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Europa :: 31/07/2015

Sobre la situación en Grecia y el papel antipopular de Syriza

Giorgos Marinos
Se demuestra una vez más que no puede haber una negociación a favor del pueblo y la clase obrera dentro del marco de la UE

Introducción

El lunes, 13 de julio, el gobierno SYRIZA-ANEL, con el apoyo de todos los partidos burgueses, acordó en la Cumbre de la zona del euro un paquete de medidas antipopulares muy duro, un 3r memorándum, que decolla los derechos laborales-populares que quedaban.

 El miércoles, 15 de julio, el gobierno de «por primera vez izquierda» pasó por el parlamento, con los votos de los partidos burgueses ND-PASOK-EL RIO, el acuerdo de la Cumbre y el primer paquete de materialización del 3r memorándum que agrava al pueblo con nuevas y duras medidas tributarias y anula derechos de jubilación. El KKE votó en contra e hizo una propuesta para el voto nominal. Durante la votación 32 cuadros de SYRIZA votaron por el NO, 6 se declararon «PRESENTES» y hubo una abstención, diciendo que «votamos en contra del nuevo memorándum, pero... apoyamos con todas nuestras fuerzas el gobierno que lo presenta».

 La experiencia de 5 meses de gobierno de SYRIZA demuestra que no quería ni podía preparar al pueblo para que enfrente los memorándums y los monopolios, griegos y extranjeros, porque precisamente no tenía una orientación hacia la resistencia y el enfrentamiento. Al contrario, engañó al pueblo diciendo que podía abrir un camino de cambios a favor del pueblo dentro de la alianza depredadora de la Unión Europea.

 Los acontecimientos son la más estrepitosa expresión del fracaso de la llamada «izquierda gobernante» o «renovadora», de la teoría que la UE puede cambiar su carácter monopolista y antipopular.

 Se reafirman la línea de lucha del KKE, su actitud vigorosa y consecuente que rechazaba la participación en ese tipo de «gobiernos de izquierda» que en la realidad son gobiernos de gestión burguesa.

 Sobre la base de esta experiencia concreta y superando el «bombardeo» de los medios de comunicación burgueses, los trabajadores en Europa y en todo el mundo tienen la obligación de tratar de encontrar la verdad y de utilizar los acontecimientos en Grecia para sacar útiles conclusiones.

 De examinar, estudiar la línea de lucha del KKE, romper el muro de desinformación de las fuerzas burguesas y oportunistas que viven en su propio mundo de gestión de la barbarie capitalista y trabajan sistemáticamente para manipular a los trabajadores.

 ¿CUAL ES LA VERDADERA SITUACION EN GRECIA?

¿CUAL ES EL VERDADERO PAPEL DE SYRIZA? – ¿EN QUE CONSISTEN LAS RESPONSABILIDADES DE AQUELLOS QUE LO ELOGIAN?

 Primeramente, durante la crisis capitalista, en condiciones de las consecuencias dolorosas que trajo para la clase obrera y las capas populares la política antipopular del partido liberal ND y del socialdemócrata PASOK, empezó una extensa reformación del sistema político burgués.

 Se debilitaron los partidos burgueses tradicionales que se habían desgastado mucho, y se fortalecieron SYRIZA y la organización criminal y nazi «Amanecer Dorado».

 SYRIZA, de un pequeño partido oportunista se disparó a porcentajes electorales altos en las elecciones de junio de 2012, fue la primera fuerza en las elecciones de enero de 2015 y formó gobierno con el derechista y nacionalista partido ANEL.

 En todo este período, este partido atrapó a trabajadores en la formación falsa de «memorándum - antimemorándum», ocultando que los memorándums son parte de la estrategia general del capital, utilizó los problemas agudizados del pueblo, dio promesas falsas de que lo iba a aliviar y satisfacer las demandas que reclamaban los trabajadores.

 En este marco prometió que iba a avanzar directamente hacia el aumento del salario mínimo, restablecer los Convenios Colectivos, abolir el impuesto de los bienes inmuebles, aumentar el importe libre de impuestos, frenar las privatizaciones, y otras cosas.

