“Muerte en los andamios, muerte en los trenes, el capitalismo se alimenta de sangre”: así comienza el largo comunicado publicado el domingo para reivindicar la responsabilidad de los dos atentados explosivos. El grupo recuerda que "sólo en los últimos tres años, más de 600 trabajadores han muerto y más de 1.000 han resultado gravemente heridos: un crimen capitalista de Estado".
El 28 de febrero de 2023, 57 personas, entre ellas muchos estudiantes, murieron cerca de la ciudad de Larisa, donde un tren Intercity que salía de Atenas y se dirigía a Salónica chocó con un tren de mercancías que circulaba por la misma vía en dirección contraria. El accidente se debió a la falta de mantenimiento ferroviario, a los anticuados sistemas de frenado automático y a un posible error del jefe de estación, estresado por las largas jornadas de trabajo. Una tragedia que se podría haber evitado fácilmente si el sistema automático de información hubiera estado operativo en la línea. Financiado con fondos comunitarios que llegan con cuentagotas y otorgado a empresas ineficientes y corruptas.
"La dirección de Hellenic Train y, por supuesto, el gobierno y el Ministerio de Transportes sabían muy bien lo que significaban estas deficiencias criminales. Sabían perfectamente que el ferrocarril, falto de personal debido a los recortes y sin infraestructuras de seguridad, estaba destinado, también por errores humanos por falta de formación y sobrecarga de trabajo de los empleados, a provocar muchas desgracias", prosigue el comunicado.
La organización también reivindicó los atentados del Ministerio de Trabajo y los dedicó "al pueblo palestino y a su heroica resistencia".