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Ahora se cumplen quince años de la Ley sobre los Derechos y Libertades de los Extranjeros en España: los hechos nos han dado la razón a todas las personas que nos opusimos a ella. No sólo ha sido inservible social y políticamente, sino que ha servido para profundizar las diferencias entre nacionales-inmigrantes, ha precarizado todas las condiciones de la inmigración, y además, insidiosamente -como veremos más tarde- se ha creado un estado de opinión que vincula a la inmigración con la delincuencia organizada -la víctima pagando las culpas de los cibernegreros-. Siempre denunciamos que aquella ley nunca iba a suponer una verdadera integración social de los inmigrantes. Tampoco iba a conceder más derechos democráticos. Lo único que contrajo fue acentuar la persecución policial de los extranjeros y que actualmente en Ceuta y en Melilla más de 7.000 ciudadanos posean el TIR -Tarjeta de Identidad y Residencia-, un documento identificativo carente de cualquier legalidad jurídica , ¡inconstitucional! y contrario a los Derechos del Hombre.
La realidad ha forzado a los grupos parlamentarios a iniciar la revisión de una ley a todas luces insuficiente, regresiva y represiva. Desde un primer momento sabíamos que la llegada al gobierno de España de un partido conservador no iba a mejorar en absoluto la situación de los inmigrantes. En la primera ocasión que tuvo el sr. Aznar para demostrar su sensibilidad, en el lapidario nacional ha quedado grabado con fuego y sedantes aquello de "teníamos un problema y lo hemos resuelto", en referencia a los sucesos ocurridos en Ceuta en agosto del 98. A partir de ahí empezó un periodo de demonización de la inmigración.
Sin solución de continuidad llegamos a El Ejido, no sólo el PP sacó a relucir su cara más reaccionaria y demostró que su política migratoria van a ser porras y expulsiones, sino que supone un fracaso para la democracia española, que ha sido incapaz de establecer unas condiciones de igualdad, justicia y solidaridad hacia los inmigrantes.
Los cientos de naufragios con sus cadáveres son el resultado del invisible muro digitalizado que ha creado la Ley de Extranjería en el Estrecho de Gibraltar. Los miles de "sin papeles" que malviven en España es otro de los frutos de esta ley.
Un problema colonial de ayer
Las razones de la actual avalancha de inmigrantes es responsabilidad única y exclusivamente de la situación de endémica pobreza económica, política y social de los países pobres. Unido a esto, es la cicatera actitud de los países ricos que utilizan el látigo de la OMC para imponer sus draconianas condiciones a la mayoría de estos países. La migración no responde sólo a razones internas de los países de origen.
El verdadero "efecto llamada" viene de las propias necesidades de los países económicamente más avanzados para mantener su nivel de competencia y desarrollo. Quién iba a decir que las pensiones futuras de los ciudadanos europeos dependen del volumen de llegada de nuevos inmigrantes.
Los países desarrollados achacan a los países de origen el problema.
Pero eso no es cierto. Sólo quien es capaz de tergiversar los hechos históricos pueden afirmar con rotundidad que las causas que originan la inmigración son los países de expedición.
Los siete u ocho países más avanzados del planeta nunca podrán ocultar que una parte importante de su riqueza actual se debe a que en épocas pasadas parte de su población emigró en masa: "entre 1846 y 1939 unos 59 millones de personas dejaron Europa, la mayoría para dirigirse a América" (OIT). Además, los estados imperialistas han estado durante varios siglos robando a su antojo en sus posesiones coloniales, dejando diezmados los recursos naturales de los territorios ocupados. La descolonización fue un espejismo que trajo la liberación nacional, pero los blancos se habían llevado la mantequilla. África es el vivo ejemplo de los crímenes cometidos por las potencias nacionales.
Qué podrán decir los países que fueron colonias, pocas cosas, dado que la descolonización los colocó directamente en un lugar periférico y marginal en el mercado mundial, exportadores de materias primas exclusivamente,.
