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Mundo :: 03/09/2011

Gambina: El papel de los movimiento sociales hoy es continuar la lucha

Geovani Montalvo
Sigue vigente la institucionalidad neoliberal. Las privatizaciones continúan, tanto como la mega minería a cielo abierto de las grandes transnacionales

Mientras la prensa internacional informa sobre la conmoción en los mercados financieros, la crisis de la eurozona y los temores a un posible cese de pagos en Estados Unidos, muy poco se dice sobre los impactos que esta situación tiene en las economías y sociedades latinoamericanas y las medidas que la región está elaborando.

La primera semana de este mes, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, llegó a un acuerdo con el Congreso Legislativo para elevar el techo de la deuda para 2013, pero exige disminuciones en gastos por 900 mil millones de dólares en los próximos 10 años, y autoriza a un comité legislativo decidir sobre otros recortes por 1,5 billones de dólares para noviembre.

Unos días después de esta resolución, mientras la crisis en la eurozona y EE.UU. se recrudecía, en Buenos Aires, Argentina, se realizó la reunión de los ministros de economía y presidentes de bancos centrales de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en la que surgió el Consejo Suramericano de Economía y Finanzas.

“Se trata de una crisis global para lo cual deben buscarse soluciones compartidas, para alejar a Sudamérica del epicentro de la crisis, especialmente de EE.UU.”, expresó a Diario Co Latino Julio C. Gambina. Agregó que la región centroamericana está más afectada aún por la permanencia de procesos políticos que mantienen su adhesión a concepciones neoliberales, fuertemente criticadas en el sur. Gambina es profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.

- ¿Qué medidas empiezan a diseñarse en el sur frente a esta “turbulencia» financiera en el norte?

La profundidad y extensión de la crisis modificó el diagnóstico en la región. De pensar que la crisis era externa y, por ende, solo de los países capitalistas desarrollados, ahora se considera que se trata de una crisis global para lo cual deben buscarse soluciones compartidas para alejar a Sudamérica del epicentro de la crisis, especialmente de EE.UU. Por eso resalta la creación del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas como primer medida, para, desde allí, pensar en medidas compartidas entre los países, que se diseñan en la perspectiva del uso conjunto de reservas internacionales por encima de los 550 mil millones de dólares; el uso de monedas locales en el intercambio comercial; y la posibilidad de alentar integradamente cadenas de valor en la producción. El banco del sur aparece como imprescindible en esta coyuntura.

- ¿Qué papel juega Brasil en el bloque del sur, tomando en cuenta que integra otros dos importantes bloques como IBSA (India, Brasil y Sudamérica) y BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudamérica)?

Sin dudas que es muy importante, por ser el país con mayor volumen económico y con capacidad para incidir en la orientación de las políticas conjuntas. Además, Brasil está sintiendo en su propio desarrollo el impacto de la situación mundial, por desaceleración económica y en tanto receptor de cuantiosas inversiones externas que pujan en la apreciación del real, exigiendo una política cambiaria que impacta en la suba de precios deteriorando la capacidad de compra del salario y afectando la calidad de vida de la población de menores ingresos. Brasil resulta importante por su peso agrario e industrial, por la fortaleza relativa de su estado y su peso en la economía regional y mundial.

- Ante la debilidad del euro y del dólar como divisas mundiales ¿Cómo se está protegiendo el sur? ¿Se perfila impulsar el SUCRE?

El Sucre empezó recientemente a funcionar entre los países del ALBA. Entre Argentina y Brasil funciona el sistema múltiple de pagos para compensar los intercambios bilaterales, siendo la intención extender el mecanismo al resto de los países del MERCOSUR.

¿Pueden compatibilizarse ambos mecanismos? es un interrogante que no aparece contestado aún en el Consejo Suramericano de Economía y Finanzas, aún cuando se formula un aliento a la compensación del intercambio regional con monedas locales. Quizá la idea de generalizar el banco del sur a todos los países del sur de América pueda incentivar la generalizada adhesión de todos los países del sur al ALBA promoviendo una mayor integración regional y así asumir el Sucre. Otro camino será la articulación de la experiencia del ALBA con la de Argentina y Brasil. Vale comentar que en ambos casos son escasas las operaciones que se han cursado por esos mecanismos, sea el sucre o el sistema múltiple de pagos.

-¿Qué le espera a Centro América ante este nuevo escenario económico mundial?

La región centroamericana está más afectada aún por la permanencia de procesos políticos que mantienen su adhesión a concepciones neoliberales fuertemente criticadas en el sur. La primera cuestión pasa por la crítica al neoliberalismo en tiempos de crisis del capitalismo. La independencia económica supone, en primer lugar, la independencia política. Resulta imprescindible impulsar la unidad latinoamericana y caribeña, en el sentido de UNASUR y la CELAC para encontrar caminos conjuntos que la región aborde para superar el momento de crisis capitalista contemporánea.

- ¿Cómo debe ser la relación de los países latinoamericanos, particularmente de UNASUR, con China?

China tiene el 21% de la población mundial y solo el 7% de las tierras cultivables. Es un país que necesita de recursos naturales y nuestra región los tiene en abundancia. Existe una relación de complementariedad, que debe considerarse seriamente. Hasta ahora existe una fuerte iniciativa de China en la compra de recursos naturales o la realización de convenios bilaterales para alentar la producción seguida de compra para satisfacer las necesidades de China. Así, China ya es primero o segundo socio comercial de los principales países de la región. Falta que la región analice en conjunto la situación y ofrezca una respuesta como bloque para interactuar y lograr el mutuo beneficio de una relación complementaria, lo que supone avanzar en criterios de soberanía alimentaria, energética o financiera, satisfaciendo las necesidades regionales y desde allí favorecer un intercambio de mutuo beneficio con China.

- Los movimientos sociales y populares tienen sus propias reivindicaciones, por ejemplo, rechazar el determinismo económico en detrimento de los recursos naturales ¿cómo debe resonar la voz del pueblo en este debate?

Los cambios políticos en la región se deben a la dinámica de resistencia de los movimientos populares contra la liberalización de los 80´ y de los 90´. El papel de los movimiento hoy es continuar esa lucha, porque está vigente la institucionalidad neoliberal gestada en décadas anteriores. Las privatizaciones continúan, tanto como los regímenes que favorecen la mega minería a cielo abierto de las grandes transnacionales, ahora favorecidas por el crecimiento de los precios internacionales de los minerales, especialmente el oro.

- Finalmente, el gasto militar es un asunto que no puede quedar desapercibido en el nuevo escenario financiero mundial, sobre todo porque tiene una considerable presencia progresiva en los presupuestos de los estados y en el contexto de guerras, tal es el caso de Libia ¿Qué opina al respecto?

Eso es posible porque el mundo financia el déficit de EE.UU., los países de la región deben reorientar sus reservas internacionales a resolver los problemas regionales y desfinanciar la militarización mundial, al tiempo que desmantelar una política que asocia a la región con EE.UU., tal como permitir las bases militares en la región o realizar maniobras militares conjuntas. Resulta imprescindible rechazar la construcción de nuevas bases militares estadounidenses o de cualquier potencia y desmantelar las existentes, tanto como retirar las tropas de la región en Haití. Debe condenarse el ataque de la OTAN a Libia y pensar que en el camino de Iraq, Afganistán o Libia están los países de nuestra región, dotados de inmensas riquezas naturales necesitadas por los países capitalistas mas desarrollados y en crisis.

Diario Co Latino

 

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