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Francia: El poder de la abstención
x Profesor J
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Salvar la democracia fue el grito de batalla del
sistema, de los periódicos, de las iglesias, de los partidos también,
claro, pero lo que no dijeron es que el peligro no viene de Le Pen ni
de la manada de fascistas que pululan en las instituciones europeas, que
sirven para determinadas funciones, entre otras la de asustar incautos,
puesto que el fascismo no es más que una de las caras con que se
presentan las instituciones según las necesidades del capital,
como el napalm en Vietnam, las bombas en Afganistán o Irak, el
bloqueo a Cuba, la persecusión a Batasuna, el asesinato de Luther
King o la acción policial contra los okupas, en fin que la democracia
tiene cara de hereje y el sistema la utiliza para dominar en la llamada
paz, cosa que le gusta mucho a los rosados de Attac que en el Forro Sucial
de Poto Alegre cerraron las puertas a los que resisten con todas las formas
de lucha.
El peligro viene por otro lado. Quien hizo correr en desbandada a los
demócratas de izquierda, centro y derecha fue la abstención
electoral, que los analistas (sic) achacan a la indiferencia acerca del
resultado previsto, pero que ante el peligro Le Pen las personas meditarían
y la abstención sería derrotada y por allí se dirigió
la convocatoria: ¡A parar a Le Pen! ¡Ustedes, que se quedaron
en casa permitieron la ascensión del fascismo! ¡Salgan a
derrotarlo!
Así junto a la derecha, tanto la izquierda como los destacamentos
llamados de extrema izquierda, llamaron a votar Chirac, para luego hacer
un acto de contrición pública en manifestación separada,
como quien dice: yo no fui, yo avisé, yo lo hice, pero ... Traidores
mentirosos, que ante el peligro de ver perdidas sus posiciones institucionales
no vacilan en aliarse al enemigo y dar una de demócratas defendiendo
las instituciones, principios y valores que mantienen el sistema, cuando
lo que querían era estar presentes en la campaña llamada
de democrática donde el sistema se los comió muy tranquilamente,
crudos, por más que intenten salvar la cara con esas parodias de
actos separados que no engañan a nadie, ni al espejo. Y cual fue
el resultado? Los famosos abstencionistas que salvarían a la patria
también se volcaron en el voto Le Pen, que aumentó su caudal
electoral, en cantidad de votos y en porcentajes, por lo que allí
no se ha visto el resultado esperado. Habría que sumar los porcientos
de los partidos en la primera vuelta para estudiar su coincidencia con
los porcentajes de la segunda, donde podrá verse que los abstencionistas
que volvieron al redil no fueron tantos como parecía necesitar
la democracia en peligro.
A pesar de la feroz campaña, algo pocas veces visto en elecciones
en el mundo, dado la importancia de la crisis de fondo, se mantuvo un
importante nivel de abstención de casi un 20%, lo que sumado a
los votos blancos y nulos, grita a todos los vientos que entre una cuarta
y quinta parte del electorado francés está indiferente a
los juegos de la democracia y del fascismo y de la izquierda y de las
iglesias, en fin de las convocatorias ideológicas, lo que aniquila
los argumentos de los pseudo analistas mentirosos que manipulan las cifras
intentando mostrar que la abstención era el resultado de la falta
de conciencia del peligro fascista, que con mucha propaganda sería
resuelto, ya que sólo faltó que la Coca Cola también
llamase a votar Chirac. Toda la cadena de control subjetivo e intersubjetivo
se puso en máxima tensión. Fue realmente impresionante ver
las caravanas y columnas de manifestantes siendo llevados de forma planificada
a los pueblos para influir en el electorado. La estabilidad necesario
hizo circular cualquier cantidad de dinero, que los burgueses soltaron
a manos llenas, con el miedo de que las amarras ideológicas que
sujetan a la población a las instituciones se rompan y las personas
inicien un camino sin retorno.