 A pesar de las consignas que utilizó, SYRIZA formuló en la práctica una estrategia socialdemócrata y aclaró desde el primer momento que iba a administrar el capitalismo y servir a la competencia y la rentabilidad de los grupos monopolistas, aplicar la estrategia de la UE, la cual llamó «la casa europea común».

 Segundo, después de las elecciones de 2015, el gobierno SYRIZA-ANEL siguió con la política antipopular de los gobiernos anteriores. El 20 de febrero, firmó un acuerdo con la Comisión, el BCE y el FMI (Troika) y asumió compromisos para reconocer y pagar la deuda que no ha creado el pueblo, «evitar actos unilaterales», no materializar las promesas preelectorales y promover las «reestructuraciones capitalistas».

En las negociaciones que siguieron en Bruselas, el gobierno SYRIZA-ANEL presentó paquetes de propuestas de medidas antipopulares muy duras que incluían:

 Mantener los memorándums y la totalidad de las leyes de aplicación de la ND y el PASOK, imponer impuestos adicionales, abolir derechos de jubilación, privatizaciones, etc. para un monto de 8 mil millones de euros, contra el pueblo. Esta propuesta ha sido parecida a la propuesta de la Troika, cuyas medidas antipopulares se calcularon a 8,5 mil millones de euros.

Las discrepancias en las negociaciones y el retiro en algún momento del gobierno SYRIZA-ANEL no tienen nada que ver con la proyección de resistencia para la defensa de los intereses populares, como se presenta erróneamente por ciertos partidos en el exterior.

 En la mesa estaban los intereses de los monopolios y sobre esta base se expresaron contradicciones más generales que tienen que ver con la mezcla de la gestión del capitalismo, el rumbo de la zona del euro y la posición de Grecia en ella (incluido el grexit), las contradicciones entre Alemania y Francia, los Estados Unidos y la zona del euro, sobre todo Alemania, para la primacía en Europa.

 Tercero, en estas condiciones el gobierno presentó en el parlamento, el sábado, 27 de junio, una propuesta para un referéndum tratando de acorralar al pueblo con el SI o NO en el paquete de las medidas antipopulares de la Troika, y se negó a llevar al juicio del pueblo su propia propuesta antipopular.

 En el parlamento, el KKE demandó que se iba a votar en el referéndum por:

 1.      La propuesta de la Troika2.      La propuesta del gobierno3.      La propuesta del KKE por la «DESVINCULACION DE LA UE, LA ABOLICION DE LOS MEMORANDUMS Y DE TODAS LAS LEYES DE APLICACION ANTIPOPULARES».

 El gobierno de manera arbitraria se negó a poner en votación la propuesta del KKE con el objetivo de chantajear al pueblo y sacar provecho del voto popular presentándolo como una aprobación de su propia propuesta, del nuevo memorándum.

 El KKE se opuso, denunció el chantaje y presentó al juicio del pueblo su propia papeleta que decía: «NO A LA PROPUESTA DE LA UE-EL BCE Y EL FMI. NO A LA PROPUESTA DEL GOBIERNO. DESVINCULACION DE LA UE CON EL PUEBLO EN EL PODER».

 Esta papeleta circuló en los centros de trabajo, en los barrios populares, fuera de los centros de votación el día del plebiscito, y a la vez el KKE llamó al pueblo a resistir con todos los medios y expresar su oposición a los nuevos memorándums.

 En las condiciones de dilemas falsos y de chantajes, el KKE explicó al pueblo que tanto el SI como también el NO se iban a utilizar para imponer nuevas medidas antipopulares.

 Esa decisión es un gran acervo para nuestro pueblo para que continúe la lucha por sus propios intereses.

 Una parte importante de nuestro pueblo resistió. Echó a las urnas la papeleta del KKE, votó en blanco o nulo – más de 350 mil, el 6% - una parte de los trabajadores se abstuvo.

