En Honduras, huelga general ya para derrocar a Micheleti, títere del gobierno de Obama
1.- El lunes 21 de Septiembre, Manuel Zelaya el presidente constitucional de Honduras, que fue expulsado del país por un golpe cívico- militar, ha resuelto volver a Honduras y se ha refugiado en la Embajada de Brasil, a tres días del hecho la embajada ha sido rodeada por el Ejército y la policía golpista, cortando la Luz y el agua, y ha impuesto un toque de queda desde las cuatro de la tarde hasta las 7 a.m.. Se ha acallado a los pocos medios de comunicación opuestos al golpe y se ha organizado puestos de control en las carreteras de ese país para impedir que el campesinado y los trabajadores se puedan trasladar hacia Tegucigalpa (la capital del país). Ha cerrado el aeropuerto internacional. En fin son medidas represivas que ya han tomado la vida de cuatro compañeros, trabajadores y jóvenes que se suma a la lista de los veinte asesinados por los grupos de tareas del régimen de facto, son pataleos de ahogados de un régimen de facto que tiene un velado apoyo del gobierno norteamericano.
2.- Esta situación, inicia un nuevo periodo, luego del fracaso del intento de negociación impulsado por la OEA, que en términos generales fue un política que en un primer momento intentaba desviar el inicial proceso de movilización luego de consumado golpe de estado hacia la mesa de negociación, una política distraccionista, del cual son conscientes todos los gobiernos “nacionalistas”. El golpe de Honduras fue la antesala del anuncio de establecer bases militares en Colombia, dentro de toda una iniciativa del imperialismo para el control militar de lo que consideran su patio trasero, en ese sentido han vuelto a activar la llamada cuarta flota. Los trabajadores de Bolivia debemos estar conscientes que estamos entrando a un momento de nuestra historia, que en el futuro inmediato planteara un acrecentamiento de la lucha de clases, e incluso de conflictos militares.
3.- La llegada de Zelaya a Honduras ha sido el catalizador para que el descontento popular se desate y apunte con claridad al derrocamiento revolucionario del gobierno de facto en Honduras. Estamos en jornadas de lucha, que pueden significar una nueva derrota del imperialismo. Los trabajadores bolivianos debemos mostrar la mayor solidaridad con el pueblo hondureño.
4.- Como organización de la clase obrera fabril, nos solidarizamos con el pueblo hondureño que demanda la restitución del Presidente Zelaya sin ningún tipo de condicionamientos. Por el derrocamiento con la movilización del gobierno de facto. Basta de negociación, el momento de actuar ha empezado, y urge la convocatoria a una huelga general en Honduras. Y esta lucha esta íntimamente ligado contra el imperialismo y su plan de militarizar Latinoamérica: No a las Bases Militares en Colombia.
CONFEDERACION GENERAL DE TRABAJADORES FABRILES DE BOLIVIA