"La gesta del nombre propio"
"Nuestra primera lucha era por nuestros derechos, ahora estamos construyendo la ciudadanía travesti", anunció Lohana Berkins activista de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual (ALITT) durante la presentación del libro "La gesta del nombre propio". La investigación fue coordinada por Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual, activistas feministas y mujeres del campo académico.
La presentación del libro, realizada en la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, contó con los aportes de Liliana Daunes, Lohana Berkins (ALITT), Paula Viturro y Diana Maffia.
"La gesta del nombre propio" tuvo como antecedente un trabajo realizado desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Adjunta en Derechos Humanos, cuando ésta estaba a cargo de Diana Maffía. Los resultados de la investigación muestran la exclusión de las travestis y transexuales y las dificultades para acceder a la salud, la vivienda, la educación. Además de ser víctimas de la violencia policial, sexual y doméstica.
Al respecto Lohana Berkins explicó: "Nuestra primera lucha era por nuestros derechos, ahora, estamos construyendo la ciudadanía travesti, es una lucha cotidiana". Además agregó: "Es muy difícil intentar salir de la exclusión. No se ven las marcas que va dejando. Muchas podemos transitar, reflexionar sobre ellas, pero será algo que va a convivir con nosotras toda nuestra vida. Quien ha sido golpeada, maltratada, humillada, está marcada".
Más del 90 por ciento de las travestis, transgéneros y transexuales sufrieron y sufren sistemáticamente algún tipo de violencia. La encuesta como base de la investigación realizada en Capital Federal, Gran Buenos Aires y Mar del Plata denuncia que los maltratos corresponden, en primer lugar, a insultos, seguidas por agresiones físicas, discriminación y abuso sexual.
El primer capitulo del libro está dedicado a nombrar, una a una, las 420 travestis muertas durante los últimos cinco años. Más del 60 por ciento murió de SIDA; el segundo lugar de las causas de fallecimiento, es el asesinato. El resto de las causas mencionadas incluyen accidentes de tránsito, suicidio, abandono de persona y complicaciones derivadas de procedimientos de inyección de siliconas. Todo esto conformado por la criminalizacion de la identidad travesti y la vulnerabilidad de ejercer la prostitución para sobrevivir.
Al respecto, Lohana reflexionó: "Estas personas muertas fueron parte de nuestra historia. Eran amigas de alguien, hermanas de alguien conocida. Con la mayoría de esas chicas vinimos juntas del interior. Yo en broma les digo: 'Un día no voy a tener a quien ir a visitar'. Y esto es una realidad con la que convivimos cotidianamente. Como compañeras estamos luchando y tratamos que todo esto no sea tan dramático. A pesar de que esta investigación es un trabajo muy importante, en términos políticos falta bastante: somos excluidas, la prostitución sigue siendo la primera fuente de ingresos".
La investigadora Diana Maffia, por su parte, se refirió a la lucha por la identidad, por gestar el nombre propio: "¿Por qué para algunos y algunas tiene que ser una lucha, nombrarse? El nombre propio es apropiarse del vocabulario que queremos sea utilizado para que nos reconozcan. En esto consiste construir la identidad desde el lenguaje. Es una construcción permanente que tiene un sentido político. ¿Quiénes pueden elegir como ser nombrados y quienes tienen el derecho de decir acerca de otros: quiénes y cómo son? No hay paridad en este derecho. Y esto tiene que ver con las relaciones de poder dentro de la sociedad. Las travestis van construyendo su nombre hace 10 años, luchan por ser sujetos de derecho y ahora, en el mismo sentido, se constituyen como sujetos de investigación. Sujetos que dicen cómo quienes ser vistas. Imponen la autoridad de sus propias percepciones", reconoció la académica.
Asimismo, Paula Viturro del colectivo feminista Piel de Ajo, consideró: "La realización de este libro nos permitió acercar el activismo a la academia. Existe una línea muy marcada entre quienes son sujetos de observación y los académicos. Este trabajo desafía el poder clasificador que tiene la academia sobre los cuerpos".
Josefina Fernández, filosofa y compiladora del libro, sostuvo: "La gesta del nombre propio puede leerse en dos sentidos: todos los testimonios tienen por detrás la lucha por ser nombradas por el nombre elegido. Por ese nombre propio, las travestis no asisten al médico, no concurren a los hospitales, no acceden a la educación, al trabajo; por ese nombre propio son expulsadas de sus hogares. Por otro lado, quienes participamos en este libro esperamos que sea también la gesta del nombre propio para el colectivo travesti, que sea ese primer relato en torno del cual aglutinarse, politizar el padecimiento y proyectarlo".