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EE.UU. :: 20/01/2012

La sigla "GI" y el movimiento interno en el ejército de EEUU durante la guerra de Vietnam

John Catalinotto
Durante la guerra de agresión contra Vietnam, quienes considerábamos que los soldados rasos eran la clase obrera vestida de uniforme empezamos a utilizar la sigla GI

En el año 1936 el ejército de EEUU empezó a utilizar la sigla GI como abreviatura de Government Issue (es decir, cualquier cosa relacionada con el gobierno), pero durante la Segunda Guerra Mundial pasó a ser el apelativo bisilábico (yi-ai) que describía principalmente a los soldados estadounidenses de Infantería, aunque también a los de Mar y Aire, en especial a los de rango más inferior, ya fuesen reclutas de reemplazo o voluntarios bajo la amenaza del servicio militar obligatorio. La sigla se sigue utilizando hoy en día, pero ya no tanto. Durante la guerra de agresión contra Vietnam, quienes considerábamos que los soldados rasos eran la clase obrera vestida de uniforme empezamos a utilizar la sigla GI en consignas que explicitaban las diferencias de clase. En abril de 1966, un grupo del movimiento Youth Against War and Fascism (Jóvenes Contra la Guerra y el Fascismo) nos introdujimos en el parqué de la bolsa de valores de Wall Street y colgamos una gran pancarta encima del indicador de cotizaciones: “Las grandes compañías se enriquecen, los GI mueren”.

Es de señalar que al fondo se ve a dos manifestantes a favor de la guerra con pancartas contra el doctor Benjamin Spock, un pediatra muy famoso por su libro El libro del sentido del común del cuidado de bebés y niños . Spock no era un revolucionario, sólo un burgués pacifista que criticaba la intervención militar. En aquellas manifestaciones contra la guerra de Vietnam siempre aparecían miembros de un movimiento guerrerista de derechas, de corte fascista y anticomunista, que trataba de reventarlas sin conseguirlo nunca. En 1966 y a principios de 1967, grupos de GI disidentes demostraron que una perspectiva de clase de los 3 millones de soldados rasos que había entonces era posible. Nos pusimos a trabajar con un grupo liderado por un antiguo estudiante radical, el soldado Andy Stapp. A finales de 1967, el grupo de éste, con nuestro apoyo, fundó el sindicato de militares estadounidenses (American Servicemen’s Union) [1], que utilizaba la sigla GI para referirse a la tropa, no a los oficiales o suboficiales. En 1967 las tropas estadounidenses en Vietnam del Sur alcanzaron la cifra de 500 000 efectivos. El control del espacio aéreo y la superior potencia de fuego de los agresores causaron la muerte a muchos combatientes de la guerrilla vietnamita. Pero los GI también empezaron a morir en gran número y las bajas alcanzaron su máximo en la ofensiva del Tet de enero de 1968, cuando los guerrilleros atacaron bases y cuarteles generales a lo largo y a lo ancho de Vietnam.

Los veteranos desengañados de la guerra, que regresaban a EEUU en 1967 y 1968 después de un año en Vietnam, compartieron sus experiencias con los nuevos reclutas y muchos de éstos se volvieron antimilitaristas. A principios de 1968, la mayoría de los GI se consideraban a sí mismos en los antípodas de los militares profesionales. Muchos se identificaban con los jóvenes rebeldes civiles, detestaban el ejército, odiaban a sus oficiales y no querían saber nada de la guerra en Vietnam. Los GI negros se identificaban con el movimiento a favor de los derechos civiles, a veces con los Panteras Negras y, en algunos casos, con la guerrilla vietnamita. Desde 1967 hasta 1971 yo fui activista civil del sindicato American Servicemen’s Union y director de circulación de su periódico mensual, The Bond. A finales de 1967 sólo un puñado de GI nos leían, pero cinco meses después, en mayo de 1968, las suscripciones se habían disparado hasta 3.000. En agosto de 1968, y de nuevo en octubre de ese año, estuve en Killeen y en Fort Hood (Texas) con otros miembros del sindicato para prestar nuestra ayuda a la defensa legal y política de los GI negros conocidos como “los de Fort Hood 43”. Estos soldados se habían negado a ir a Chicago durante la Convención Nacional del Partido Demócrata en agosto, ya que no querían que los utilizaran contra la comunidad afro-estadounidense: en 1967 y después del asesinato de Martin Luther King en abril de 1968, hubo cientos de rebeliones de ciudadanos negros en el país, a veces reprimidas con tropas del ejército.

Con el tiempo, The Bond empezó a llegar a cientos de miles de soldados, y el sindicato American Servicemen’s Union fue sólo una parte de un movimiento más amplio, que incluía “cafeterías contra la guerra” en los centros urbanos de las bases militares y más de 200 boletines de noticias locales de los GI en todo el mundo. La heroica lucha del pueblo vietnamita para liberar a su país y la lucha de liberación de los negros fueron las fuerzas impulsoras de la resistencia en el interior del ejército de EEUU. Pero muchos GI también odiaban las órdenes que recibían y a quienes se las daban; odiaban los privilegios del rango. Algunos GI incluso lanzaron granadas de fragmentación contra la tienda de su oficial para no seguirlo en el campo de batalla. Estos actos dieron lugar al neologismo fragging (fragmentar). Nunca he conocido un movimiento más dinámico ni con mayor potencial revolucionario en EEUU que el movimiento de los GI, que llegó a poner en peligro la cadena de mando del poder del Estado imperialista. Incluso un oficial de la Marina, el coronel Robert D. Heinl Jr., escribió lo siguiente en el Armed Forces Journal (7 de junio de 1971): “Todo hace suponer que nuestro ejército en Vietnam está en una situación cercana al colapso, con unidades individuales que evitan combatir o se niegan a hacerlo, asesinan a sus oficiales y suboficiales, están plagadas de drogas y desmoralizadas o al borde del motín”.

El Pentágono se vio obligado a adaptarse a la experiencia de Vietnam poniendo fin al servicio militar obligatorio y profesionalizando el ejército. También “externalizó” con mercenarios algunas de sus operaciones logísticas. Las nuevas tecnologías, como los aviones no tripulados (drones), han retirado a las tropas de la línea de fuego. Estas nuevas condiciones hacen que el papel del millón de soldados actuales –y la posibilidad de organizarlos– necesiten una nueva orientación. Pero volvamos al uso de las palabras: en retrospectiva, por respeto al resto del continente americano, cuando hacíamos referencia al sindicato American Servicemen’s Union no deberíamos haber utilizado el término American para referirnos al imperialismo de EEUU [2]. En cuanto a Servicemen (literalmente, “soldados varones”), también es incorrecto, ya que en realidad hay muchas mujeres en el ejército. Llamémoslo simplemente Sindicato de GI.


Notas

[1] Up Against the Brass – The amazing story of the fight to unionize the United States Army, by Andy Stapp, Simon and Schuster, 1970.

[2] “América” y “americano”, utilizados para describir al país Estados Unidos de América y a sus habitantes, son un verdadero fraude semántico. Véase El dios americano de las palabras [NdelT]

www.workers.org - Traducción de Manuel Talens para Tlaxcala - Revisado por La Haine

 

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