Carta al papa: ¿A qué viene a México?
El Estado vaticano y su cúpula eclesiástica por su política históricamente ha sido cómplice de la explotación y opresión que viven los pueblos creyentes y no creyentes del mundo, un ejemplo histórico de esto es el papel que desempeño frente al fascismo alemán al convalidarlo desde la fe. La proliferación de sectas protestantes creadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con propósito contrainsurgente y la llega da de los musulmanes como “otra” alternativa para canalizar el “camino hacia cielo”, el clero católico en México atraviesa una crisis de credibilidad ante la pérdida de creyentes, lo que significa pérdida de su poder económico, político e ideológico.
Para el pueblo mexicano creyente en los milagros, seguramente están ansiosos por ver al “representante de Cristo en la tierra”, para que ahora sí haga el milagro de resucitar a las centenas de miles de asesinados extrajudicialmente y que presenten de una vez por todas a los más de 300 mil desaparecidos por este régimen burgués.
Otros, esperan el milagro que con la sola presencia de este “representante” de Dios, se acabe la pobreza y miseria a la que están hundidos más de 90 millones de mexicanos; y otros más creen que con solo sus palabras el desempleo desaparezca y los salarios alcancen para el sostén de la familia de manera digna y dejen de vivir en pocilgas.
En fin, el pueblo creyente espera toda clase de milagros para salir de esta crisis capitalista que lo mantiene sin trabajo, sin vivienda, sin oportunidad de que sus hijos terminen una carrera universitaria, que se acabe el terrorismo de Estado y que al salir a la calle desaparezca de forma divina el ¡Jesús en la boca! por el miedo a ser asesinado o desaparecido por los cuerpos policiacos y militares.
La realidad que se vive en México es otra que va más allá de lo divino y la creencia religiosa, descansa en las relaciones materiales entre los hombres, por eso nada de lo anterior sucederá, ningún papa es milagroso como no lo quieren presentar, ni mucho menos es hijo y representante de un ser supra terrenal; él es igual que todo ser humano de carne y hueso, come, caga y fornica como todo ser humano, con la única diferencia que él NO es parte del pueblo explotado y oprimido, a quien verdaderamente representa es la opresión y explotación burguesa. Por esto él NO es el papa de los pobres, tampoco “dulce guerrero”.
Es una farsa la mercadotecnia de todos los medios de comunicación al tratar de convencer al pueblo oprimido que este es el “papa de los pobres”; porque para la oligarquía y el representante de estos (Peña nieto) es el negocio del siglo, es el negocio para atraer capitales y arrodillar al pueblo mexicano ante el capital.
Por esta razón, las palabras demagógicas de este “enviado de Dios” jamás salvarán de la crisis al pueblo mexicano, porque esta crisis es mundial, y la burguesía mexicana es corresponsable de esta crisis que mantiene como parias a más de 90 millones de mexicanos asolados por el desempleo, la explotación, la opresión, hambruna… La única forma de salir de esta crisis es la lucha del pueblo, la única forma de enfrentar a los burgueses y oligarcas millonarios a quienes representa espiritualmente este papa es la UNIDAD de todo el pueblo explotado; la única forma de vencer a la ignorancia es estudiando las ciencias de la historia y la sociedad, nuestra historia, solamente así vamos a conocer nuestra realidad y vamos a transformarla.
Para muchos mexicanos que hemos entendido los problemas económicos y políticos que atraviesa nuestro país, queda claro que la crisis económica es generada por la burguesía, los oligarcas y grupos financieros en dónde no intervienen fuerzas divinas.
¿Cuál es la finalidad de su viaje a México? Indudablemente viene a contribuir con la mediatización del pueblo creyente; para que cohesione su resignación ante la opresión y explotación capitalista mediante las amenazas divinas a las que está acostumbrado aplicar: de que el que no respete las leyes neoliberales no alcanzarán el cielo y no podrán vivir en el paraíso. Todos los representantes cupulares de las diferentes religiones ideológicamente son anticomunistas, por su ideología y la política que desarrollan hacia los pueblos son conservadores, por eso están en contra de las luchas que libran los trabajadores, los explotados; el papa es uno de ellos.
En esta crisis de legitimidad de los gobernantes mexicanos, donde no pueden esconder las múltiples masacres y los miles de desapariciones forzadas, crímenes de lesa humanidad cometidas por estos gobiernos profacistas; donde los programas asistencialistas no pueden esconder la miseria en que vive el pueblo, los oligarcas y la burguesía traen a un personaje con un historial negro que en la república de Argentina se convirtió en cómplice de las dictaduras militares y bendijo las armas, soldados y gobierno que orquestaron más de 30 mil desapariciones forzadas en ese país sudamericano.
¿A qué viene el representante del Vaticano? Jorge Bergoglio viene a legitimar las leyes neoliberales impuestas por la oligarquía representada por Enrique Peña Nieto, leyes que han generado inconformidad en amplios sectores de la sociedad, que ha llevado a manifestarse en las calles, carreteras y ciudades, otros más con la aplicación de las reformas burguesas neoliberales, están en el filo de la navaja de perder su fuente trabajo y como consecuencia la comida para la familia.
Francisco I viene a legitimar la pobreza y miseria que vive el pueblo mexicano, al mismo tiempo viene a legitimar la ignorancia, viene a bendecir a los burgueses que hacen negocios con la ignorancia, porque ante la privatización de la educación los hijos del pueblo trabajador no tendrán acceso a la educación pública.
Sobre todo, viene a bendecir los cuarteles de los cuerpos policiacos y militares, a eso va al campo Marte del campo militar número uno, templo del terror burgués, viene a ungir a los mandos militares y las balas asesinas que están masacrando al pueblo, esa es la esencia de la visita papal. Por esta razón también su agenda está programada para los estados donde la lucha y la inconformidad popular son manifiestas, como también lo es el terrorismo de Estado. Su itinerario pastoral corresponde a paliar desde homilías reaccionarias y de mansedumbre la inconformidad popular en estas regiones del país donde han repuntado los crímenes de lesa humanidad.
Al representante del Estado económicamente más poderoso lo que menos le interesa son las desgracias del pueblo. Es tanta su insensibilidad que ha negado toda entrevista con familiares de víctimas de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales; en su rapacidad mercantil y avaricia ha recurrido a las masas paupérrimas para despojarlas de las pocas pertenencias para cubrir sus “humildes” viáticos y amasar mayor fortuna vía limosnas en el transcurso de su visita.
El cardenal Norberto Rivera Carrera dice que la visita del papa no implica gastos exorbitantes “son gastos que hasta ahora yo no he cuantificado, pero creo que no serán exorbitantes; lo más fuerte lo pone el gobierno, como es la seguridad”. ¡Que cinismo! Cómo si los recursos que erogan tanto el gobierno federal como la arquidiócesis no fueran del pueblo. Señor Norberto, quien verdaderamente sufragará el millonario gasto no es ni usted, ni la arquidiócesis, ni Peña Nieto, ni el gobierno federal, a quien le costará miles de millones de pesos la “modesta” visita del “papa de los pobres” es al pueblo.
Son recursos del pueblo los que sostienen tanto a la burocracia política como eclesiástica, ambas complementarias y fundamentales en la administración de la explotación económica y opresión política e ideológica. El dominio tanto físico como espiritual es su causa común de clase.
Atentamente: Sebastián de la Selva, ante s celebrador de la palabra de “Dios”.
Tomado de El Insurgente Nº 168, Año 20, Febrero de 2016.
www.cedema.org / www.noticiasdelarebelion.info