Hacia Libia 2.0: La zona de exclusión aérea es el paso previo a la invasión de Siria
Desde la noche del 22 de septiembre, aviones de combate de EEUU han estado llevando a cabo ataques con misiles y aviones no tripulados contra objetivos en los alrededores de Raqqa, la ciudad en la zona norte de Siria donde se encuentra la sede del Estado Islámico. Estos ataques no han sido autorizados por el gobierno sirio, ni por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Es conocido y documentado que los EEUU y sus aliados han financiado, entrenado y armado a facciones rebeldes en Siria, incluyendo al ISIS, con el fin de derrocar a Gobierno de Al-Assad. Esa estrategia no funcionó y ahora se nos dice que el ISIS debe ser derrotado a través de bombardeos, pero dicha intervención militar viola el derecho internacional y la soberanía territorial de Siria. El objetivo de la “Guerra contra el Terror” de Obama no es derrotar al ISIS, sino derrocar a gobiernos que no cumplen con las directrices de Washington.
La administración de Obama está planificando establecer una zona de exclusión aérea sobre el noreste de Siria. El objetivo sería desactivar el sistema de defensa aéreo del gobierno sirio a través de una serie de ataques aéreos. Una vez establecida la zona de exclusión, comenzaría a forjarse una zona de amortiguamiento gestionada por la OTAN a lo largo de la frontera turco-siria, que podría ayudar a enviar fuerzas terrestres estadounidenses a la región en 2015. La propuesta serviría para realizar una planificación estratégica ayudando a la ofensiva rebelde a debilitar a las fuerzas militares del gobierno sirio. La idea de que EEUU necesite una zona de exclusión aérea contra un grupo de sunitas que no tienen fuerza aérea es ridícula.
Los bombardeos norteamericanos han provocado que los terroristas evacuen la ciudad de Deir al-Zor, dirigiéndose a pueblos como Ayn El Arab (Kobane), produciéndose un aumento dramático de la presencia de combatientes del Estado Islámico en una ciudad más pequeña, pero que se encuentra en la frontera con Turquía. El nuevo asalto a Ayn El Arab podría muy bien ser un intento de volver a abrir la frontera entre Turquía y Siria con el fin de permitir el paso de un número aún mayor de combatientes del ISIS y equipo militar hacia Siria.
De igual modo, EEUU y sus aliados bombardearon un conjunto de edificios vacíos en la ciudad de Raqqa. Los terroristas del Estado Islámico que se encontraron en la ciudad pudieron haber sido avisados con semanas de antelación de los ataques aéreos, ya que 15 ó 20 días antes los edificios fueron evacuados y los combatientes se mezclaron con la población local.
Ese sorprendenteanuncio por parte de periodistas de la 'CNN' significaría que el ejército estadounidense sólo ha destruido edificios vacíos [aunque con valor económico] en Raqqa y que las afirmaciones de Washington sobre combatientes muertos son exageradas. Todo ha sido un gran espectáculo y las capacidades del ISIS no se han degradado, pese a los bombardeos de EEUU y sus títeres.
Con el objetivo de eliminar eficazmente a Assad, que ha demostrado ser un gran obstáculo para el establecimiento anglo-estadounidense en la promoción de sus objetivos geopolíticos en la región, y para debilitar la posición estratégica de Rusia, las fuerzas de la OTAN son absolutamente necesarias para eliminar sus defensas aéreas. Por esa razón, Occidente utilizó sus fuerzas apoderadas del ISIS para destruir la base aérea de Raqqa en el este de Siria, con el fin de abrir la mitad del país a un asalto militar estadounidense.
El ejército sirio estaba a punto de volver a tomar el control de algunas refinerías controladas por los yihadistas, ese era el caso en Dayr al Zor. Los escuadrones de la muerte ayudados por la OTAN, fueron atrapados cuando la ciudad estaba a punto de ser liberada por parte del gobierno sirio. Esa oportunidad se ha perdido como consecuencia de los ataques aéreos estadounidenses que destruyeron la infraestructura de la refinería, donde la mayor parte de los terroristas huyeron a otras áreas después de haber recibido aviso previo de los ataques, que causaron más muertes de civiles que de matones del ISIS.