 El KKE no puso un objetivo numeral para el referéndum, su posición ha sido una actitud política de principios, ha dado un mensaje político al pueblo, de no rendirse ante los dilemas de chantaje, tanto aquellos que provenían de la Troika como aquellos del gobierno y los demás partidos políticos burgueses.

 Cuarto, un día después del referéndum, el 6 de julio, los acontecimientos reconfirmaron de la manera más característica las posiciones y la línea de lucha del KKE y comprometieron los partidos que junto con SYRIZA celebraban en el exterior o enviaban mensajes de apoyo al primer ministro griego.

 El día después del referéndum, a iniciativa del primer ministro Tsipras y con la participación del presidente de la República, se realizó una reunión de los jefes políticos que aclaró aún más el escenario.

 SYRIZA, ANEL, ND, PASOK, El RIO, o sea todos los partidos burgueses, firmaron una declaración común que entre otras cosas menciona: «El reciente veredicto del pueblo griego no constituye un mandato de ruptura, sino un mandato de continuación y fortalecimiento del esfuerzo para conseguir un acuerdo socialmente justo y económicamente viable...», confirmando que la totalidad de los partidos burgueses están listos para firmar un acuerdo, un nuevo memorándum con la Troika contra el pueblo.

 El Secretario General del Comité Central del KKE, el camarada Dimitris Cutsumbas estuvo en desacuerdo, discrepó y después de la reunión de los jefes políticos declaró entre otras cosas: «Hemos expresado claramente una vez más los puntos de vista del KKE tanto sobre las apreciaciones del resultado electoral como sobre todo de los inmensos problemas que vive el pueblo griego en esta alianza depredadora de la UE, con una política que lleva todo el tiempo y aumenta los callejones sin salida  para el pueblo, para los ingresos populares, el rumbo del país, el camino de nuestro pueblo en general.

 Se demuestra una vez más que no puede haber una negociación a favor del pueblo y la clase obrera dentro del marco de la UE, en el camino capitalista de desarrollo. ... Nadie autorizó a nadie ir a firmar nuevos memorándums, nuevas medidas dolorosas para nuestro pueblo».

 Quinto, después del referéndum, el gobierno SYRIZA-ANEL envió al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) una demanda para un programa de préstamos para 3 años de alrededor de 50 mil millones de euros, con un nuevo convenio de préstamos y un nuevo memorándum.

 El viernes, 10 de julio, el gobierno presentó a la Troika (UE, BCE, FMI) un paquete provocador de nuevas duras medidas antipopulares – un tercer memonándum que ahora superaba los 12 mil millones de euros!!! O sea, 4-5 mil millones más que el paquete que negociaba antes del referéndum.

 Ese mismo día, en la discusión en el Parlamento el gobierno pidió y recibió de los partidos burgueses, ND, PASOK y EL RIO, su apoyo y autorización para firmar el acuerdo antipopular, el tercer memorándum.

 Mientras tanto, en el amanecer del lunes, 13 de julio, el primer ministro Tsipras se puso de acuerdo en la Cumbre de la zona del euro sobre un nuevo préstamo de 85 mil millones de euros y un paquete-memonándum muy peligroso y antipopular, que de verdad masacra los derechos laborales-populares que quedan.

 Los siguientes ejemplos son característicos:

 Se mantienen el ENFIA, el impuesto para los bienes inmuebles, y las otras duras medidas fiscales de la ND y del PASOK, que han llevado a la desesperación a millones de familias populares, y además, se aumentaron los coeficientes del Impuesto de Valor Agregado (IVA) y los alimentos enpaquetados y otros artículos de consumo popular pasan al más alto coeficiente de 23%, se derogan las exenciones fiscales para los campesinos, se aumenta mucho el IVA en las islas, y otras.

 La propaganda gubernamental que dice que se van a aumentar los impuestos para las grandes empresas y los armadores no es válida. Se trata de una gota de agua en el océano. Las exenciones fiscales de los armadores, del gran capital en general, se mantienen.