Ésta no es la única desgracia que sufren los países en
vías de desarrollo. La liberación nacional les impuso el yugo
de la deuda externa. Según el arzobispo de Ciudad de El Cabo, John Ndungane:
"...es la forma moderna de esclavitud". Cada africano nace debiendo
hoy ¡60.000 ptas.! Una cifra que nunca podrá pagar. Un ejemplo
revelador de los grilletes impuestos por el colonialismo financiero a los países
pobres: Tanzania gasta ¡cuatro veces! Más en pagar los intereses
de la deuda externa que en educación. La educación es la base
fundamental para el progreso de las naciones. Veamos qué educación
reciben los países menos desarrollados: en la campaña "Educación
Ahora: rompamos el círculo de la pobreza" de la red internacional
de ONG's OXFAM, cuya filial española es INTERMON, y que empezó
en septiembre del 99, dice que unos 125 millones de niños no van a la
escuela, y que otros 150 millones de menores dejan el colegio antes de aprender
a leer o escribir, con el resultado de que uno de cada cuatro adultos (870 millones)
es hoy analfabeto. Y que las proyecciones no son nada halagüeñas
para África:
en el año 2015 serán africanos tres de cada cuatro niños
sin escuela.
Un problema "global" de hoy
No sólo en la educación se da una extrema degradación en los pueblos excluidos de la globalización. En África se está dando una nueva forma de holocausto, quizás la más cruel. UNICEF en su informe "El Progreso de las Naciones 1999" dice: "las dos terceras partes de los casos de la pandemia están en África, donde esta enfermedad ha matado a ¡11 millones! de personas, de los cuales 2,75 millones eran niños. La catástrofe no deja de crecer. Cuatro de cada cinco nacimientos en Botswana en el 2000 morirán de sida antes de cumplir los cinco años".
La realidad se nos muestra tenaz en sus hechos dejando que los hipócritas, los nuevos apóstoles de la vieja receta del "mercado, mercado, mercado" y los nuevos líderes de diseño, hagan adoptar a los pueblos dócilmente las terceras vías hacia el feudalismo tecnológico.
La mundialización de los mercados, la OMC, la "nueva" economía, el zoco cibernético de internet, sólo beneficia al puñado de países más avanzados. Esto lo reconocen hasta los propios organismos del imperialismo. El informe anual sobre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, refiriéndose al reparto mundial de las nuevas tecnologías, apunta que "lejos de extender el acceso a la información y a las comunicaciones a toda la población mundial, internet está incrementando, con una graveddad sin precedentes, las desigualdades entre países pobres y ricos, entre las clases sociales favorecidas y marginadas...". como ejemplo ilustrativo nos informa de que "en Bangladesh un ordenador cuesta ¡ocho! Años de sueldo medio de un trabajador. Mientras que en Estados Unidos, el precio del mismo equivale al sueldo mensual medio de un trabajador".
El actual Gobierno hace "orejas" sordas a la realidad
En un mundo donde sólo una quinta parte de la Humanidad puede decirse que vive en la sociedad del bienestar,no habrá muros de Berlín, ni leyes de extranjería, ni tratados de Schengen que puedan frenar este maremoto humano.
Nosotros, a diferencia del Ministerio del Interior, no queremos sembrar la inquietud entre la población. Lo perentorio es un debate abierto y democrático. Nosotros queremos saber la opinión de los trabajadores sobre lo que está ocurriendo con este asunto que, podemos asegurar, es de vital importancia. No sólo para los países pobres, también debería serlo para las regiones más avanzadas. La economista Carmen de Miguel, habla de "el declive demográfico en Europa y el crecimiento imparable de la población del (mal llamado) Tercer Mundo". Desde 1970, la tasa anual de crecimiento de la población de lo que hoy es la UE se ha reducido desde un 6,4% a un 2,3%. De España se dice: " destaca en este contexto por un descenso de la fecundidad más acusado que el promedio europeo".
Son datos aportados por la Oficina Estadística de la Unión Europea. ¿Conocerá estos datos nuestro Gobierno? Permítannos que tengamos nuestras dudas. Guiándonos por la "acción del Gobierno", vemos que se acentúa el hostigamiento institucional a toda la inmigración con/sin papeles. "La detención de inmigrantes sin papeles se ha triplicado con el Gobierno del PP" (El País, 19.04.99). Se trata de los sistemáticos y reaccionarios intentos por parte del ministro de Interior de crear una nueva bestia negra: la inmigración.
