También promueve el acaparamiento de los nuevos materiales demandados por la tecnología digital (cobalto, litio, tierras raras). Por todos los costados acentúa un descalabro climático, que no eximirá a EEUU del desastre en curso. Trump pretende sepultar la inefectividad del capitalismo verde con mayor extractivismo, para satisfacer a sus financistas del sector petrolero, gasífero y carbonífero. Pero los efectos de ese suicidio estarán a la vista en poco tiempo.