Felipe VI y la basura en el salón
Fue en abril del 2015 cuando la guardiacivil incautó, a su juicio, un arsenal de guerra: 11 fusiles de asalto, 14 subfusiles, 15 pistolas, 22 revólveres y 15 rifles y carabinas, amén de 21.000 cartuchos de diferentes calibres, que podían haber acabado en manos de terroristas, según insistieron los mandos del servicio de información de la Guardia Civil. El Ministerio de Interior alertaba que la aparición de un mercado negro de armas de guerra dispara la alerta yihadista. Y gran satisfacción por el éxito de la operación, pero al mismo tiempo una profunda preocupación por la aparición masiva de armas de guerra en el mercado negro español, algo «extremadamente inusual».
Estos días anuncian de nuevo un grave peligro al haber descubierto nuevos y peligrosos arsenales de esa monta entre nosotros. La Policía Nacional ha detenido en enero en Bizkaia, Girona y Cantabria a cinco personas como integrantes de una organización criminal dedicada al tráfico de armas. Este grupo de delincuentes, que era muy activo, compraba legalmente armas de guerra inutilizadas, que posteriormente reactivaban y ponían a la venta para su adquisición por el crimen organizado u organizaciones terroristas.
Y Felipe VI aterrizó el sábado, 14.1.2017, a las 19.10 en el aeropuerto Rey Khaled de Riad. El objetivo de la visita al rey Salman es asegurar la continuidad de las estrechas relaciones entre las casas reales de los dos países, cultivadas por su padre el rey Juan Carlos con el ya fallecido monarca Abdulá, y servir de paraguas a las empresas españolas. España vendió armas a Arabia Saudí por 70 millones entre enero y junio del 2016. La visita del Rey pone la alfombra para confirmar la mayor exportación de la historia de la industria militar española: la venta de cinco corbetas por más de 2.000 millones de euros. El contrato está acordado desde hace más de un año con la empresa pública Navantia.
Un régimen, el de Arabia Saudí, campeón en la aplicación de la pena de muerte (más de 350 ejecuciones en los últimos tres años), la discriminación de la mujer o la persecución de disidentes como el bloguero Raif Badawi, condenado a mil latigazos y 10 años de cárcel por “insultar al Islam”. Organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional recuerdan que la intervención militar de Arabia Saudí en Yemen, que incluye un bloqueo naval, ha causado ya más de 7.000 víctimas, la mitad de ellas civiles. Es difícil que las corbetas lleguen a tiempo para actuar en la guerra de Yemen. Lo que sí es de uso inmediato son los 70 millones de euros en proyectiles de artillería y munición que España vendió a Arabia Saudí en el primer semestre del 2016. España, Reino Unido, Francia y Alemania son los principales vendedores de armamento a Arabia Saudí.
En una resolución sin precedentes contra uno de los principales productores de petróleo del mundo, el 26 de febrero del 2016 el Parlamento Europeo solicitó el embargo de venta de armas a Arabia Saudí por su intervención en la guerra civil de Yemen, “genocidio de Yemen”, al tiempo que los europarlamentarios denuncian y advierten que España y Reino Unido han “aumentado significativamente” la venta de armamento a la monarquía saudí. La Eurocámara critica “la convivencia y complicidad” entre la Unión Europea y los dictadores de las monarquías del Golfo, mientras se estrecha el cerco occidental contra el rey Salman por su apoyo al Estado Islámico. Las ventas de armamento español a Arabia Saudí alcanzaron un récord histórico al sumar 447,6 millones de euros en el primer semestre de 2015, que supone el 26% de todo el material militar exportado por España en dicho periodo (1.727,2 millones de euros), un 25,3% más que en los seis primeros meses de 2014. España se ha convertido en la 6ª potencia mundial exportadora de material bélico (EEUU, Rusia, China, Alemania, Francia y España): 2.400 millones de euros vendidos en 2011.
El estado español está vendiendo armas a países en guerra o a países que violan los derechos humanos o a países en dictadura. El caso de Arabia Saudí es muy claro a este respecto. Arabia Saudí, un país que junto con otros del Golfo Pérsico, se ha caracterizado por ayudar al EI desde el primer momento. Los periódicos archivados en las hemerotecas del Golfo contienen entrevistas con hombres de negocios y de otros ámbitos, con sus correspondientes fotografías, que declaraban públicamente su apoyo financiero al EI. Vladimir Putin manifestó que en la cumbre del G-20 participan países que están apoyando al Estado Islámico (EI), que hay 40 países financiando al EI. Sus palabras cayeron en el vacío y ninguno de los participantes se dio por aludido. Suculentos contratos, acuerdos multimillonarios firmados por España, Francia, Alemania con Arabia Saudí. Venta de aviones, venta de carros de combate, venta de bombas y de cualquier tipo de armamento, que permiten que la industria armamentista francesa, española y estadounidense se mantenga viva y cree millares de puestos de trabajo, armas que se utiliza en guerras, destrucción, matanzas en Yemen, Siria, Afganistán, Libia...
Ante gobiernos criminales, exportadores de guerras, que acusan, detienen y condenan a otros de traficar con baratijas en comparación con su tráfico de arsenales de guerra nuevecitos, sofisticados y bien pagados, los jueces van de compras al Corte Inglés, los fiscales se encuentran presenciando la cabalgata de reyes, la policía persiguiendo a los top manta y los medios de comunicación lustrosos comentando el traje de la reina, el vestido de Pedroche o el penalti del Madrid…, callan y cobran peaje.
Al frente del silencio institucional, de la impunidad empresarial y de la exportación de guerra y muerte, el rey Felipe VI estrechando la mano de otro criminal exportador de guerra, el rey Salman.
Hoy, lunes 16.1.2017, me desayuno con un descriptivo artículo de Gregorio Morán “Trillo o la basura política”: “…cuando aseguro que es la representación de la basura política del estado salido de la transición, no lo digo a humo de pajas. Trillo alcanza la categoría del paradigma. Es falaz, cínico, miente cuanto habla con ese tonillo de abad, al que nadie sabe muy bien cómo llegó donde llegó, a menos de hacer marrullerías. No hay que olvidar que Mariano Rajoy le envíó en acto de servicio a desenmarañar toda aquel lío que se habían montado en Valencia, tan enmarañado de comisiones y repartos económicos… Detesto a Trillo, porque me producen alergia esos tipos de comunión diaria y mucho Kempis, y no tienen rubor en matar sin que les afecte en nada. 62 muertos de su estricta responsabilidad no los consigue ni un sicario colombiano. 62 cadáveres afectos al ejército español, tan bravo él, que dejó a las víctimas en la indefensión más absoluta, al pairo de su familia. El avión no debía volar, el tiempo estaba contraindicado y el ministro en su papel de canalla, mezcló los cuerpos de unos y otros como si fueran chatarra de la guerra…Y nuestra basurilla, ¿qué será de ella? Después de tantos méritos a los mandos del Estado no sería de extrañar que le pusieran con medallas, con fondo de tambores, y esos collares que, discúlpenme la impertinencia, parecen hechos para colgar más que honrar… Y este hombre, ducho letrado y basura política, tiene honor; los muertos mucho menos, y los que escribimos ninguno… Quien manda, manda.”
Así el gobierno, así el rey. Pues eso, basura.