 Se mantiene la totalidad de las medidas contra el seguro social, se reducen las pensiones, se aumenta la edad de jubilación, se mantiene la exoneración de los empleadores de las contribuciones  para el seguro social, y además, se toman nuevas medidas para la abolición de la jubilación prematura que queda y se jubilan todos con los 67 años, se deroga el subsidio para los jubilados que reciben una pensión muy baja, se aumentan las contribuciones de seguro para los trabajadores, se unifican los fondos de seguro y se igualan sus derechos tomando en cuenta los índices más bajos, se examinan medidas duras adicionales en nombre de la viabilidad del sistema de seguro social.

 Se mantiene la «Edad Media» para los trabajadores que rige en los centros de trabajo, se congelan los Convenios Colectivos, se mantienen los salarios reducidos, y además, se toman nuevas medidas para adaptarse a las líneas directrices de la UE expandiendo los acuerdos personales entre los trabajadores y los empleadores, se fortalece el empleo parcial y temporal y las relaciones laborales precarias.

 Se aplica la caja de herramientas del organismo imperialista OCDE (que el gobierno considera como un colaborador estratégico suyo) que preve la liberación de profesiones, la abolición del domingo como día festivo, etc.

 Se mantienen las privatizaciones que se han hecho hasta ahora y se promueven nuevas, de los puertos, de 14 aeropuertos regionales, del ferrocarril, de la empresa de administración del gas natural, etc.

 Se crea un mecanismo para hipotecar y vender las riquezas públicas para recoger 50 mil millones de euros y pagar los préstamos, etc. 

 Se crean excedentes primarios de 1% para el año 2015, 2% para 2016, 3% para 2017, 3,5% para 2018 y se aplica un mecanismo para recortar automáticamente los salarios, las pensiones, los gastos sociales en caso que haya una desviación fiscal.

 Para presionar al pueblo para que acepte estas medidas el gobierno SYRIZA-ANEL utilizó, como lo hicieron la ND y el PASOK, el mismo dilema de chantaje: ¿Un nuevo memorándum más duro o una bancarrota del estado a través de un grexit?

Se repitió el mismo dilema que en el primer memorándum y en el segundo y cada vez que iba a darse el desembolso de un plazo. Cada vez, el pueblo tiene que eligir el «mal menor» que al final conduce al mal mayor.

 Aún ahora que la política antipopular de SYRIZA es bien obvia, Tsipras trata de crear esperanzas falsas, argumentando que el acuerdo incluye un ajuste de la deuda (que aumenta con el nuevo préstamo) y los llamados «paquetes de desarrollo».Pero es conocido que la deuda en todo caso la paga el pueblo y los «paquetes» se van a dirigir nuevamente a los grandes grupos económicos monopolistas que van a tener beneficios múltiples.

 Sexto, no se trata sólo de eso, la política antipopular del gobierno SYRIZA-ANEL se expresa, además, en la política exterior.

 El gobierno griego en 5 meses dio un gran apoyo a la OTAN, a los Estados Unidos, al eje euro-atlántico.

 No sólo mantuvo sino también se compormetió que va a fortalecer las bases OTAN-norteamericanas en Suda, el cerebro de las intervenciones y guerras imperialistas en la región, en Aktio (radares volantes), los cuarteles generales en Tesaloniki, en Lárisa, etc.

 Anunció que en acuerdo con los Estados Unidos va a establecer una nueva base de la OTAN en el Mar Egeo, en la isla Kárpatos.

 Con posiciones gubernamentales oficiales se comprometió que va a ofrecer las fuerzas armadas y las bases militares para nuevas guerras imperialistas en la región para enfrentar a los yihadistas y «proteger a las poblaciones cristianas».

 Participa en maniobras militares con los Estados Unidos e Israel y aumenta las relaciones militares, políticas y económicas con el estado israelí que sigue ocupando Palestina y golpeando cruelmente a su pueblo.

