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Venezuela :: 11/03/2015

Venezuela en el ajedrez geopolítico mundial: La importancia estratégica de la revolución bolivariana

Jorge Forero
Las revolucionarias/os debemos asumir un compromiso histórico: no permitir que Venezuela sea controlada nuevamente por el capital monopólico trasnacional

En el escenario actual, Venezuela es una de las piezas clave del ajedrez de la geopolítica mundial. Por tal motivo las fuerzas del la burguesía trasnacional, despliegan una ofensiva sin precedentes contra la revolución bolivariana.

La caída tendencial de la tasa de ganancia que experimenta la economía global, afecta las posibilidades de reproducción ampliada del capital y genera contradicciones que agudizan la lucha de clases en todo el orbe.

Por tanto, la crisis estructural del capital se acentúa y el metabolismo del sistema exige el dominio absoluto sobre las materias primas y la fuerza de trabajo, para reducir drásticamente los costos de las mismas, y con ello ampliar los niveles de ganancias.

Tal situación explica el posicionamiento militar de los EEUU y la OTAN sobre áreas de interés estratégico en todo el mundo, y las guerras de rapiña que se han adelantando durante los últimos 25 años: Irak, Yugoslavia, Panamá, Afganistán, Libia, Siria, Ucrania, por mencionar algunos hitos, así como los conflictos en las regiones de medio oriente, África y Colombia (muy convenientes para el gran capital).

Pero donde hay poder, hay resistencia (Foucault, 1994), el saqueo inherente al imperialismo, y la expoliación producida mediante ejércitos de ocupación, han generado las condiciones intersubjetivas para que los trabajadores del mundo reconozcan a la burguesía mundial como su enemiga de clase, y al capitalismo como un sistema depredador de lo humano y de la naturaleza, enemigo de la soberanía, la autodeterminación y el bienestar de los pueblos.

Los gobiernos contra hegemónicos al orden mundial del gran capital, ya no son una particularidad folclórica de América latina y el Caribe. Y más importante aún, resurgen y acumulan fuerza los movimientos revolucionarios anticapitalistas en todo el mundo. El fantasma del socialismo recorre nuevamente al mundo.

La revolución bolivariana desempeñó un papel sustantivo, en el despertar de ese fantasma, pues logró resucitar desde sus cenizas a la utopía concreta y realizable del socialismo. Hoy el liderazgo de Chávez y del bravo pueblo de Venezuela, representan una referencia mundial en la lucha por la autodeterminación de los pueblos, por la solidaridad internacionalista, por el antiimperialismo y el anti capitalismo.

Pero las contradicciones no terminan allí, al contrario se tornan más complejas. Es innegable que la crisis que experimenta actualmente la formación económico-social venezolana, atenta contra el proceso de cambios que se han llevado a cabo en los últimos 15 años, y constituye una amenaza de restauración neoliberal.

Los revolucionarios y las revolucionarias debemos tener conciencia respecto al signo capitalista de los factores que han producido y determinado la crisis. A pesar de los logros y las conquistas sociales muy valiosas, la lógica del capital nunca ha dejado de dominar las relaciones sociales de producción, distribución y consumo en Venezuela.

Por ejemplo, la lógica del capital domina en las incoherencias en la política fiscal –que favorece al gran capital-, y en las inconsistencias de la política monetaria, así como las debilidades para controlar la banca, el mercado de divisas y la balanza de pagos del país (Sutherland, 2013), han estimulado fenómenos como la devaluación, y sus nefastas repercusiones para una economía sostenida por el ingreso petrolero y con un mercado nacional dependiente de las exportaciones: la inflación y la escasez. Variables que en conjunto, están pulverizando el salario del pueblo trabajador (López Sánchez, 2014), es decir, su capacidad de satisfacer necesidades fundamentales.

Incluso, la lógica del capital ha desencadenado fenómenos de envilecimiento y lumpenización, como el contrabando de extracción, el mercado negro de bienes de consumo de primera necesidad, y el fraude cambiario, todos amparados por la corrupción como forma de relación propia de la lógica del capital (Corena, 2014).

En Venezuela, la economía subordinada a la lógica del capital domina las relaciones sociales, por sobre la economía política del trabajo. Por tal motivo y con claridad meridiana el Comandante Hugo Chávez problematiza la realidad en la introducción al Plan de la Patria 2013-2019: “No nos llamemos a engaño: la formación socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros”.

Sin embargo, y en sintonía por lo planteado por Chávez, como expresión de la dialéctica del poder y de la lucha de clases, existen espacios concretos de resistencia anticapitalista, primordialmente en sectores fundamentales de la clase obrera, y en experiencias de Comunas en territorios determinados, con lo cual además se están construyendo injertos socialistas. Asimismo, se ha desarrollado un imaginario radical (signado por la conciencia de clase y el pensamiento antiimperialista) en una proporción significativa del pueblo venezolano.