Empezamos a conocer la hipocresía y la demagogia política del Gobierno de Aznar y su centrismo electoralista, que en los hecho reniega de sus palabras de consenso y diálogo, atacando una ley que pone a España a la altura de los países con más tradiciones democráticas. La Contrarreforma que pretende el Ejecutivo es un ejemplo palpable de su prepotencia contra los más necesitados. Además, ha hecho gala de un evidente acto antidemocrático y antiparlamentario al consensuar durante ¡18! Meses con todos los grupos políticos la vigente ley, para luego dar la puñalada trapera en su trámite en el Senado.
Pero los hechos vuelven a estar en contra de la línea marcada por el Gobierno, sobre todo de la del sr. Ministro de Interior, muy dado a las declaraciones pedagógicas en los medios de comunicación, adalid de la actual política migratoria. Las Naciones Unidas es un organismo poco dado a los alarmismos. Su división de Población, en una noticia enmarcada en NY, afirma: "España y el resto de la Unión Europea se verán abocados a recurrir masivamente a mano de obra extranjera para conservar sus cifras de población y, sobre todo, para garantizar las pensiones de sus habitantes..." A todo esto, ¿Qué hacen los gobiernos de la Unión? Hasta ahora bien poco. En el mejor de los casos, declaraciones bienintencionadas para tapar una desagradable realidad de las sociedades más desarrolladas, que tienen a sectores de población sometidos a la marginación social, al desarraigo cultural y a la mayor explotación económica sólo por ser distintos, para sostener sus "avanzados" sistemas sociales.
Una de las supuestas razones que da el Gobierno para reformar una ley (la anterior duró quince años aun siendo infinitamente peor) que no ha tenido la oportunidad de probarse es el famoso "efecto llamada". Pues bien, la causa de dicho efecto no ha sido hasta ahora precisamente la benevolencia de dicha ley. España entera está llena de anuncios de la clase: "se buscan extranjeros para empleos vacantes". Ojalá las cosas fueran tan sencillas como eso. De momento las cosas son verdaderamente paradójicas: el director del Servicio de Estudios del BBVA, Miguel de Sebastián, declara a la agencia EFE que se incrementaría en 100.000 el cupo actual de inmigrantes, como una forma de paliar el déficit futuro de las pensiones...
Spain sigue siendo "different"
Cada periodo en el desarrollo de la economía ha tenido una fuerza laboral específica. Lo mismo que el feudalismo tuvo sus siervos, la expresión física de las necesidades laborales de la mundialización del mercado de hoy son los inmigrantes. En general siempre serán "beurre".
Suelen proceder de regímenes opresivos (por lo común de excolonias), lo que garantiza la docilidad laboral. Una de sus cualidades suele ser la movilidad.
A principios del siglo XX en Europa, fue el éxodo masivo del campo a la ciudad el que permitió el fantástico crecimiento productivo con las innovaciones técnicas introducidas por Taylor y Ford en la producción de masas en Europa y América. La necesidad del capitalismo de nadar en un solo mercado mundial, le exige una enorme cantidad de manos y cerebros, alrededor de 240.000 personas al año sólo en Europa para sostener un sistema social que sólo produce mercancías. Con el agravante de su agotamiento demográfico, sacrificado en el altar del progreso. Todos estos padecimientos y sacrificios son para mantener un sistema social agotado y carente de alternativas transformadoras. Donde todo lo nuevo no hace sino exagerar las diferencias de riqueza.
Las primeras potencias empiezan a ver las orejas al lobo, y por eso convocaron la Conferencia sobre Modernidad y Gobierno en el Siglo XXI", el pasado junio en Berlín, en la que no participó España, o mejor dicho, en la que no permitieron la participación al sr. Aznar. A nosotros nos surge la duda: ¿No será que nuestro país, con el actual gobierno de mayoría absoluta, vuelve a ser "different"?