 La llamada «política multidimensional» con Rusia y China, con los BRICS se hace para promover los intereses de los grupos monopolistas para mejorar sus posiciones en el escenario energético en el marco de la competencia imperialista, involucrando a nuestro pueblo en nuevas aventuras

 ALGUNAS CONCLUSIONES

A través de ese rumbo los trabajadores en Europa y en todo el mundo pueden sacar conclusiones importantes sobre los acontecimientos en Grecia, condenar las fuerzas políticas que defienden el rumbo capitalista de desarrollo y la Unión Europea, esa unión interestatal imperialista.

 Los/las comunistas, los obreras y las obreras tienen la obligación de examinar los acontecimientos sobre la base de los datos reales.

 Apreciar la actitud de decenas de Partidos Comunistas que han tratado de analizar con criterios de clase los acontecimientos en Grecia y cumpliendo con el internacionalismo proletario han contribuido apoyando la lucha del KKE, han publicado sus boletines de información y conferencias, han escrito artículos y han luchado contra las confusiones que sembró SYRIZA y el Partido de Izquierda Europea.

 El KKE agradece profundamente a las decenas de Partidos Comunistas y las Juventudes Comunistas en todo el mundo que han expresado de manera multifacética su solidaridad y han estado al lado de la lucha de nuestro partido y de la KNE.

 Agradecemos a los trabajadores y las trabajadoras, sindicatos y otras organizaciones del movimiento popular que desde el exterior apoyan la lucha del movimiento clasista en Grecia.

 Nuestro partido seguirá dando luchas duras y honrar su confianza.

 Realmente, en las condiciones de la fuerte presión que ejerció el mecanismo ideológico burgués y la intervención de las fuerzas oportunistas, es un elemento muy importante la expresión masiva de la solidaridad internacionalista. Es una contribución en nuestra lucha común, constituye una experiencia valiosa y si se aprovecha de ella dará frutos en el próximo período.

 A la vez, los y las comunistas, los trabajadores y las trabajadoras hace falta que examinen cuidadosamente y condenen las fuerzas oportunistas y en total las fuerzas que ocultaron todo ese tiempo las posiciones del KKE y se alienaron con SYRIZA embelleciendo la esencia antipopular clasista de su política, su carácter socialdemócrata.

 Un papel especialmente peligroso en la manipulación de los trabajadores juega el PIE, el «Partido de Izquierda Europea», que en las posiciones socialdemócratas de SYRIZA vió su propia estrategia transformada de gestión burguesa, sus propias posiciones de adaptación a la UE.

 Era por esperar.

 Es un gran problema que algunos Partidos Comunistas reprodujeron las posiciones de SYRIZA, lo presentaron como una fuerza de resistencia frente a la UE, callando el hecho que este partido es un defensor de la alianza depredadora europea y de la OTAN, un administrador del sistema capitalista cruel.

Esas fuerzas saludaron el NO del referéndum, pero ocultaron que detrás de eso apareció el SI de SYRIZA al nuevo memorándum, a nuevas medidas que continúan sangrando a nuestro pueblo.

 Desinformaron –voluntaria o involuntariamente- a los trabajadores en sus países. Ligaron la actitud del gobierno griego a la defensa de la «soberanía popular», pero la realidad subraya que el pueblo no puede ser soberano si está rodeado de los chantajes de las fuerzas del capital, si tiene hambre, si está desempleado, si es víctima del capitalismo y de los capitalistas que roban las riquezas que producen los trabajadores.

 La actitud de estos partidos objetivamente estuvo en contra de la lucha del KKE y funcionó a expensas de los intereses de la clase obrera, de las capas populares en Grecia, en cada país, porque el apoyo a la nueva socialdemocracia fortalece al adversario de los trabajadores, siembra ilusiones y confusiones.

 No hay justificación. Las responsabilidades son grandes. Los partidos que ocultaron las posiciones del KKE, organizaron manifestaciones de apoyo a SYRIZA y saludaron la socialdemocracia están en evidencia.

