Pensar la estrategia política a partir de las nuevas lecturas sobre la obra de Gramsci
La situación actual nos exige avanzar en este plano, al tiempo que impulsamos la creación o revitalización de los espacios de debate democráticos, pues no tendría sentido que estas discusiones se reduzcan a un mero intercambio entre intelectuales.
Es cierto que, a comienzos del siglo XXI, la derrota de las fuerzas neoliberales se imponía como un objetivo en sí mismo y la propia crisis económica y social la convirtió en una estrategia compartida por movimientos sociales, partidos de centroizquierda e izquierda y la mayoría de la población. Sin embargo, y equivocadamente, se dejó de lado luego la reflexión estratégica (tal vez la excepción más clara es el caso de Bolivia).1 Por lo tanto, la táctica política no contó con la necesaria guía en la cual debía enmarcarse y derivó en un tacticismo centrado en la obtención y preservación de los espacios de poder estatal.