El acuerdo final de la COP21 tiene enormes limitaciones
Análisis de James Petras en CX36, 14 de diciembre de 2015. Escuchar: http://www.ivoox.com/james-petras-analiza-realidad-internacional-cx36-audios-mp3_rf_9723411_1.html
Efraín Chury Iribarne: ¿Podemos empezar con tu análisis sobre la reunión realizada en Francia sobre el cambio climático? Sobre todo, su declaración final.
JP: El hecho que todo el mundo esté discutiendo los problemas climáticos y los problemas que van surgiendo por los gases tóxicos que emiten las grandes industrias capitalistas, incluso que estos temas entren en la agenda incluso de los gobernantes más reaccionarios, es resultado de las presiones mundiales que generan estos reuniones y particularmente en los países más afectados.
Pero las decisiones concretas, el acuerdo final (de la Cumbre de París), tiene enormes limitaciones y no es adecuado por el simple hecho de que no hay mecanismos de sanciones a quienes lo incumplan. Esto es importante porque el único Congreso que no reconoce el problema climático en el mundo, es el de EEUU.
Los congresistas han declarado que no van a cumplir con ninguna de las metas acordadas. Y eso es una gran derrota para el acuerdo porque los representantes del gobierno norteamericano no tienen respaldo legislativo. Porque los congresistas creen que las regulaciones y restricciones aumentan el costo de las industrias tóxicas –como la del carbón y otras más- y creen que imponerle regulaciones baja la tasa de ganancias de los grandes capitalistas contaminantes.
Por esa razón podríamos decir que el primero en incumplirlo va a ser EEUU, y eso no puede cambiar la retórica del presidente Obama. Y en segundo lugar, está lo que dijo el Papa: la meta que se fija de 2 grados es demasiada alta. Eso no va a tener el impacto que ellos dicen. Se propone una meta más baja, de 1,5 grados o menos, para que realmente sea un impacto y se evite el desastre climático. Entonces, tanto las metas como los mecanismos debilitan cualquier impacto positivo que puede tener este acuerdo.
Ahora, llegaron este acuerdo simplemente transando y sin implicar a los movimientos sociales. Los movimientos ecologistas que están empujando, están marginados, excluidos, afuera, protestando para que los representantes gubernamentales tomen en cuenta las consideraciones más dramáticas que están afectando a varios pueblos –particularmente en los países menos desarrollados- que no son los culpables de los desastres.
Una de las cosas positivas es que la contaminación tóxica en China ha llegado a niveles insólitos y el gobierno chino ha anunciado que va a imponer restricciones sobre todas las industrias contaminantes. Es muy necesario porque millones de chinos se enferman y mueren todos los años por el efecto que tienen sobre los pulmones, cáncer etc.
Si los chinos cumplen, eso va a tener un impacto muy grande en un territorio muy extendido. Podríamos decir que en el grado que China cumpla -y no hay ninguna obligación, no hay sanciones si no lo hace- el efecto será dramático. La única forma que hay de revertir la tendencia es un pacto del pueblo movilizado, exigiendo cambios y afectando a los congresistas electos.
EChI: Se informa de una reunión de mandatarios en Arabia Saudita para tratar el tema Siria, pero se sostiene que todo avance sea al margen del presidente Bashar Al Assad. Rusia sigue oponiéndose a eso, con alguno que otro más. ¿Esa será la solución final?
JP: La reunión de los saudíes está dominada precisamente por los terroristas que están causando todo el daño y los actos más atroces. En otras palabras, no fue una reunión para alcanzar la paz, fue para acordar un arreglo bajo el gobierno más reaccionario del mundo, Arabia Saudita, que está financiando los terroristas y quiere excluir al gobierno legítimo de Bashar Al Assad. Incluso EEUU, que respalda a Arabia Saudita y tiene sus manos en la masa con los terroristas, ha criticado esa reunión.
Fue una reunión bajo el dominio de Arabia Saudita, gobierno que sigue financiando a los grupos más extremistas del Estado Islámico. Entonces no tiene ninguna importancia. Fue solo una forma de unificar a los terroristas que están divididos porque se están peleando por el dinero de Arabia Saudita, cada caudillo quiere tener acceso y controlar los fondos. Por tanto, esa reunión fue solo una expresión del poder de Arabia Saudita de movilizar terroristas y nada más. No tiene ninguna posibilidad de llegar a algún acuerdo de paz.
Y más que nada, es una forma de sabotear la reunión de Viena en la que participan Rusia, Irán, el gobierno de Bashar Al Assad con los opositores menos extremistas, menos involucrados en atrocidades; y tiene el respaldo de los países de Europa y EEUU. Pero tampoco ha prosperado porque EEUU no quiere reconocer que el verdadero interlocutor en ese proceso es el gobierno de Assad.
EChI: ¿Cómo has visto los movimientos que se operan en Brasil contra la presidenta Dilma Roussef?
JP: Tenemos una gran crisis económica en Brasil, hay mucho descontento. Pero ese descontento está repartido entre varias fuerzas. El partido socialdemócrata, de la derecha, el partido del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, es el que está involucrado con los sectores más golpistas que están apoyando la tendencia de destituir a la presidenta Dilma. Ayer tuvieron una movilización muy pobre, entre Río y San Pablo juntaron unas 25.000 personas, lo que es un mínimo apoyo.
