El auge del nazismo en Murcia es alarmante

La reciente noticia de la agresión que recibió una chica en Murcia se ha hecho viral hasta el punto de distorsionar los fundamentos de las causas. Según las informaciones un grupo de antifascistas le propinaron una paliza en la madrugada del pasado sábado en la puerta de una discoteca. En las imágenes difundidas se puede apreciar como una joven es golpeada por una turba. La noticia ha conmocionado a la opinión pública de media España porque en las imágenes se presencia una injusticia y todavía el hecho de ser una mujer agrava más las reacciones. No cabe duda de que el rechazo social es totalmente lógico ante los hechos acaecidos, siendo un alivio que la gente repudie las palizas vengan de donde vengan.

El efecto mediático ha resaltado solamente un matiz de la violencia. Podría deberse a que la inmediatez suele dejar gran parte de la realidad por el camino o por otros motivos, pero el resultado es siempre el mismo, arrancar teledirigidamente los sentidos desde la fábrica de víctimas y verdugos que adorna el salón. No obstante, lo ocurrido no representa más que la punta del iceberg de toda una secuencia de violencia que ha ido en aumento sin que nadie pusiera freno. Indagando en diversas fuentes sociales y oficiales de la zona, alcanzo a comprender que lo ocurrido es consecuencia directa de una sociedad demasiado expuesta al auge del fascismo, siendo el levante español una región que rebosa de pasmosa tolerancia hacia estas corrientes totalitarias y violentas. Los gobiernos no han interpuesto soluciones políticas y cuando no se quiere o no se sabe poner freno y, nos guste o no, quien tiene la potestad de hacerlo son las autoridades, trae consecuencias desastrosas. Cuando ocurren hechos de este tipo lo fácil es argumentar banalmente que se trata de escaramuzas entre bandas rivales o entre extremistas, sin embargo es algo mucho más complejo que afecta a toda una forma de convivencia. Cuando el fascismo campa a sus anchas de día en los palcos parlamentarios y por la noche se trasviste de paramilitar sembrando el miedo, puede que cualquier noche pueda salir el sol. Entre tanto si apalizan a los tuyos y a tus vecinos una y otra vez impunemente habrá quien se tome la revancha por su cuenta, aunque no significa por ello que sea la mejor cualidad. En consecuencia se va generando una siniestra dinámica de difícil solución que en definitiva siempre salen ganando los pescadores del odio y en esto los fachas son campeones mundiales y el resultado de esta historia lo demuestra. Hay una ecuación muy clara: no habiendo fascismo no hay tampoco su antítesis; muerto el perro se acabó la rabia. Aun con todo, el mejor antídoto frente a esta lacra es actuar el conjunto de la sociedad de todas las maneras posibles dentro de lo que somos, porque somos quienes lo vamos a sufrir.

En el transcurso de estos años las “cacerías” fascistas en la región de Murcia por razones raciales, xenófobas e ideológicas se cuenta por decenas. En la prensa oficial y deportiva es fácil encontrar noticias de bandas armadas desmanteladas de corte fascista que operaban en el futbol o en la calle. La Opinión de Murcia y otros medios locales hicieron público en 2015 un manifiesto suscrito por 57 colectivos, asociaciones y partidos políticos con el título “El auge neonazi en Murcia: pararlo es cosa de todas y todos” ante el incremento de agresiones por grupos violentos neonazis y fascistas. Ese mismo año se registraban más de 40 agresiones perpetradas por estos grupos y a lo largo de estos años éstas han ido en aumento hasta un punto intolerable. En general los medios de comunicación de la región se han hecho eco de esta problemática y ni siquiera en el momento culmen del victimismo han cesado de señalar la problemática de la escalada fascista y sus cacerías que ya parecen parte del panorama.

La víctima que sale en el video es Lucia G. “La Intocable”. Leí que su apodo provenía por su apariencia de tipa dura. Suele rodearse de mastuerzos que amedrentan al personal, pero a juzgar por las dificultades en hallar su paradero por el borrado masivo de sus datos públicos en la red, empiezo a sospechar que hay algo más detrás. Fuentes personales me informan más recientemente que esta muchacha es nieta de Ramón María de la Calzada Peñalosa, importante gerifalte de la ultraderecha murciana que por los años 70 fue dirigente de Fuerza Nueva y persona influyente. Lucía La Intocable habría tomado partida en al menos una docena de estas “cacerías” y es autora de innumerables agresiones de otras consideraciones en los lugares que frecuenta y también en el instituto. La Policía Nacional declara a La Opinión de Murcia que se trata de una persona conflictiva “por haber estado involucrada en el entorno de la extrema derecha en Murcia y haber participado en algún incidente de similares características”

Me llama poderosamente la atención que siendo “una vieja conocida de la extrema derecha”, como reza el titular, para la brigada de información policial se banalice tanto sobre su figura. No me imagino un supuesto… yo que sé, un viejo conocido de Alkaeda, que casi suena piadoso, y que cuando se topara con la horma de su zapato se le convirtiera en mártir y se tomaran represalias contra sus agresores. Parece que el termino terrorismo solo se aplica a un prototipo predeterminado y con el pack va adjunto también el primo, el cuñado y el que toma la foto, con todo y con eso, estoy de acuerdo en llamar las cosas por su nombre; la RAE define como terrorismo: “Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”. Téngase en cuenta que si varios grupos políticos neonazis, como por ejemplo Lo Nuestro, reivindican su colaboración y difunden en las redes y hasta sale en la tele que este 28 de enero habrá una cacería nazi por Murcia, la 7ª ciudad más importante en población, en venganza por esta moza, veo muy mucho aplicable esta definición.

No sé por qué el estado relativiza tanto las actuaciones y las consecuencias de determinados grupos. En otros lugares no se les daría tanta cancha para evitar su crecimiento. ¿Es que no hemos aprendido nada? Algunos estados ven un posible aliado en estas corrientes porque mantienen el estatus quo y se enfrentan a otras corrientes revolucionarias, pero ¿no se dan cuenta que llegado a un límite luego es demasiado tarde? La democracia no solo no supo frenar el auge del fascismo sino que a veces lo ha aupado y si no mirad a Donald Trump, Hitler o Mussolini ¿cómo subieron al poder? Ya por último, un ejercicio mental un tanto funesto para recapacitar, ¿permitiríamos como buenos demócratas un partido del califato de Daesh? Así de buen rollo, y que se pusieran en las puertas de los supermercados con una pancarta “bocadillos solo para alkaedistas” “primero los de alkaeda”. No seamos hipócritas y sobre todo exijamos y actuemos contra cualquier tipo de terrorismo no solo el televisivo.

Carlos Martín