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Oleada represiva contra los movimientos sociales a 25 años de
la muerte Franco
Madrid 20-N: Salvaje represión policial orquestada
por el gobierno y la prensa
La izquierda social madrileña se ha visto convulsionada en las últimas semanas tras las detenciones de dos jóvenes pertenecientes al movimiento autónomo, Eduardo García Macías y Estefanía Maurettea, cusados falsamente del envío de 7 paquetes-bomba a los periódicos "La Razón", "Abc" y "El Mundo", y a la ONG "Movimiento Contra la Intolerancia", estrechamente vinculada al derechista Partido Popular.
Preparando la represión: A la de una
El 7 de noviembre el diario La Razón difunde en su sección nacional que "fuentes policiales han revelado la vinculación de miembros de Jarrai con el movimiento «okupa» y anarquista de Madrid". Y además de señalar y nombrar a multitud de colectivos y oganizaciones concretas, relacionadas con la izquierda extraparlamentaria, subraya que "todo este barrio de Lavapiés está inundado de cárteles a favor de la suspensión de los FIES, considerados los presos más peligrosos. Una exigencia que estaba en las cartas que había en los paquetes bomba enviados a periodistas de La Razón y a otros medios de comunicación".0
Dicho y hecho. Dos días después son detenidos Eduardo García Macías (en su casa) y Estefanía Maurette (en su puesto de trabajo), acusados del envío de estos paquetes-bomba. También ese mismo día diversas casas particulares son registradas injustificadamente. A los detenidos les aplican la Ley Antiterrorista y les mantienen incomunicados sin poder hablar siquiera con sus abogados.
El sábado 11 de noviembre Estefanía sale en libertad sin cargos y Eduardo ingresa en la cárcel de Soto del Real. Esa misma noche, sale en libertad provisional bajo fianza de cinco millones de pesetas.
La prensa señala, la policía y los jueces actúan: A la de dos
El jueves 16 de noviembre, de nuevo el diario La Razón publica que "los okupas defienden a Pepe Rei y a su revista, y justifican el envío de las cartas bomba a varios medios de comunicación". Además, se descarga duramente contra el foro alternativo de debate en internet acp.sindominio.net y otras páginas web anarquistas.
Al día siguiente, Eduardo García Macías, que había sido puesto en libertad días antes tras pagar la fianza, es vuelto a detener de manera ilegal e ilegítima por orden del titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo. La Razón publica que "según informaron fuentes jurídicas, el representante del Ministerio Público fundamentó su petición en los hechos expuestos por el fiscal en el recurso que presentó contra la libertad del acusado, en el cual aseguraba que los hechos que se le imputan a García Macías tienen relación con organizaciones terroristas con conexiones internacionales, por lo que el acusado encontraría auxilio para ocultarse en el extranjero. En el mismo sentido, la Fiscalía mantiene que el imputado tiene reconocida su pertenencia a movimientos radicales y que ha mantenido contactos con miembros de los Grapo y de Eta que se encuentran en prisión".
Algo que tanto sus familiares como sus allegados encuentran totalmente descabellado.
A la de tres
A escasos días del aniversario de la muerte del dictador fascista Francisco Franco la Delegación de Gobierno muestra claramente su cara más fascista. El recorrido de la manifestación que tradicionalmente acababa en la Plaza de Tirso de Molina, lugar de encuentro de numerosos grupos alternativos, había sido modificado para que la protesta acabara en la Puerta del Sol. Sin embargo el delegado del gobierno en Madrid denegó el recorrido y sólo lo permitió hasta Tirso de Molina. En su resolución el delegado afirmaba que "considerándo que el lema de la manifestación es "contra el fascismo, el racismo y la xenofobia", la manifestación comunicada supone una presunta provocación, intimidación a los convocantes del 20-N, la franquista Hermandad de Excombatientes; además de una presunta incitación a la discriminación y al odio, lo que constituye violencia moral. El tribunal Constitucional ha dejado bien claro (...) que ni la libertad de pensamiento ni el derecho de reunión y manifestación comprenda la posibilidad de ejercer sobre terceros una violencia moral de alcance intimidatorio".
Cabe destacar, que la Coordinadora Antifascista, formada en estas fechas por más de 20 colectivos de Madrid de variada índole, contaba para esta manifestación con el respaldo de la Coordinadora de Inmigrantes "Paso de Cebra".
