Nación/Estado
POR LA INDEPENDENCIA TOTAL Y LA ANARQUÃA SIN LIMITES
2. - ESTADO NACIóN
2. 2.- NACIóN/ESTADO
El individuo engañado, sobre todo, por la escuela y los medios de comunicación, y seducido por exhibiciones de fuerza o actos de patriotismo (de una "patria" inventada por el estado), puede llegar a considerar el estado territorial donde ha sido incluido como una cosa natural y propia de la cual es una parta, hasta el punto de hablar de "compatriotas" o de "extranjeros" según se viva a uno u otro lado de las fronteras políticas. El estado, pero, está sometido a cambios que alteran su territorio e incluso que le hacen desaparecer o que hacen que nazcan otros. Por tanto, esta identificación del individuo con el estado vendrá delimitada por la capacidad de este a autoperpetuarse. Es aquí donde radica que sea un gran error confundir el estado con la nación. Por nación entendemos una comunidad humana que nace de la identificación de un grupo de individuos entre sí con las tierras en donde viven, identificación que es posible por una proximidad que permite el contacto y la convivencia y por una capacidad de comunicación que se concreta en una misma lengua como elemento fundamental para entenderse.
Mientras el estado se basa en la posesión de unos elementos de poder - un mismo gobierno, una moneda, un idioma oficial - que por muy comunes que sean a una población determinada no permiten utilizarlos como elementos definitorios de ésta, sino más bien como exponentes de su sumisión, la nación se basa en la posesión de unos factores también comunes a una población, pero expresan su realidad étnica, su personalidad colectiva.
Desde una perspectiva antiautoritaria resulta inadmisible pensar que el estado configura una realidad étnica. El estado, incluso un "estado catalán" , siempre ahoga y pone tapujos a la realidad étnica.
Estado y nación no se corresponden ni conceptualmente ni territorialmente. A menudo el estado contiene más de una nación o bien una nación se ve repartida entre diversos estados. Cuando un estado es plurinacional, adopta como idioma oficial y como montaje cultural en general el de una de las naciones, iniciando así en las otras un proceso de sustitución de todos aquellos elementos que configuran su taranná (¿?) característico.
Con eso y todo, puede existir una nación y un estado que se correspondan territorialmente. Esta posible correspondencia no elimina al estado institucional su carácter de herramienta represiva y alienadora, aunque su acción no la ejerza sobre la identidad nacional. En este caso, la existencia de aquella nación no se deberá al hecho de poseer un reconocimiento oficial por parte de los gobiernos, sino a la misma presencia continuada de unos individuos con unas características propias y comunes.
PRóXIMA ENTREGA: Cultura Social y Cultura Étnica
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