Una de las conclusiones fundamentales recogidas en el comunicado final de los participantes (sres. Schröder, Clinton, Jospin, Lagos, Cardozo...) en la conferencia "Gobierno Progresista para el siglo XXI", fue la manifestación "a favor de la integración social y el respeto a la diversidad étnica, cultural y religiosa", porque ello "fomenta el intercambio de ideas y conocimientos" . en vez de adoptar esta actitud abierta y dialogante hacia la emigración, el gobierno español se obstina en una política que tiene en contra a la mayoría social (incluida la iglesia) del país, en contra del progreso de la economía española a largo plazo, como hemos visto anteriormente.
La ilegalidad nace cuando la realidad supera las normas jurídicas y, en vez de darle la solución necesaria, desde las instituciones y sectores se demoniza, se criminaliza esta nueva realidad. Ya están dadas las condiciones para que proliferen los negocios criminales y los más abyectos instintos humanos. ¿Qué Derecho es ése que penaliza a la víctima y se olvida del verdugo?
Fronteras para las personas, no para el mercado
La contrarreforma del Gobierno quiere liquidar los derechos fundamentales que la actual reconoce a los inmigrantes con papeles.
Quedan suprimidos los derechos de reunión, asociación, manifestación y sindicación". La ley quedará ciega, sorda, muda, coja, y manca de las dos manos.
Lo que pretende el Ejecutivo con este enfrentamiento con los inmigrantes es que el verdadero sostén de la economía española sean las pateras. Consideramos que ningún miembro del Gobierno actual tiene la suficiente autoridad moral para denigrar la anterior Ley de Extranjería, y desde luego, la contrarreforma del PP en ningún momento es "más progresista" (sic) (Sr. Javier Arenas en R5).
Nosotros sí podemos criticar la anterior ley y la actual, puesto que nosotros estamos "en primera línea de playa" contra la Ley de Extranjería, por un proceso abierto de regularización, por los plenos derechos de los inmigrantes.
Cualquier contrarreforma de la nueva ley es, no para atacar a las mafias, es fundamentalmente para tener controlada y dócil a la inmigración.
Hacen falta los medios para acabar con esta infinita sangría de vidas humanas sacrificadas por el principio vital de cualquier ser vivo: la supervivencia.
La hipocresía y la falsedad de los países económicamente avanzados no paran de bombardearnos con sus anuncios, sus discursos retóricos sobre el libre comercio, en los que proponen la no existencia de fronteras ni obstáculos administrativos para comprar y vender todo.... Claro está, para el que tenga algo que vender, y dinero para poder comprar.
Ahora, eso sí, no sólo mantienen las viejas fronteras nacionales, sino que endurecen sus leyes para tener férreamente controlado el movimiento de personas, cosa totalmente opuesta a la historia evolutiva de la especie humana.
El libre comercio es el principal causante del "efecto llamada planetaria". Este mercado que está necesitado de más brazos para mantener su competencia, a cambio de una creciente esclavitud laboral.
Hoy por hoy, eso es un inmigrante sin papeles.
Aunque existen los medios necesarios para atender este éxodo mundial en busca de una vida digna, el régimen mundial que quiere imponer la OMC, sin reglas ni normas que lo dirjan, con el sr. Mercado de sumo sacerdote, lo único que está predicando es un ataque frontal a las conquistas sociales y democráticas de los pueblos. Una constante precarización de las condiciones laborales y sociales de los trabajadores, que alcanza ya a los países más ricos (EEUU tiene más de cuarenta millones de pobres).
En esta trascendental situación, las críticas no pueden estar dirigidas a las fuerzas conservadoras y reaccionarias. La socialdemocracia de todo pelaje tiene gran responsabilidad. Ya que desde sus gobiernos, ha inspirado muchas de las normas antiinmigratorias de la UE. La única medida verdaderamente fiable para revertir esta masiva llegada de personas en busca de unas condiciones mejores para vivir es la transferencia masiva de capitales y tecnología productiva hacia los países en vías de desarrollo, la derogación íntegra de la deuda externa, y la facilitación de las medidas necesarias para que las libertades democráticas se instalen en todo el planeta.
Abbas Lachmi
Kolectivo
La Haine
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