De hecho, muchos de estos matones se han desplazado hacia el norte de Siria en la frontera con Turquía, de ese modo se ha reforzado a otros escuadrones de la muerte en sus esfuerzos para reabrir las líneas de suministro desde Turquía. Obama prefiere bombardear las infraestructuras para evitar que el Gobierno retome el control. La campaña de bombardeos de EEUU y sus aliados provoca la destrucción de importantes regiones de Siria y dejará poco de valor real para el ejército sirio si lograse vencer a las milicias del ISIS.
A medida que EEUU continúa su asalto contra el gobierno sirio, surgen nuevos objetivos para los ataques aéreos: no solo las refinerías de petróleo, sino los depósitos de grano, en Manbij, una ciudad al noreste de Alepo, donde se desarrollan intensos combates entre las fuerzas del ISIS y el gobierno sirio. El ataque contra las instalaciones de granos por las fuerzas de la OTAN/CGC es un ejemplo más de cómo el bombardeo de Siria no está dirigido a destruir las facciones del ISIS, sino contra las fuerzas gubernamentales, para evitar que vuelvan a tomar los recursos necesarios para proporcionarlos a sus ciudadanos o a sus fuerzas armadas.
Papel del régimen sionista
Israel ha proporcionado atención médica y otros suministros no identificados a los terroristas. En los últimos tres meses, los cipayos han transportado decenas de heridos a través de una línea de alto al fuego que ha separado a Israel de Siria desde 1974, en los Altos del Golán. Una vez llegados a Israel, reciben tratamiento médico antes de ser enviados de vuelta a Siria.
Cascos azules de la ONU han observado a grupos terroristas enviando a 89 personas heridas desde territorio sirio hacia Israel, donde fueron recibidos por miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel. Un comandante del autodenominado Ejército Libre de Siria, detenido por la milicia islamista del frente Al-Nusra, dijo a sus captores que él colaboró con Israel, a cambio de apoyo médico y militar. En un vídeo subido a youtube, Sharif As-Safouri, el comandante del ELS, admitió haber entrado en Israel cinco veces para reunirse con funcionarios sionistas que más tarde le proporcionaron material antitanque y armas ligeras.
Los ataques aéreos de EEUU y sus intentos de crear una “zona de seguridad” dentro de Siria no son más que una farsa. Los escuadrones de la muerte que se mueven fuera de control en Siria son enteramente criaturas de la OTAN y que permanecen bajo mando de la OTAN. EEUU está creando en Siria un perpetuo estado de guerra, financiando a yihadistas para luego atacarles, mientras que las bajas civiles son sólo una parte del juego.
Los bombardeos tienen el objetivo de que Raqqa quede en manos de los propios terroristas que EEUU afirma estar atacando. La idea sería que Raqqa sea la “capital de la oposición”, como Bengasi lo fue en Libia.
La creación de zonas de amortiguamiento es una parte de la agenda de EEUU en Siria desde hace años, antes de que la amenaza del ISIS se esgrimiera como pretexto potencial para la intervención militar directa de EEUU. ISIS es simplemente la última construcción que se utiliza para implementar dicha estrategia.
El ISIS ya ha logrado muchos de los objetivos implícitos de Washington. El anterior presidente de Iraq, Al Maliki, ha sido reemplazado por un títere de EEUU que modificará el SOFA [Status of Forces Agreement, acuerdo para la retirada del ejército de EEUU], permitiendo que los dirigentes sunitas y kurdos de derecha creen de facto mini-estados dentro de Irak. Esto que supondrá la total eliminación de la amenaza de un Estado unificado fuerte, que actué como país miembro de la resistencia frente a la hegemonía israelí. Y permitirá que se desarrolle el ISIS, actuando como una amenaza tangible para la seguridad regional.
La “guerra contra el ISIS”, formado por antiguos aliados de EEUU contra el Gobierno de Assad, es sólo el último episodio de la intervención del imperialismo estadounidense en el Medio Oriente, cuyo objetivo no es la libertad, la democracia o la lucha contra el terrorismo. El deseo de la Casa Blanca es la dominación de la región, rica en hidrocarburos, y la preparación de nuevos asaltos contra Irán y los principales objetivos de Washington: Rusia y China.
iniciativadebate.org. Extractado por La Haine