Y en eso llegó Willy Toledo
Algunos fundamentalistas se han prestado rápidamente, sin previa asamblea ciudadana y con absoluto fanatismo, al linchamiento público en las redes sociales del hereje Willy Toledo. Ni el mesías ni sus apóstoles habían abierto la boca cuando una jauría de feligreses exaltados condenaron el sacrilegio cometido por el conocido actor y activista político. Incluso se escucharon gritos de "¡vete a Cuba!" en el fragor de las llamas inquisitoriales. Como bien dijo el propio reo, las hordas más reaccionarias de Podemos se quedaron a gusto, retratando, no ya su propia estupidez sino el fracaso de ese neolenguaje postmoderno y desclasado que manejan los nuevos líderes del reformismo socialdemócrata en el Estado español. Fracaso, no para quienes esperaban unos buenos resultados electorales sino para quienes, con la mayor honestidad del mundo, habían defendido este discurso ciudadanista como una herramienta de pedagogía revolucionaria.
Y todo este linchamiento virtual solo porque al bueno de Willy Toledo se le antojó decir cuatro verdades que algunos/as incautos/as quizás no hayan advertido. Por ejemplo, esa cuestión acerca de la democracia interna en Podemos, o en palabras de Willy Toledo, el nulo poder y efectividad de los Círculos. ¡Por todos los dioses! ¡El centralismo de los viejos y ortodoxos comunistas por lo menos es democrático!, pero claro, cuando se rechaza de plano toda la experiencia histórica de la lucha de clases, toda la teoría forjada durante más de un siglo de luchas y derrotas, pues ocurren estas cosas. Al personal le dan gato por liebre porque la consigna generalizada es poco menos que "al principio todo era oscuridad". Luego llegó el espíritu santo del 15-M, que finalmente se materializó en el paradigma de la democracia ciudadana representada en Podemos. Pero en verdad os digo que el espíritu asambleario del 15-M tuvo que ser adaptado, lógicamente, a las exigencias técnicas que se imponen en la construcción de un proyecto electoral. ¡Todos tenemos contradicciones, hermano! No lo llame usted Comité Central, llámelo Grupo Promotor, Equipo Técnico o como mierda se le antoje, pero que no suene a nada anacrónico, izquierdoso o comunista.
Lo importante es la fachada, fresca y novedosa, aunque en su interior no haya nada nuevo ni orgánicamente superior a los trasnochados Partidos Comunistas.
Muchos/as saben que esto que digo es bien cierto y asumen conscientes el riesgo de estar colaborando con el nuevo PSOE. Allá cada cual. La reciente resaca electoral, la euforia y la ilusión hábilmente transmitida, (y teletransmitida), han logrado que incluso los cuadros más avanzados que integran los Círculos acaben justificando u omitiendo del debate cualquier mancha que salpique al triunvirato, que como dice Willy Toledo, todo lo sabe y todo lo decide. Pues bien. Cuando parecía que ya estaba todo dicho, cuando la "izquierda radical", cautiva y desarmada ante el discurso mediático de Podemos parecía haber sucumbido en la batalla ideológica, entonces llegó Willy Toledo y mandó parar, al menos durante un rato, que no es poco para estar en el mes de agosto.