Bloque desobediente en Sevilla
Un bloque desobediente, armados con un tanque, timbales, malabares y zancos, interrumpieron la normalidad de la aborregada manifestación contra la guerra.
A eso de las 11 de la mañana, mientras el Foro Social hacia su marcha legalizada desde San Jerónimo hasta el punto de partida de la manifestación en la Plaza Nueva, la marcha de desobediencia civil atravesó el casco histórico recogiendo gente desde San Luis cortando el tráfico de forma ilegal. Una vez en el Ayuntamiento se unió a la marcha, con pancartas de "sí a la guerra" y dirigidos por un zancudo Tío SAM lanzando proclamas a Estados Unidos y rodeado por militares de uniforme.
Dado que la manifestación era de por sí bastante cínica (la presencia del PSOE lo atestigua), decidimos ser los mas cínicos de la manifestación. Conforme avanzaba el día, la marcha desobediente desgajó involuntariamente la manifestación en dos, dado que gran parte de la gente joven se unió espontáneamente a nuestro "reclamar las calles". Cuando pasamos por la sede del PP una lluvia de gritos, insultos y algún que otro huevo llovió sobre la misma y los antidisturbios que la protegían.
Cuando nos acercamos a la Plaza de España donde terminaba la manifestación, nuestro bloque se separó definitivamente de la gran pantomima para dirigirnos al Consulado de EE. UU. en actitud desobediente, y algunas personas decidieron seguirnos. El grupo seria de algo mas de 200 personas (un grupo variopinto formado por anarquistas, ecologistas, estudiantes extranjeros, ocupas,) y nada mas salir de la manifestación numerosos furgones de los antidisturbios empezaron a rodearnos. Contando con un buen conocimiento de la zona conseguimos evitar a la policía hasta llegar al consulado, algunos secretas que nos siguieron fueron abucheados. Una vez enfrente de la embajada se cortó el Paseó de las delicias, lo que unido a los numerosos cortes de la otra manifestación en Menendez Pelayo y en la Puerta de Jerez debió dar no pocos quebraderos de cabeza a la policía municipal.
Allí nos quedamos una hora y media hasta que la gente empezó a irse. Cuando no quedábamos muchos los antidisturbios aprovecharon para empezar a bacilar y amedrentar a los que allí permanecían. Empezaron a llegar más y más furgones, nos echaron hacia la acera y empezaron a quitarles las cámaras a los fotógrafos. Quedaban allí unas sesenta personas e igual o superior numero de antidisturbios. Estos lanzaron un ultimátum. La concentración era ilegal y teníamos dos minutos para disolvernos. Como sí en tiempos de paquito estuviéramos no podíamos ni estar reunidos en la acera. Algunos se fueron, otros se quedaron por orgullo y otros nos quedamos por no dejar a tras a ningún compañero.
La policía cargo brutalmente contra el grupo, apaleando a diestro y siniestro, algunos armados con escopetas empezaron a disparar pelotas de goma a quemarropa. Los que caían y rodaban por el suelo, eran pisoteados y apaleados, alguno incluso callo al río por la violencia de la carga. Algunos intentaron defenderse y acabaron peor. Nos persiguieron hasta el parque de Maria Luisa donde consiguieron acorralar a un pequeño grupo con el que se despacharon a gusto. Allí retuvieron a alguna gente, y un pequeño grupo de manifestantes se consiguió reagrupar para ver si podían hacer algo por los detenidos. Al final solo se llevaron a una mujer que fue puesta en libertad algunas horas después. Hubo muchas personas con contusiones pero ningún herido de seriedad. Según la policía fuimos nosotros los que les atacamos, por supuesto.