 En la práctica, las concentraciones p. ej. en París, Roma, Bruselas, Nicosia, Lisboa y en otras ciudades, independientemente de los organizadores y las consignas, han sido utilizadas por SYRIZA como una coartada «de izquierda» para fortalecer su posición, aparecer como un «salvador» e imponer a los trabajadores griegos nuevas duras medidas antipopulares.

 No es la primera vez que hablamos de esos temas. Las consecuencias del impacto oportunista en la líneas del movimiento comunista, las consecuencias de la contrarrevolución continúan y son dolorosas.

 Como se conoce, nuestro partido ha expresado firmemente por muchos años su solidaridad internacionalista, incluso con Partidos Comunistas que se alienan hoy en día con sus adversarios políticos. El KKE sigue una actitud de principios y así vamos a continuar.

 Sin embargo, sobre la opción de los Partidos Comunistas que se pusieron a la parte de la socialdemocracia hace falta que se abra un debate en el movimiento comunista europeo e internacional para que se salgan conclusiones.

 Quien pierde la brújula de clase, la brújula revolucionaria, se dirige a la gestión del capitalismo, incluso si mantiene el nombre de comunista, incluso si formalmente hace referencia al socialismo.

 Eso ha sido reconfirmado por la experiencia histórica y esto es el problema de algunos partidos que utilizan la calumnia del sectarismo para discriminar la lucha revolucionaria, ocultar su propio retroceso de los principios del marxismo-leninismo, imponer la gestión burguesa.

 Los últimos acontecimientos han abierto serios temas que se tienen que debatir aún más.

 Los partidos socialdemócratas, p. ej. tipo SYRIZA y PODEMOS, trabajan para la manipulación de la clase obrera, la aseguración de la gestión capitalista con consignas de seudo-izquierda.

 En la práctica, con el ejempro de SYRIZA se ha demostrado una vez más que los llamados «gobiernos de izquierda» son una forma de gestión y reproducción de la explotación capitalista, siembran ilusiones, desarman a las fuerzas populares y llevan al fortalecimiento de fuerzas conservadoras, al retorno de los gobiernos de derecha. Los ejemplos de los «gobiernos de izquierda» en Francia, Italia, Chipre, Dinamarca e, incluso, en países de América Latina, reconfirman esta apreciación.

 La posición que presenta como solución a favor del pueblo la sustitución del euro por una moneda nacional, p.ej. la dracma, en Grecia, una posición que defienden varios grupos de ultraizquierda y cuadros de SYRIZA que han votado en contra del tercer memorándum en el parlamento, constituye un «engañabobos» para los trabajadores. La moneda por sí sola no puede resolver ningún problema a favor del pueblo. La explotación capitalista continuará y lo que determina los acontecimientos es qué clase social tiene el poder y los medios de producción en sus manos.

 El intento de explicar los acontecimientos con posiciones que presentan a Grecia como una «colonia» no tiene una base objetiva, tacha las metas y los intereses de la burguesía, no toma en cuenta el desarrollo capitalista desigual y las relaciones desiguales entre los estados capitalistas.

 La opción dominante de la burguesía es que se mantenga Grecia en la OTAN y en la UE y la cesión de derechos soberanos es la opción conciente que aspira acorazar el capitalismo y servir a los intereses de los monopolios dentro de las alianzas imperialistas.

 El enfoque de la atención en la actitud de Alemania, el esfuerzo de explicar los acontecimientos a través del «golpe de Schäuble» oculta la esencia de los antagonismos interimperialistas, los intereses que se chocan.

 La opción del gobierno SYRIZA-ANEL a elegir aliados, p. ej. los Estados Unidos y Francia, nada tiene que ver con los intereses populares, sólo con los intereses de los grupos monopolistas, involucrando aún más a nuestro pueblo en el ovillo de los antagonismos imperialistas.

 Son características las recientes declaraciones del cuadro de SYRIZA y vicepresidente del gobierno que mencionó: «Hace falta agradecer públicamente al gobierno de los Estados Unidos y al presidente Obama, ya que eventualmente sin su propia contribución e insistencia de que el acuerdo tiene que contener también temas de la deuda y del horizonte de desarrollo, eventualmente no íbamos a tener éxito».

