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La huelga de los trabajadores del transporte para los aeropuertos de las Islas Baleares, en España:
Una huelga de grandes repercusiones
El viernes 29 de junio los 4.000 trabajadores de la empresa del transporte que cubre los tres aeropuertos de la Islas Baleares, comienzan una huelga que ha hecho temblar a la patronal del turismo, a las autoridades de las Islas, a las del Estado español y a la burguesía en general.
¿Por qué este miedo de la burguesía?
Repasemos los hechos: Desde el primer momento la asamblea general de los obreros del transporte se impone como el órgano unitario y decisorio de su lucha. Rápidamente los sindicatos amarillos (UGT y CC.OO) entran en contacto con la patronal y llegan a un acuerdo con ella. El sábado, y de manera fulminante, la gran asamblea obrera rechaza con toda firmeza, por unanimidad y sin vacilaciones, el acuerdo de los sindicatos con la patronal. La lucha se endurece y los piquetes obreros abortan los intentos de la patronal y autoridades para poner en marcha un servicio con toda clase de transportistas privados y otros "rompehuelgas".
El representante de CC.OO sale por la televisión el sábado por la noche para condenar el rechazo del acuerdo por la asamblea general de los trabajadores, mientras la prensa y todos los medios de comunicación montan una campaña insidiosa contra los obreros en huelga, campaña en la que participa incluso el presidente del gobierno desde México donde le cogió la huelga.
¿Qué exigen los obreros del transporte?
Simplemente unas reivindicaciones bastante modestas y muy justas: subida de su salario base mensual de 150.000 Ptas. a 160.000, dos días libres a la semana y el pago de las horas extraordinarias a 1.400 Ptas. en lugar de las 1.000 que les pagan.
Ahora la patronal, las autoridades y los medios de comunicación se rasgan las vestiduras hablando de los miles de millones de pesetas que han perdido y de lo mucho más que van a perder por las repercusiones que ha tenido en el turismo extranjero. Cualquier observador imparcial se preguntará: ¿Por qué no satisfacen inmediatamente esas modestas y justas peticiones de los obreros del transporte que suponían una miseria al lado de las pérdidas que ocasionó la huelga? Aquí está la cuestión.
En el Estado español, como en la mayoría de los países capitalistas, una pieza clave en las relaciones sociales de producción la constituyen los sindicatos amarillos. En cuanto vieron el papel decisorio de la asamblea rechazando las marrullerías de esos sindicatos y la patronal, ésta, empujada por las autoridades, hizo una cuestión de principio el rechazo de esas reivindicaciones obreras salidas de una asamblea soberana en la que ni ellos, ni los sindicatos, pueden influir. Saben que esas asambleas vienen de una tradición revolucionaria del proletariado del Estado español y que ahora, que comienza una nueva etapa de la lucha de clases, esas asambleas son un arma formidable para el conjunto de la clase obrera. Por eso prefieren perder lo que haga falta antes de dar a torcer su brazo. Pero las pérdidas capitalistas tienen un límite y la coyuntura de la huelga obrera fue muy bien aprovechada en unas fechas claves para el turismo.
Que los obreros reemprendieran el trabajo el lunes, después de rechazar el acuerdo del sindicato con la patronal, suponía que dominaban la situación y colocaban a la patronal en una posición muy difícil ya que la asamblea obrera había dejado claro que volverían a la huelga en pocos días si no satisfacían sus demandas. Posición inteligente y de fuerza. Y la "asamblea de chóferes" sigue en pie de guerra.
Ahora la patronal y los medios de información tratan de asustar a los obreros del transporte y a la opinión pública en Baleares diciendo que el turismo europeo "amenaza con un boicot a las Baleares". Olvidan que, por ejemplo, solo los alemanes tienen 200.000 viviendas en propiedad en la islas Baleares, y hay muchos intereses turísticos del capital europeo.
¿Cómo tienen la desvergüenza los patronos de acusar a los obreros de haber elegido esas fechas para su huelga? La burguesía tiene a su disposición todos los días del año y todo el poder de sus leyes y un estado para despedir obreros y cerrar empresas cuando a los burgueses les interesa, dejando en la miseria a los obreros y sus familias.
¿Cómo se atreven los burgueses y sus plumíferos a criticar la violencia de los piquetes obreros defendiendo su huelga, cuando la patronal tiene a su disposición y utiliza contra los obreros a cada paso todas las fuerzas represivas de la policía y las del ejército si les hiciera falta?
El desarrollo del capitalismo en su etapa final imperialista ha dado lugar a tan múltiples interconexiones en su sistema hoy mundializado que una simple huelga de transporte de pasajeros en las Baleares les ha creado un auténtico caos por todas partes, aquí y en Europa... aeropuertos, agencias de turismo, en financieras e incluso en la Bolsa acusan las ondas de ese seísmo producido por una simple huelga. La gran cadena del capitalismo cuanto más se alarga más se complica y más débiles son sus eslabones. Su fortaleza está en la debilidad del movimiento obrero internacional.
Gran lección y experiencia para el proletariado internacional en estos momentos. Es posible combatir el capitalismo y es posible y sobre todo necesario enfrentarse ya con las tareas concretas que plantea la nueva oleada de la lucha de clase del proletariado.
(...)
COMUNISTES de CATALUNYA
3 de julio del 2001
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Kolectivo
La Haine
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