Eso demuestra que existe un poder en la abstención, una fuerza
capaz de resistir y enfrentar la capacidad de manipulación del
sistema, que podríamos llamar de personas irreductibles, que sin
duda marcará época sumándose y reforzando el creciente
aumento de la abstención a nivel mundial que acompaña al
crecimiento de las actividades autónomas de resistencia desde abajo,
como estos días en Inglaterra, donde el 65% del electorado se negó
a participar.
Así afirmamos categoricamente que Chirac ha ganado con el apoyo
de todo el mundo, aún del fantasma Le Pen, que contribuyó
para desarrollar la argumentación discursiva y aterrorizante de
los demócratas, que ya ni con el miedo pueden arrastrar lo que
se suponía era una sociedad relativamente cohesionada detrás
de las instituciones, pero el sistema ha salido derrotado. Su parafernalia
electoralista no conmovió a las dos terceras partes de los ausentes
en el primer turno. Habrá que pensar ahora una estrategia a largo
plazo para recuperar la imagen de cohesión del pacto social, pues
con una imagen es suficiente, ya que con ella se argumenta el palo y la
bala, no importando si es verdad.
Estas cifras no son convenientes para el sistema y habrán muchas
interpretaciones para continuar justificando lo injustificable, que el
clima, que el zapato del nene, que el paraguas del toni, etc, machacando
una y otra vez y una y otra vez hasta desarrollar nuevas estrategias de
control y manipulación.
Pero mientras ellos hacen eso, nosotros hacemos lo nuestro, esta vez
con la certeza y la alegría de que vamos por el buen camino, es
decir el camino que no existe, el camino que estamos trazando entre muchos
por todas partes, el camino de la resistencia, que se hace andando.
Hemos de aprender a relacionar táctica y estrategicamente en las
discusiones, reflexiones, en las formas de organización y acción
rebelde, esta abstención con la lucha de acción directa
y de construcción de espacios donde podamos afirmar las formas
asamblearias, horizontales, autónomas y rebeldes. Debemos insistir
y divulgar a todos los vientos que ahora la abstención es también
una forma de resistencia, llamar a abandonar las instituciones, a aislar
las instituciones, a convocar a los marginados y los abstencionistas a
establecer un cerco estratégico contra las instituciones, a cortarlas
por todos lados, a negarlas, atacarlas, a la par de la construcción
aún más acentuada de dinámicas de nuevo tipo, creadoras
e innovadoras, que agrupen a los insatisfechos por todos lados, ocupaciones
con resistencia activa, cortes de carreteras y caminos con barricadas
defendidas con instrumentos de autodefensa, ocupaciones urbanas de terrenos
y edificaciones con apoyo de masas de jóvenes y organización
de sistemas de vigilancia y defensa que permitan resistir el tiempo suficiente
para movilizar apoyos activos, sabotaje a las formas del funcionamiento
institucional, ya no sólo electoral, sino en otros terrenos como
la negación del servicio militar, la ausencia masiva y cierre de
escuelas, en fin aumentar las extensiones de la crisis para resolver ella
por vías distintas del fortalecimiento de las instituciones canalizando
la inquietud y rabia de las masas en formas de acción directa que
generen modalidades de auto-organización para la conquista ya no
de los derechos negados por las instituciones, como antes, sino ahora
para establecer nuevas modalidades de obtener lo necesario para la sobrevivencia,
como saqueos masivos de mercados, camiones, trenes y bodegas, etc. La
ocupación de tierras urbanas y rurales debería actualizarse
en forma masiva a nivel de los más diversos países.
Una cosa interesante a ser discutida es como ir utilizando de forma multiplicadora
la fuerza constituida, para evitar la paralización que el enemigo
estudia para ver como neutralizar los efectos de reproducción e
influenciación que cada lucha puede hacer, o sea, es posible imaginar
cosas como campañas permanentes de acciones cuyos resultados no
sean medidos solamente por sus efectos directos sino por la capacidad
que tengan de incorporar o convocar para la lucha a otros a hacer lo mismo
o diverso, pero a hacer, por ejemplo, grupos de estudiantes o de jóvenes
autónomos, sean okupas o no, pueden pensar en constituir grupos
de choque para auxiliar sus propias luchas y las de otros, por ejemplo
presentarse en masa y bien apertrechados para ayudar a la defensa de un
local o terreno ocupado por otros amenazado de desalojo.
