto palestino-israelí" [3] que abandonan el sagrado Derecho al Retorno [4]) es la izquierda nacionalista israelí que trata de encontrar una solución a la causa palestina sobre la base de la conservación del Estado de Israel como Estado para los judíos y no según el reconocimiento de los derechos históricos del pueblo palestino reconocidos por la legalidad internacional. Esta izquierda coincide con el padre de Naamati que dijo "le dispararon aunque sabían que era judío israelí". Añadir el término judío a estas palabras no carece de sentido: según esta manera de pensar, si se tratara de un árabe israelí, es decir, de un palestino del interior [de la Palestina ocupada en 1948], este izquierdista israelí habría comprendido la situación. También es legítimo matar a los palestinos del interior. Durante el levantamiento de octubre de 2000, 13 jóvenes árabes [palestinos] de las zonas de 1948 cayeron mártires a consecuencia de los tiros de las fuerzas de seguridad israelíes. Desde esta fecha a hoy, otros 17 han caído bajo las balas de la policía de Sharon [en el interior de Israel].
El 1 de diciembre me desplacé a Ginebra para cubrir las ceremonias de la firma de los "Acuerdos de Ginebra". Vi allí muchas cosas extrañas. Lo que más me sorprendió fue la presencia del ex presidente del Shapak -el aparato de la seguridad pública [israelí]- Abraham Shalom, que en 1984 ordenó el asesinato de dos jóvenes palestinos detenidos durante el secuestro de un autobús en el sur de Israel. Shalom se ha convertido de pronto en una paloma de la paz.
También vi allí a un nuevo izquierdista israelí, el oficial Elik Roon, jefe de la zona norte de la policía israelí durante el levantamiento de octubre de 2000 y responsable directo de la muerte de trece de mis compatriotas. Así son ellos: nos asesinan y más tarde se convierten en hombres de paz, no sólo según los varemos israelíes sino también según la lógica de Yasser Abed Rabbo y el grupo de Ginebra que les apoya.
¿Por qué estar resentidos con la izquierda israelí cuando el coronel Zuhair al-Manasrah, ex jefe [palestino] de la seguridad preventiva en Cisjordania, declara durante el carnaval de Ginebra que el ex jefe del Estado Mayor del ejército de ocupación israelí, Ammon Lipkin Shahak, es su camarada y amigo? Para que lo sepa el señor el-Manarash, el general Shahak -que es uno de los promotores de los "Acuerdos de Ginebra"- participó activamente en la liquidación en Beirut de los dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) durante la célebre operación Verdun en 1972. Él es, según informes extranjeros, el jefe del comando militar israelí elegido para eliminar en Túnez al mártir Abu Yihad. Su balance en sangre palestina es abrumador.
Nuestro problema con lo que se denomina "izquierda israelí" es difícil de resolver. Esta izquierda es quien ha edificado las colonias de asentamientos de ocupación en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Por ello no nos sorprende la batalla de Yossi Beilin, jefe de la delegación israelí en Ginebra, por conservar las colonias en Cisjordania dentro de su proyecto definitivo del [fin del] conflicto árabo-palestino. Beilin fue educado y creció en el seno de partido Laborista, que fue el primero en poner en marcha el proyecto expansionista colonial en los territorios palestinos ocupados durante la agresión del 4 de junio de 1967.
Notas de CSCAweb:
1.Véase en CSCAweb: El 'Muro del Apartheid’ en Palestina y enlaces relacionados
2. Véase en CSCAweb: Comunicado de al-Fatah sobre los "Acuerdos de Ginebra": 'Retorno, primero; paz para dos naciones en un solo Estado, después' y enlaces relacionados
3. Ami Ayalon, ex director del Shin Bet, los servicios de inteligencia interior de Israel y Sari Nuseibbeh, intelectual palestino de Jerusalén, que fuera rector de la Universidad palestina de al-Quds y posteriormente nombrado presidente de la Casa Oriental de Jerusalén por la AP, firmaron el 27 de julio de 2003 una denominada "Declaración de Principios" de 6 puntos que pretendía sentar las bases para un acuerdo palestino-israelí. El efecto de tal declaración fue masivamente contestado por los palestinos del interior de los Territorios Ocupados y del exterior, muy particularmente, por los refugiados, pues el documento renunciaba al Derecho al Retorno al proponer que los refugiados palestinos solo podrían regresar al "Estado palestino" y "los judíos" [de todo el mundo] al Estado de Israel. Previamente, Nuseibbeh había sido duramente criticado en medios políticos, organizativos y populares no oficiales palestinos y árabes cuando en octubre de 2001 anunció ante los medios de comunicación israelíes e internacionales "una nueva línea de flexibilidad por parte palestina" en los temas esenciales relativos al conflicto palestino-israelí. Véase en CSCAweb: Defender los derechos nacionales palestinos y su legitimidad internacional: Declaración pública de instituciones populares, organizaciones y sindicatos palestinos. La Declaración de Principios Aylon-Nuseibbeh puede verse en inglés en http://domino.un.org
4. Refugiados palestinos: El desalojo sionista de Palestina | Los "Acuerdos de Ginebra" atentan contra el consenso nacional palestino: Comunicado de las organizaciones sociales deGaza contra los "Acuerdos de Ginebra" | Declaración Final del IV encuentro anual de la Coalición por el Derecho al Retorno de los palestinos | Los Acuerdos de Ginebra y el Derecho al Retorno: la opinión de los refugiados palestinos