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Nueve mil policías se disponen a reprimir
durante la cumbre de Sevilla
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El gobierno de España comenzó a aplicar ayer medidas de
represión extraordinarias ante la proximidad de la cumbre europea
que se celebrará en Sevilla entre el 21 y 22 de junio, un día
después de una huelga nacional de protesta por 24 horas que podría
paralizar el país.
Unos 9 mil policías y guardias civiles serán desplegados
en la capital andaluza para garantizar la represión a los manifestantes
y la inmunidad de los 26 jefes de Estado y de gobierno de los países
miembros de la Unión Europea (UE) y de las naciones candidatas.
Aunque según la experiencia de las últimas cumbres, también
podrían ser utilizados para provocar violencia en el curso de eventuales
manifestaciones contra la globalización.
Los acuerdos de libre circulación también fueron suspendidos
desde el viernes en las fronteras españolas, lo que permite a la
policía restablecer los controles para asegurar que grupos de izquierda
no traten de llegar a Sevilla.
Además de ese temor a las manifestaciones, que en España
son un derecho constitucional, el gobierno enfrentará el 20 de
junio, un día antes del comienzo de la cumbre, una huelga general
de 24 horas en protesta por una reforma de las prestaciones por desempleo,
que fue convocada por diversos colectivos y partidos de izquierda, así
como las centrales obreras CGT, CNT, UGT y CC OO.
La controvertida "reforma" de las prestaciones al desempleo
fue adoptada el 24 de mayo por un decreto de ley, y ratificada el jueves
por el Congreso de Diputados dominado por la derecha del PP y el PSOE.
El decretazo, como lo denominó la prensa local, reduce de "manera
inadmisible los derechos de los trabajadores" y las prestaciones
sociales, y disminuirá, facilitándolo, el costo de los despidos,
aseguraron los sindicatos.
Por otro lado Bélgica quiere que los líderes de la UE,
cuando se reúnan en España la próxima semana, analicen
la apertura de sus mercados como una forma de reprimir la llegada de inmigrantes
indocumentados, dijo este sábado su primer ministro, Guy Verhofstadt.
Los jefes de Estado y de gobierno de los 15 países de la UE se
reunirán en Sevilla el 21 y 22 de junio. La inmigración
de indocumentados está entre las cuestiones que los gobiernos europeos
quieren que aparezcan como más apremiantes. Al mismo tiempo, aunque
parezca contradictorio, quieren mostrarse diferenciados de los partidos
antinmigración en ascenso en varios países.
Verhofstadt, en declaraciones al periódico De Morgen, señaló
que hay un vínculo entre el proteccionismo económico y la
inmigración, y que planea plantear el tema en la cumbre. "Una
de las principales razones para la inmigración es nuestro propio
proteccionismo. Si la gente no puede vender sus productos en nuestros
mercados, entonces con el paso del tiempo vendrán aquí",
afirmó.
Agencias |