Los elementos referidos, representan la base material de la resistencia anticapitalista y antiimperialista, una porción importante del pueblo venezolano tiene la conciencia histórica y de clase necesarias para comprender que las tensiones sociales que se desarrollan en Venezuela son la expresión concreta de la acción sistemática de las agencias del capital monopólico trasnacional, para recuperar el control absoluto de recursos naturales estratégicos localizados en abundancia en Venezuela, entre los que sobresalen el petróleo, el gas natural, las reservas hidrológicas, la biodiversidad y minerales como el coltán.

El gran capital necesita del saqueo de los recursos naturales y de la sobre explotación de la fuerza de trabajo de la clase obrera y el campesinado en Venezuela, para ampliar los circuitos del capital, para aumentar la tasa de ganancia, y para promover su reproducción, en palabras del geógrafo David Harvey (2007), Venezuela representa una solución espacial-temporal para posponer la implosión de la crisis estructural del capitalismo.

Dicha conciencia es una herramienta para advertir que las contradicciones presentes en la acción de gobierno, son el producto de las tensiones internas dadas por: i) las múltiples presiones que se ciernen sobre Venezuela a través de la estrategia que Ana Esther Ceceña (2014), denominó: Golpe de espectro completo; ii) el carácter heterogéneo de la composición de clase y la ideología de la dirigencia del movimiento bolivariano; iii) la naturaleza burocrática, corporativa y antidemocrática del Estado burgués, que repercute negativamente en las relaciones entre el gobierno y el pueblo.

Pero además, para reconocer que el poder del Estado en manos de revolucionarios(as), puede ser (potencialmente) un instrumento político para avanzar en la transición al socialismo, mediante cambios en el marco normativo (que regula las relaciones económicas y las relaciones sociales), o a través de políticas públicas, cuya implementación puede subvertir la lógica del capital o al menos para promover relaciones socialistas.

Pero de ninguna manera, la toma del poder es sinónimo de revolución socialista. Entonces el gobierno no es un fin en sí mismo, es un medio para el cambio social, no es el único. Así como hay revolucionarios(as) en el gobierno, también hay contrarrevolucionarios(as), y vaya que los hay, eso forma parte de las contradicciones internas y las tensiones que se producen cuando se atenta contra el poder del capital.

No se trata de defender la visión posmodernista del poder, mucho menos de plantear que los revolucionarios(as) debemos renunciar al poder político (por un puritanismo estéril). Pero es necesario tener claridad en que el proyecto histórico-político de la revolución bolivariana trasciende y trascenderá al gobierno.

No obstante, en las condiciones actuales, con el fascismo mundial al acecho y amenazante (ese mismo que ha bañado de sangre a otras soluciones espacio-temporales, tales como Irak, Libia Siria, y Ucrania), resulta vital la defensa del pacto social refrendado por el pueblo durante el proceso constituyente de 1999, y por ende la defensa del régimen democrático y el Estado Social de Derecho y de Justicia, como conquista del pueblo venezolano.

También es preciso tener claridad en que las contradicciones con el gobierno bolivariano no son antagónicas, a pesar de la contrarreforma en marcha, de los múltiples elementos disonantes, de las incoherencias y de la presencia masiva en todos los niveles de gobierno de actores cuya acción no tiene nada que ver con la praxis revolucionaria, es un hecho objetivo que Venezuela obstaculiza (al menos de manera relativa y parcial) los intereses del capital monopólico trasnacional: nada más y nada menos que al enemigo estratégico de la revolución socialista.

No se trata de defender las desviaciones que se producen desde el poder del Estado, pero sí de defender las conquistas y logros del proceso de cambio desarrollado en Venezuela. Tenemos la obligación de asumir la resistencia contra la lógica del capital y de seguir en la materialización y construcción de experiencias socialistas, y además de asumir la batalla ideológica para desmitificar la crisis actual.

La lucha de clases a escala mundial, exige que los revolucionarios y las revolucionarias asumamos un compromiso histórico con la causa socialista mundial: no permitir que Venezuela sea controlada nuevamente por el capital monopólico trasnacional. Esa es la lucha que debemos emprender. Mientras tanto, el juego de ajedrez sigue en marcha, los pueblos del mundo siguen en lucha, y el fantasma que sigue recorriendo el mundo se hace materia poderosa y subversiva.

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Referencias

§ Chávez, Hugo (2012), Plan de la Patria 2013-2019. Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Caracas.

§ Ceceña, Ana (2014), Los golpes de espectro completo. En: Reordenando el continente. Revista: América latina en movimiento. N° 495. Disponible en:http://www.alainet.org/publica/495.phtml

§ Corena, Jaime (2014), El Origen y Superación de la llamada Corrupción. Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a197691.html

§ Foucault, Michael (1994), Verdad y Poder. Diálogo con M. Fontana, en Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Barcelona: Altaya.

§ López Sánchez, Roberto (2014), Pulverización del Salario. Disponible en: http://www.aporrea.org/trabajadores/a188569.html

§ Sutherland, Manuel (2013), Aumento del 894% en importación estatal, caída en las reservas y estatización del Comercio Exterior, Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a174465.html

* Jorge Forero es Integrante del Colectivo Pedro Correa y promotor del Movimiento de movimientos UNÍOS/ Profesor e Investigador

 

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