Las tendencias ahora en Brasil están repartidas entre la derecha golpista, los corruptos del PMDB, los corruptos constitucionales del PT y las fuerzas populares que están contra ambos lados: contra el golpismo y contra el plan económico de austeridad de Dilma. No podemos poner a oposición y gobernantes en la misma bolsa, porque hay gobernantes apoyando el plan de austeridad de Dilma, mientras otro sector popular está contra el golpe pero contra la política de reajuste.
Hay una oposición que quiere golpear al gobierno a partir de esa petición y está el sector más corrupto de la derecha como el presidente del Congreso que está involucrado en lavar dinero en sus cuentas millonarias en Suiza, dinero que ha recibido por coimas en su gestión como diputado.
No hay mucho positivo en eso, tenemos que criticar al golpismo, pero no caer en la trampa de apoyar un gobierno que ha generado una inflación del 10%, una desocupación del 9%, un recession de -5%. No debemos caer en la trampa de posicionarnos contra el golpismo y por Dilma.
EChI: ¿En qué otro temas estás trabajando?
JP: Tenemos varios para analizar tranquilamente. Primero, el problema de las elecciones en Francia, donde aparentemente la derecha nacionalista, el llamado Frente Nacional (FN), perdió las elecciones regionales que ganó la derecha del Partido Republicano, mientras que el Partido Socialista terminó con un 29%, dos puntos por encima del FN.
Debemos reconocer que el FN consiguió 6,8 millones de votos y más de 300 Concejales. Y hay una gran oposición desde los sectores populares más deprimidos que votan por la derecha. No son todos fascistas ni mucho menos ultra reaccionarios, como lo pintan en la gran prensa; es un voto de protesta por las condiciones actuales.
Y hay una cosa más que debemos reconocer: que los socialistas retiraron sus candidatos en dos regiones y se unieron a la derecha para conseguir el triunfo. Esto me parece que muestra que la diferencia entre la derecha liberal y los socialistas no existe, porque el Partido Socialista declaró que había que apoyar a la derecha y eliminaron cualquier posibilidad de distinguirse entre socialistas y derecha. Ese es un argumento fuerte contra el voto de los socialistas porque con ese mandato señalan que no tienen diferencia con la derecha.
Ahora, este problema va a seguir un tiempo más .Pero ni los socialistas ni la derecha tienen solución para la crisis económica, el desempleo, el estancamiento.. Ni para los problemas de la guerra en que están involucrados en el Medio Oriente. Esos problemas van a seguir y el Frente Nacional tiene mucho espacio para continuar con su política de oposición.
El otro tema que quiero tocar es el de Turquía e Irak. El gobierno de Erdogan –muy de derecha, muy agresivo- estaba a punto de colonizar la franja del norte de Siria, pero al intervenir los rusos con ataques aéreos, bloquearon la posibilidad de Turquía de extender su territorio y controlar parte del territorio sirio.
Ahora mandaron tropas para ayudar al gobierno reaccionario kurdo del norte de Irak, pero más de cien mil personas se movilizaron en Irak exigiendo la salida de Turquía. Erdogan utiliza el pretexto de mandar tropas en Irak, supuestamente, para pelear contra el ISIS, pero en realidad busca extender su control colonial en esta región.
Pero cómo pueden decir que están luchando contra el Estado Islámico, cuando tenemos muchas pruebas, de varias fuentes, que indican que la principal fuente de ingresos para los terroristas es la venta de petróleo robado de Siria e Irak, que venden a bajo precio al hijo de Erdogan. ¿Y dónde lo vende el hijo de Erdogan? Se lo vende a Israel.
Entonces tenemos la conexión del Estado terrorista Islámico, el gobierno de Turquía y el mercado final que es Israel. Por tanto Turquía está involucrada con los terroristas islámicos y con los terroristas sionistas.
Finalmente quiero anotar una cosa sobre Venezuela. Después de las elecciones hemos visto muchos debates entre las fuerzas chavistas criticando al gobierno etc. Y hay mucho para criticar, mucho para exigir. Pero un punto básico en mi opinión es la dependencia del petróleo. Hemos hablado de eso varias veces en este programa.
Debemos entender que Venezuela no puede avanzar por ningún lado si no cambia la estructura de su economía. Ahora el precio del petróleo está en 36 dólares por barril, es imposible pensar en desarrollo con este precio. Ni por derecha ni por izquierda. Entonces, la primera cosa a discutir es como cambiar la estructura económica.
Lo segundo es terminar con la hiperinflación, ya hemos dicho que no hay gobierno que gane elecciones con altas tasas de inflación. Y tercero, vamos a ver la lucha para evitar la eliminación de los programas sociales. La derecha busca revertir muchas de las reformas sociales y eso puede provocar una guerra civil en Venezuela.
Yo no sé en qué grado el Ejército venezolano apoyará órdenes de reprimir al pueblo cuando este se levante contra las medidas que quieren revertir los cambios sociales. Es muy peligrosa la política de la derecha dura que busca enfrentamientos.
El deber del presidente Maduro -que queda con muchos poderes ejecutivos, decretos de emergencia, para defender los avances sociales logrados en los últimos años- es estar a la altura de utilizar todas las medidas constitucionales que estén a su alcance para bloquear cualquier medida que apunte a revertir los beneficios sociales como la entrega de casas para los pobres, la salud universal, la educación sin costo en todos los niveles, etc.
Es decir, si el gonierno puede mantener las principales reformas sociales harán un buen trabajo.
Extractado por La Haine