Catalunya. 14/01/03.- Activistas catalanes denuncian el hostigamiento de la policía promovido por la Audencia Nacional y sus intentos de relacionar al movimiento libertario catalán con un paquete-bomba enviado a la redacción del diario El País en Barcelona. En este artículo enviado a La Haine por uno de los afectados se desvelan los detalles de la campaña. MIÉRCOLES 29 DE MAYO DEL 2002
: EL DÍA DEL MOTÍN Desde hace algún tiempo, en Barcelona se están llevando a cabo diversas investigaciones sobre personas y grupos que supuestamente son susceptibles de formar parte de los movimientos sociales que luchan contra las prisiones. En las páginas web de los sindicatos de carceleros, aparecía un acuerdo por el cual, éstos, instaban a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, a que abriese una investigación de oficio desde la fiscalía, contra los grupos que desde el exterior estaban apoyando a l@s pres@s y a los que hacían responsables de todos sus problemas y frustraciones. Tras el sospechoso envío, en este pasado mes de Diciembre, de un "paquete bomba" a la redacción que El País tiene en Barcelona, la investigación a tomado un giro represivo y se ha convertido a su vez en instigación policial con seguimientos, controles, escuchas telefónicas policiales,... y hasta posibles entradas en domicilios de algunas de las personas que están siendo controladas y perseguidas. Tras la aparición el día 2 de enero en el diario ABC de un artículo, en el que, según fuentes policiales, existe una posible conexión del supuesto grupo italiano (CCCCC) que remitió ese sospechoso envío al diario El País, con varios grupos de Catalunya y que, según la policía, son de tendencia anarquista, cabe suponer que dichas acciones represivas vienen ordenadas desde las altas instancias de la Audiencia Nacional, con todo lo que ello supone. En el citado artículo del ABC, se hace mención de grupos como AAPPEL, ACOPS y Cruz Negra Anarquista, ninguno de los cuales existe actualmente en Catalunya, y señala a este último grupo, como el responsable del envío de otro paquete bomba en julio del 2002, a la sede del sindicato de prisiones CATAC en Girona, explicando que, además, "la policía vigila de cerca las actividades de estas agrupaciones que a principios de diciembre participaron en unas jornadas en Cornellá" y que convocaron diferentes movilizaciones, como la concentración contra la construcción de una prisión en Sant Esteve Sesrovires o la marcha a Brians y "la tradicional protesta ante los centros de Wad-Ras y Modelo de Barcelona". En la misma página, aparece otro artículo con toda una extensa relación de artefactos explosivos que fueron colocados el año pasado en Catalunya y otro artículo más, en el que tendenciosamente intenta relacionar a los grupos libertarios con el movimiento independentista. Es evidente que en lo que a represión se refiere, la prensa es un instrumento más al servicio de la criminalización policial. Hasta la fecha, se sabe que al menos ocho personas en Catalunya, han sido objeto de esa persecución y cabe la sospecha, de que estas investigaciones, puedan servir posteriormente, para engrosar los sumarios de otras causas que se encuentran abiertas y que son conocidas por tod@s. Me refiero a la de Eduardo o a la de los compas de Valencia. Últimamente, en ciertas páginas web en las que aparecían las convocatorias de las movilizaciones por los compas de Valencia, se han puesto de manifiesto algunas opiniones que públicamente apelando a la anarkía, incitaban a llevar a cabo actos de violencia en dichas manifestaciones y que parecían provenir más bien de un provocador ávido en descubrir complicidades dispuestas a llevar a cabo esas prácticas, que de un revolucionario. También hemos detectado otros tipos de tácticas y provocaciones mucho más sutiles con las que amparándose en el dominio y la posesión de los medios tecnológicos apropiados, pretenden socabar la integridad moral, ética y psicológica de las personas. Mientras los políticos hablan de reformas penales, para llenar todas las nuevas cárceles que pretenden construir, las otras cabezas de la serpiente fascista del poder, ya buscan a sus nuev@s inquilin@s entre la disidencia y entre el sentimiento crítico contra el sistema. El eco de las palabras de Bertolt Brecht, resuenan como una terrible premonición: "Primero se llevaron a los comunistas ... pero claro está, siempre en nombre de nuestra supuesta libertad, de la paz y por la democracia... Nota del diario
ABC criminalizando al movimiento libertario catalán ABC. Jueves 2 de enero de 2003. BARCELONA. La policía sospecha que la Celule Contre Capitale Carcere i Susi Carceri e le sue Celi (CCCCC), grupo radical italiano que el 12 de diciembre de 2002 envió un libro-bomba a la sede del diario «El País» de Barcelona, podría tener conexiones con grupos libertarios catalanes de ideología afín. Como se recordará, miembros del grupo Tedax de la Policía Nacional desactivaron un artefacto, enviado desde Milán por correo postal al citado rotativo, que contenía unos 50 gramos de explosivos dentro de un libro junto a una nota en el que el denominado «grupo de las cinco C» exponía las bases de su doctrina. «La cárcel es el único camino para conservar la sociedad capitalista» es el lema de la CCCCC, que reivindica la excarcelación de los enfermos terminales, el fin de la dispersión de los presos y medidas de libertad para prisiones con condenas de más de 20 años de cárcel. Asimismo, el grupo italiano pide la eliminación del Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES). En su nota,la CCCCC instaba al boicot contra Repsol e Iberia, compañía ésta última que posteriormente sufrió dos atentados. Lo que más ha llamado la atención a la policía es el hecho de que en Italia, país de origen de esta cédula, no se aplica la dispersión de presos (medida contemplada en España para miembros de bandas terroristas) y no existe el FIES, lo que hace suponer que la CCCCC tiene conexiones con determinados grupos reivindicativos. Se da la circunstancia de que, tres días antes del atentado frustrado contra «El País», la Brigada de Información de la Policía elaboró un informe al que ha tenido acceso ABC sobre las actividades de varios grupos de tendencia anarquista que podrían pertenecer a la órbita de la CCCCC. Entre ellos se encuentra la Asamblea de Apoyo a las Personas Presas en Lucha (AAPPEL), la Asamblea contra las Prisiones (ACOPS) o Cruz Negra Anarkista, grupo este último al que se relacionó con el envío de una carta bomba en julio de 2002 a la sede del sindicato de prisiones CATAC en Girona. Desde entonces, la policía vigila de cerca las actividades de estas agrupaciones, que a principios de diciembre participaron en unas jornadas en Cornellà de Llobregat (Barcelona). Estos grupos estaban llamados a participar en una concentración el pasado 14 de diciembre en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) contra la construcción de una segunda prisión; en una manifestación del día 21 que saldría desde Molins de Rei hasta la cárcel de Brians, y en la tradicional protesta ante los centros de Wad-Ras y Modelo de Barcelona. |