Camus: El pensamiento rebelde y la hegemonía liberal
Después de la caída del Muro de Berlín, de la aparición en 1994 de 'El primer hombre' (la novela inacabada de Camus que vio la luz 34 años después de su muerte), de la publicación en 1996 de la magna biografía de Olivier Todd ('Albert Camus, une vie'), de la aparición en 2004 del libro de Ronald Aronson sobre la célebre disputa entre Camus y Sartre (cuyo subtítulo es 'The Story of a Friendship and the Quarrel that Ended it'), de la lenta pero constante erosión que la figura de Sartre ha sufrido desde principios de los años noventa y, por último, de la revaloración que vivió hace un par de décadas 'El hombre rebelde' (el extenso ensayo filosófico-político que Camus publicó en 1951), después de todo esto, decía, el autor de 'El extranjero', 'La peste' y 'La caída' se yergue en la actualidad como una de las grandes figuras del siglo XX. No sólo en el ámbito literario (un lugar que tenía asegurado desde hace tiempo, básicamente por las tres novelas mencionadas), sino también en el panorama moral, ideológico y político de dicha centuria. En este ensayo me limitaré a una sola faceta de Camus, la de ensayista político.