Un concierto, amparado por los políticos y fuerzas represivas, reúne a más de 300 neonazis.
Un grupo de personas comunicó el rumor, el jueves 25, al delegado de gobierno que afirmo "de ser cierto será prohibido". Cosa que no sucedió. Es más, los neonazis estuvieron en todo momento escoltados por la guardia civil que no interrumpió el desarrollo normal de las actividades programadas que son, a todas luces, apología del nazismo.
Alrededor de 300 neonazis, incluso más, llegaron de diferentes partes del Estado.
Así mismo, se convoco, con carácter de urgencia, una concentración para el viernes 26, día antes del concierto, para manifestar la repulsa a este tipo de actos racistas. A la concentración acudieron alrededor de 120 personas entre ellas inmigrantes y del colectivo Gay.
El domingo León amanecía con muchas paredes que hablaban contra el Nazismo y todo lo que representa.
Los medios locales, tras el concierto, no han denunciado la actitud del delegado de gobierno y han planteado el concierto "como un incidente que no desagrado a la gente del pueblo".