Entrevista realizada por La Haine a Oscar Grácia, militante anticapitalista barcelonés, con motivo de la Huelga General que tendrá lugar en el Estado español el 20 de junio.

¿Crees que el seguimiento de la huelga en Barcelona será masivo?

El aumento de la precariedad ha hecho que muchísima gente esté atemorizada, con miedo a decirle al patrón: el día 20 no vengo.

¿Pero crees que el apoyo es notablemente mayoritario?

Está claro que casi todos quieren protestar, pero tienen miedo. El otro día un compañero de críticos de CCOO dijo que estaban colapsados de llamadas de trabajadores que pedían por favor que organizaran piquetes en las puertas de sus empresas para hacer huelga y seguirles. Por otra parte, parece que la Seguridad Social ha enviado faxes a todas las empresas recordándoles que a los que hagan huelga deben darles de baja ese mismo día y de alta el siguiente (cosa casi imposible y que dará números bajísimos de gente que haga huelga) con el objetivo de poder decir el mismo día que oficialmente sólo un 10 o 12 % de gente consta que haya participado en la huelga. Si salen esos números bajísimos y la huelga no es abrumadoramente seguida se podrá decir al día siguiente que ha sido un fracaso con lo que por una parte seguirán con sus reformas adelante y por el otro meten en la resignación y desmoralización a todos los que creían que se podría cambiar algo, y se sentirán solos, aislados y parte de una minoría.

¿Y si ocurre lo contrario?

Si las movilizaciones son mayoritarias, el argumento que explique la realidad con los números bajísimos de huelguistas 'oficiales' sería el siguiente: "Había una mayoría que a priori quería trabajar pero no pudo hacerlo por culpa de las coacciones de los piquetes". Las preguntas de la encuesta del CIS del 14 de junio parece que iban por ese camino, de 'marcar' a los piquetes como coaccionadores y a una mayoría de gente que no quiere ir a la huelga.

¿Cómo crees que se podría combatir eso?

No sé cómo se podría combatir esto, pero está claro que sin los piquetes la huelga será un fracaso por el chantaje patronal.

15 de junio de 2002