Y esta manera tan terrorífica, en el día del repudio a Franco y a la política franquista del actual gobierno no se podía esperar otra cosa que la represión más salvaje, con plena aceptación de la amasada opinión pública.
Domingo, 19 de noviembre. Día del antifascismo
En este día tuvo lugar en Madrid la habitual manifestación antifascista que, como cada año, se lleva a cabo en estas fechas con motivo del aniversario de la muerte del dictador fascista Francisco Franco (20 de Noviembre de 1975). La manifestación partió de la Glorieta de Carlos V bajo un impresionante despliegue policial que rodeaba a todos la participantes (unas 4.000 personas). Esto generó un ambiente de extrema tensión, ya que desde el inicio la policía antidisturbios fue constantemente provocando e insultando a los manifestantes, manteniéndose siempre al lado de los mismos, rodeandoles permanentemente en actitud agresiva y chulesca; con los cascos puestos, y con los escudos y los fusiles de pelotas de goma y botes de humo apuntando directamente a los manifestantes. Al llegar a la plaza de Jacinto Benavente la manifestación pretendía detenerse y autodesconvocarse tras leer un comunicado, pues esta plaza es un lugar mucho más transitado que la de Tirso de Molina donde tradicionalmente acaba. Allí la policía se negó a cualquier tipo de parada y al dirigir la manifestación hacia Tirso de Molina, y sin motivo alguno, cargaron brutalmente contra las personas allí concentradas, disparando pelotas de goma a menos de dos metros de distancia de los manifestantes y produciéndose en consecuencia carreras, caídas y golpes. Al mismo tiempo los policías que venían tras la manifestación comenzaron a agredir con sus porras a los manifestantes que corrían desde la Pza de Jacinto Benavente produciéndose aún más heridos y contusionados. Este irracional ataque provocó que los participantes de la manifestación realizaran barricadas para cortar el paso a los furgones policiales que estaban desatando una violencia brutal. Entre los heridos producto de esta actuación, se encontraba la Secretaria General del sindicato Solidaridad Obrera, Josefa Melero Martinez, quien resultó herida en la cabeza por disparos de pelotas de goma, siendo atendida en primer lugar por el SAMUR y trasladada posteriormente al Hospital Ramón y Cajal, así como otras afiliadas y simpatizantes de este sindicato que también fueron trasladadas a distintos hospitales.
Los disturbios continuaron cerca de la plaza de Lavapiés, la cual fue practicamente sitiada por decenas de antidisturbios, lo que provocó las increpancias de varios jóvenes y vecinos del barrio. Uno de estos vecinos comentó que "los policías entraron en un local juvenil antifascista repartiendo a diestro y siniestro y después de detener a algunas personas se fueron". Minutos más tarde un grupo de jóvenes comentaba que "nos encontramos con varias personas junto a un charco de sangre. Nos comentaron que la policia rodeó a unos compañeros suyos y les agredieron contundentemente; la sangre derramada pertenecia a un amigo de ellos". Además, una persona fue agredida por fotografiar el lamentable incidente.
El resultado de la actuación policial fue de 40 heridos y al menos una decena de detenidos. Varias personas tuvieron que ser hospitalizadas en estado grave.
La prensa, los cuerpos de seguridad del Estado y el gobierno: "Tres en Uno"
Al ritmo de la violencia policial bailaba el Diario 16 que, ayer domingo, titulaba en portada algo tan espeluznante como que "Radicales madrileños aprenden kale borroka en el País Vasco" y además señalaba que "agitadores vascos se mueven entre okupas de Madrid y Cataluña. La instrucción se completa con prácticas sobre armas caseras".
El gobierno y la prensa se han cebado en estos días contra la izquierda social madrileña. Hay que hacer despertar a esos sectores de la izquierda que ante las acciones de ETA no están queriendo ver la encarnizada represión que el gobierno, a través de la prensa y las fuerzas de seguridad del Estado, está ejerciendo sobre los movimientos sociales izquierdistas, acusándolos de pertenecer a ese "entorno". La prensa, los cuerpos de seguridad del Estado y el gobierno conforman el "tres en uno", es decir, la homogénea maza del pensamiento único y la globalización económica.
Apaguemos la televisión. Cerremos el periódico. Abramos los ojos.
Roberto Delgado
19 noviembre´00
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