No a la guerra, sin condiciones

x Alizia Stürtze - Historiadora

A los que llevamos años denunciando el imperialismo yanki en general y todas las guerras que por su propia naturaleza genera nos pareció un pelín oportunista y «hollywoodiense» el repentino atracón mediático de actores españoles «comprometidos» chupando cámara contra la anunciada invasión de Irak, y denunciando airadamente los cacheos padecidos al entrar al Congreso (¡pocas comisarías y cárceles deben visitar!). No nos creímos que con ello pusieran en peligro su carrera profesional, sino más bien que habían decidido aprovechar la ola de sentimiento popular para desapolillar su vetusto traje izquierdoso y echarle una manita al PSOE, en plena carrera de desgaste del PP y de reconquista de La Moncloa. Y es que, no lo olvidemos, con los sociatas en el gobierno a la movida madrileña le fue bastante mejor que con los opusdeístas y legionarios de Cristo del gobierno popular.

Pero como contra esta salvaje agresión imperialista toda ayuda viene bien, hasta nos habíamos alegrado del show montado por el star system español. Desgraciadamente, se ha vuelto a demostrar que en el Madrid de hoy, como en el de Franco, los colectivos de «izquierda» siguen incapaces de traspasar los límites del bloque ideológico dominante y se mantienen adictos/plegados a las relaciones imperialistas de subyugación de las naciones «periféricas» establecidas por el poder central. Por ello, cada vez que se animan a sacar un poquitín los pies de las alforjas, se ven obligados a adornar su reivindicación con una mención expresa del que el franquismo también consideraba su enemigo principal: el independentismo vasco. Así su «No a la guerra» lo han travestido en el absurdo binomio «No a la guerra/No a ETA», para ver si así el PP les perdona su «travesura».

Leo en sus periódicos artículos criticando a Bush por buscar poco consistentes excusas para la guerra y a Aznar por plantear que no respaldar el belicismo gringo supone «ser neutral frente al terrorismo». Y no puedo evitar traspasar esta censura a la postura del PP/PSOE en Euskal Herria y al desembarco de los artistas/guerreros de ¡Basta ya! en Gasteiz. Leo en sus editoriales críticas a la administración norteamericana por «construir hipótesis en torno a la ausencia de evidencias». Y me doy cuenta de que ése es precisamente el «método de trabajo» del ejecutivo/legislativo español: establecer relaciones ETA/izquierda abertzale donde no las hay, y que, según Alonso, «lo saben hasta los niños de teta». Binomios con sentido se pueden hacer muchos: No a la guerra/No a la tortura y al Terrorismo de Estado; No a la guerra/No al Imperialismo; No a la guerra/No al Nuevo Orden Mundial... Pero dado que lo importante es aunar fuerzas, un simple y conciso «No a la guerra» es la mejor consigna. Ténganlo en cuenta, por favor, señores artistas.

17/02/03

 
         
   
 

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