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Desconocida Sintel
Lucía Draín
Hace poco llegaba la denuncia del silencio de los medios de propaganda del Régimen sobre el grave conflicto humano y laboral de los trabajadores de Sintel. Pues bien, en su edición madrileña el diario monarco-capitalista ABC rompe su silencio informando que "los trabajadores de Sintel empiezan a hacer obras en pleno Paseo de la Castellana", aportando unas ridículas fotos y datos espurios. Acostumbrados a la simbiosis entre el Ministerio del Interior y los medios de propaganda, no resulta extraña la sutil sugerencia del diario ABC para que el asunto Sintel se resuelva por la fuerza. Claro.
No conozco personalmente a nadie relacionado con Sintel. Admito que me cuesta seguir la charleta contable que describe el latrocinio. Pero claramente percibo que el conflicto Sintel alcanza la categoría de paradigma.
Paradigmático. Sintel, potente empresa tecnológica, es vendida por la izquierda capitalista española a una fuerte familia de la ultraderecha caribeña, la familia Mas Canosa. En sus últimos días de poder el infame PSOE ponía un apropiado estrambote al soneto "progresista". El expolio de las privatizaciones que se han extendido por las canijas predemocracias liberales -y otros regímenes capitalistas- ha demostrado con frecuencia lo que ha terminado ocurriendo también en el caso de Sintel: los nuevos propietarios despezadan el botín, repartiéndolo habitualmente con los líderes del Régimen.
Por el momento, las personas ajenas a Sintel desconocemos las responsabilidades penales de la derecha capitalista española -actual titular del poder en el régimen. Responsabilidades que con seguridad nunca serán ejecutadas por su propio sistema judicial. Pero la firmeza de los trabajadores de Sintel, representada por un precioso campamento en el madrileño Paseo de la Castellana, va a permitir que una pequeña parte de la población llegue a conocer el expolio. Sólo quien haya visto el campamento en el corazón del "imperio" -desde el estadio de futbol Santiago Bernabeu hasta plaza Castilla- puede comprender hasta qué punto Sintel simboliza la reacción frente al régimen.
Por ello, la sociedad civil próxima a la izquierda no capitalista debe apoyar a los trabajadores de Sintel con todos los medios. También los económicos.
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La Haine
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