Legitimación y deslegitimación de la violencia revolucionaria en el Perú
La izquierda peruana tiene una historia marcada por el uso de violencia política. Seis años después de la Revolución Cubana, guerrilleros peruanos trataron de “copiar” la experiencia cubana pero fallaron dramáticamente. Los guerrilleros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) fueron vencidos en enero de 1966 después de siete meses de batalla. En 1980, con el retorno de la democracia tras 12 años de la dictadura militar, el Partido Comunista del Perú – Por el luminoso sendero de José Carlos Mariátegui (PCP-SL) inició su lucha guerrillera que duró, según la organización, hasta 1993 (un año después de la captura de sus líderes). En 1982, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) empezó sus acciones armadas. Aunque en 1996 el MRTA obtuvo fama mundial cuando tomó la residencia del embajador japonés en la capital de Perú Lima, sin embargo, en 1992, la organización ya había entrado en un proceso de descomposición cuando fue capturado su líder principal Víctor Polay.