Conseguir victorias en este terreno, pero al mismo tiempo evitar constituir
plataformas u orgánicas centralizadoras que parecen mostrar fuerza
pero en realidad es una ilusión, pues llevar 50 mil personas a
una manifestación no significa lo mismo que mil grupos de 50 actuando
en las más diversas actividades, dinámicas y luchas de resistencia,
localidades, barrios y centros de trabajo. Conseguir también que
cada grupo de jóvenes o de lo que sea, se plantee la tarea de abrir
otros grupos de discusión en otras escuelas, facultades, barrios
y centros de trabajo, comenzando con dos o tres personas para que ellas
internamente sean los inciadores del crecimiento propio de la contestación
y de la radicalidad de las luchas, sin llevarles consignas ni contenidos
de trabajo, para que sea la propia experiencia asamblearia, horizontal
y autónoma de ellos la que determine líneas de acción,
que pueden tomar distintas direcciones, lo que es muy bueno, ya que dispersamos
tambén la acción ideológica y de comprensión
racional del estudio que el enemigo hace de las acciones de resistencia,
que cuando asumen la misma modalidad o estrategia, es como entregarles
en bandeja los elementos para planificar la contrainsurgencia.
En fin que en la imagen, las instituciones parecen fortalecidas en Francia,
pero si miramos bien, la crisis se acentua y la gran victoriosa es la
abstención que, de actitud pasiva puede pasar a asumir una actitud
activa de organización para la resistencia. Así la juventud,
la marginalidad, la pobreza y la abstención son nuestros terrenos
naturales de trabajo, el océano de los peces que somos.
Pensamos que sería conveniente extraer algunas lecciones de los
Movimientos de Desocupados de Argentina para impulsar la organización
y lucha autónoma de los sin trabajo en otros países. También
pensamos que es muy importante aprender de las asambleas populares argentinas
y de muchos grupos autónomos del mundo. Por último, pensamos
que hoy debemos apuntar y disparar la artillería de la resistencia
mundial contra las instituciones francesas, para contribuir desde afuera
al desarrollo de la crisis institucional, establecer más intercambio
con los grupos autónomos y de juventud en dicho pais, aumentar
el conocimiento y divulgación mundial de las posibilidades de organización
autónoma entre desempleados e inmigrantes, así como en los
barrios, en fin que la crisis francesa está abierta y su ahondamiento
puede contribuir para su extensión por el resto de Europa. Llamamos
a los compas a escribir más sobre el asunto y a discutir con los
compas franceses, apoyarlos, estimular su lucha, mostrarles como se lucha
en otros lados, que no están solos.
En África hay una tradición comunitaria en que los vivos
hablan con los difuntos preguntándoles cosas sobre las que se presentan
dudas o sobre importantes decisiones que hay que tomar, reuniéndose
en torno a un árbol y batiendo palmas con las manos cóncavas
con cierto ritmo, maravillosa simbología de la eterna presencia
de los que contribuyeron a la vida en común, a la solidaridad práctica,
a la identidad, al amor, que es como que preguntásemos lo que diría
tal persona si estuviese viva aún, o sea, no se pierde el contacto,
y la presencia de la persona que ya no está ha dejado profunda
huella en los demás con los que se convivía en lo cotidiano.
En esta hora es como que los muertos de la Comuna de París y los
jóvenes combatientes del mayo del 68 en Francia, estuvieran más
presentes que nunca en nuestros corazones, de modo que bien vale reunirse
alrededor de un árbol y conversar con ellos, preguntarles lo que
ellos harían en momentos como estos. Sin duda nos dirían
que debemos atacar con más fuerzas, dado que el sistema tambalea
y cruje por todos lados. También podríamos preguntarle a
Dantón, que de seguro nos repetiría su frase revolucionaria:
audacia, audacia y más audacia.
profesor_j@yahoo.com
http://members.fortunecity.es/profe4
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