 LA LUCHA DEL KKE

El KKE tiró para delante ya que ha enriquecido su estrategia en base a las demandas actuales de la lucha de clases, superando «las etapas intermediarias» de gestión del sistema explotador y las distintas variantes para mantener la democracia burguesa, defendiendo las leyes de la revolución y construcción socialistas.

 Nuestro partido aprovechó la línea de lucha anticapitalista-antimonopolista, la línea de concentración y preparación de fuerzas obrero-populares para el derrocamiento del capitalismo, para el poder obrero-popular, el socialismo, rechazando la colaboración con el partido socialdemócrata de SYRIZA y toda participación en un gobierno de gestión burguesa.

 Dio una respuesta contundente en las elecciones de 2012, continuando -dentro de condiciones difíciles- la lucha política, ideológica y de masas independiente teniendo como criterio las necesidades de las familias obreras y populares.

 Libró la batalla de las elecciones de 2015, aumentó sus fuerzas y aprovecha su grupo parlamentario de 15 diputados para resaltar los problemas populares, presentando importantes propuestas de leyes, como ha sido la para la abolición de los memorándums y las leyes de aplicación que el gobierno se niega a poner a discusión en el parlamento ya hace 5 meses.

 Aprovecha su grupo europarlamentario que está al lado de los trabajadores, conquistando un nuevo nivel de intervenciones políticas importantes después de haberse retirado de la GUE/NGL, que se ha convertido en una dependencia del PIE.

 La continuación de esta política de lucha es la actitud orgullosa del KKE en el reciente referéndum, cuando reveló la política antipopular del gobierno SYRIZA-ANEL, de la Troika y los partidos burgueses que defienden la meta de «mantenerse en la UE cueste lo que cueste» y presentando su propia propuesta al pueblo.

 Nuestro partido interviene de manera firme en los acontecimientos políticos, lucha contra las dificultades y las debilidades y trabaja sin descanso en los centros de trabajo, en el movimiento obrero-popular, protagoniza en las luchas de la clase obrera, del campesinado, de las capas intermedias, de la juventud, continúa su accionar internacionalista, fortalece sus relaciones con decenas de Partidos Comunistas en todo el mundo y trata de discutir su experiencia con los/las comunistas, con fuerzas obreras de vanguardia en el exterior.

 Los deberes son muy serios. El KKE lleva el peso en la organización de la resistencia de los trabajadores contra el acuerdo antipopular del gobierno SYRIZA-ANEL, para que se eleven las exigencias y se desarrolle un movimiento de reivindicaciones que demandará masivamente la recuperación de las pérdidas, la satisfacción de las necesidades actuales.

 El movimiento clasista, el PAME y las demás agrupaciones de lucha, intensifican las movilizaciones masivas, hacen esfuerzos para organizar un movimiento de solidaridad apoyando a aquellos que sufren el desempleo y la pobreza, el apoyo a los jubilados, los trabajadores que hacen cola en los bancos para retirar una pequeña parte de su pensión o su salario dados los límites en las transacciones bancarias.

 Con comités de lucha en los centros de trabajo, en las fábricas, en los hospitales, los supermercados, los servicios públicos, con la movilización de los «comités populares» en los barrios.

 Son herramientas valiosas para fortalecer la lucha popular.

 Este es el rumbo que seguimos y llamamos a la clase obrera, las capas populares a adoptar masiva y firmemente la propuesta política del KKE para la mejor posible organización de los obreros y las obreras, la reorganización del movimiento obrero, para el fortalecimiento de la alianza popular entre la clase obrera, el campesinado, las demás capas populares pobres, para que se refuerce la lucha por cambios profundos y radicales. Por la socialización de los monopolios, por una planificación central científica de la economía, la desvinculación de la UE y de la OTAN y el desarrollo de relaciones mútuamente beneficiosas con otros estados y pueblos, por la eliminación unilateral de la deuda, con la clase obrera, nuestro pueblo de verdad en el poder.

KKE

 

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