Monsanto y Blackwater, el vínculo imperial
El vínculo entre las dos empresas estadounidenses fue dado a conocer el año pasado, algo que posteriormente fue ocultado por las corporaciones mediáticas y desmentido por Monsanto.
El gigante del agronegocio, que controla el 86 por ciento del mercado de transgénicos a nivel mundial y el dominio del 27 por ciento del mercado de semillas, compró los servicios criminales de Blackwater -que van desde información ilegal hasta inteligencia de infiltración, lobbismo político y entrenamiento paramilitar- durante 2008 y 2009 según la corporación “sólo para efectuar un seguimiento de información pública, de sus opositores”, a través de la compañía subsidiaria Total Intelligence, la información fue divulgada por el semanario The Nation.
Erick Prince, republicado y ex marino de guerra quien fundó el ejército de mercenarios en 1997, es el dueño de Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center, las dos compañías que Blackwater utiliza para brindarle dichos servicios a las multinacionales -entre las que se destacan otras como Chevron, Walt Disney y Royal Caribbean Cruise Lines, junto a gigantes bancarios como Deutsche Bank, y Barclays, tal como comprobó el semanario estadounidense-.
Uno de los directores de Total Intelligence, Cofer Black, quien se hizo famoso por su brutalidad como dirigente de la CIA, fue la persona que hizo contacto con Monsanto. Desde el ejecutivo de la multinacional de la biotecnología afirmaron que dicha compañía era una “entidad totalmente separada de Blackwater”.
Sin embargo, The Nation accedió a correos electrónicos de Black emitidos tras un encuentro con las autoridades de Monsanto, donde se explica a otros ex agentes de la CIA, utilizando casillas de Blackwater, que la discusión durante la reunión decantó en la suposición de que Total Intelligence se convirtió en “el brazo de inteligencia de Monsanto”, “para espiar activistas y otras acciones, como integrar legalmente a estos grupos”. Monsanto pagó a Blackwater 127.000 dólares en 2008 y 105.000 dólares en 2009.
Blackwater es considerado como la mejor empresa militar privada con el mayor alcance de tropas y el gobierno de Estados Unidos es su mayor contratista. Se encarga de la seguridad privada de diplomáticos estadounidenses principalmente en Oriente Medio, el resguardo de bases militares, y la presencia de tropas activas en numerosos países.
El ejército de mercenarios, conformado en su mayoría por ex integrantes de las fuerzas de seguridad estadounidenses destituidos de sus cargos por abuso de autoridad o falta de disciplina, tiene numerosas demandas en su haber por crímenes de guerra. Además, la empresa ha sido acusada por exportar fusiles de asalto y equipamientos militares sin permiso, así como por facilitar información confidencial sobre helicópteros y transportes de tropas blindados a regimientos extranjeros.
Recientemente, un tribunal de Washington declaró culpables a cuatro agentes de Blackwater por el ataque perpetrado siete años atrás contra más de 30 civiles iraquíes -causando 14 muertos y 18 heridos-, el que se convirtió en un caso testigo de los abusos cometidos por los miles de mercenarios contratados por el gobierno de Estados Unidos para pelear en Irak y Afganistán y de la falta de control que existía sobre ellos.