Reflexiones sobre la masacre de París
[Traducido por La Haine]
NOTA DE LOS EDITORES
Una ola de emoción, solidaridad y repulsa recorre el mundo, causada por la masacre de París. Es legítima. Doce personas murieron a manos de un grupo terrorista en la sede del semanario francés 'Charlie Hebdo'. Entre ellos el director, cuatro dibujantes y dos policías.
El periódico, satírico, progresista, ya había sido blanco de ataques por la publicación de caricaturas del profeta Mahoma. La dimensión, el motivo y la circunstancia contribuyen a la repercusión mundial del bárbaro crimen.
El hecho de que los asaltantes hayan gritado "Alá es grande y el Profeta fue vengado!" funcionó como un estímulo a la islamofobia. La semana pasada, organizaciones de extrema derecha en Alemania, EEUU y Francia promovieron manifestaciones racistas dirigidas contra las comunidades musulmanas de estos países. Tales iniciativas ahora tienden a multiplicarse.
El presidente François Hollande, al condenar el ataque monstruoso, dijo que Francia "está en shock." Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo expresan solidaridad y horror.
Es lamentable, pero significativo, que el discurso político y los comentarios de los medios de comunicación omitan una cuestión fundamental. Responsabilizan al terrorismo, reafirman la voluntad de dar la lucha donde quiera que lleve a cabo su acción criminal, pero se abstienen de dar referencias a las causas del brote de barbarie terrorista.
Obama y sus aliados europeos, especialmente Hollande y Cameron, tienen techos de cristal. No pueden admitir que el terrorismo ha crecido en todo el mundo desde que el imperialismo de Estados Unidos (con el apoyo del estado fascista de Israel) comenzó los ataques en serie a los países musulmanes.
La Guerra del Golfo fue un prólogo. Pero fue después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 con la invasión y ocupación de Afganistán, con Bush hijo, que esta estrategia tuvo carácter prioritario.
La segunda guerra de Irak, la presencia reforzada en Afganistán, el asalto a Libia, el apoyo a las organizaciones terroristas en Siria, constituyen crímenes contra la humanidad. Invocando siempre como pretexto para guerras abyectas la democracia y los derechos humanos, EEUU mató a cientos de miles de musulmanes, destruyó ciudades, introdujo la tortura, sembró la miseria y el hambre en el Medio Oriente y Asia Central.
En esta hora en que los franceses lloran los muertos de Charlie Hebdo de muertos es necesario recordar que Sarkozy y Hollande fueron cómplices de muchos de los crímenes del imperialismo estadounidense.
Es esencial recordar que muchos de los asesinos del llamado Estado Islámico fueron entrenados por la CIA y el ejército de EEUU. Washington fomentó el terrorismo proclamando que lo combatía.