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Estado español :: 11/03/2020

11-M: la pista de la OTAN en 12 imágenes

Cyrille Martin
12 imágenes para recordar, de manera visual, que el 11-M no fue cometido por islamistas, ni por ETA o el PSOE, sino probablemente por la OTAN.

 En esta fecha aniversario del 11-M, presentamos una serie de 12 imágenes para recordar, de manera visual, que el 11-M no fue cometido por islamistas (como concluyó la Justica), ni por ETA o el PSOE (como dicen unos derechistas), sino probablemente por la OTAN. Las audiencias del juicio que mencionamos se pueden ver en el documental “Un nuevo Dreyfus”.

 

Todo apunta a que el 11-M fue un crimen de naturaleza capitalista e imperialista, a pesar de que tuvo como consecuencia imprevista la elección de un presidente (Zapatero) menos imperialista que el anterior (Aznar), ya que retiró las tropas de Irak. Quien cometió ese atentado planificaba consecuencias completamente opuestas pero “el tiro le salió por la culata”. Como vamos a ver, fue probablemente cometido por servicios secretos estadounidenses, o de la OTAN, para sembrar artificialmente la ideología del choque de civilizaciones en la población europea, y para que ésta apoyara las guerras para el petroleo en Oriente Medio que todavía estaban por venir después de Irak.

Pero es de creer que Aznar no estaba al corriente del plan, y metió la pata acusando a ETA. Podemos suponer que lo desorientaron los informes de la policía a propósito de dos bombas sin explotar, contenidas en mochilas, que parecían señuelos. Habían probablemente sido colocadas en los andenes después de las explosiones, entre los enseres extraídos de los trenes [1]. Aznar no entendió que su papel era dar fe a esos señuelos, fingiendo no darse cuenta de que eran señuelos. Así que al final le dio demasiadas vueltas y lanzó una acusación en otra dirección diferente a la apuntada por el señuelo: acusó a ETA.

El General estadounidense Wesley Clark, antiguo jefe supremo de la OTAN, desveló que la guerra de Irak del 2003 solo era la primera etapa de un plan de conquista de 7 países de Oriente Medio en un plazo de 5 años : Irak luego Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia e Irán [2]. Uno de los principales obstáculos a este plan era la falta de ayuda por parte de los aliados europeos de Estados Unidos. El 11-M, que ocurrió un año después de la invasión de Irak, pudo haber servido para convencer a las opiniones públicas europeas y a sus gobiernos para que se implicasen mucho más en el "choque de civilizaciones" y la “cruzada contra el terror” en Oriente Medio impulsada por Bush.

Al final el 11-M fue atribuido a una célula islamista sin vínculos claros con ningún país, pero se puede imaginar que si Aznar no hubiera cometido el error de acusar a ETA, hubiera ido mucho más lejos en la retórica de la “guerra global contra el terrorismo”, y hubiera acusado a uno de los países de la lista (al igual que Irak fue vinculado falsamente al 11-S). Los que planificaron el 11-M probablemente esperaban que Aznar acusara a kamikazes de Al-Qaeda, bajo el mando de Abu Musab Al-Zarqawi (desde el año anterior Aznar repetía que colaboradores suyos habían sido arrestados en España). En esa época Al-Zarqawi era algo así como el nuevo Bin-Laden, y Siria e Irán estaban periódicamente acusados de apoyarlo.

Ya que los artificieros destruyeron las 2 bombas-señuelos colocadas en los andenes, se tuvo que improvisar otra bomba-señuelo, que apareció como por encanto en una comisaría 18 horas después del atentado. Pero al ser improvisada, esta nueva bomba-señuelo tenía un montón de incoherencias. El jefe de los artificieros aseguró que la bomba no podía provenir de los trenes porque su equipo los había registrado cuatro veces sin verla (audiencia del 14 de marzo del 2007). El artificiero que examinó la bomba explicó que no explotó por la “pequeña chapuza de no encintar los cables”, o sea unos cables sueltos (foto A, 19 de marzo del 2007), lo cual “no cuadraba” con su confección “muy ingeniosa”. El material telefónico contenido en esta bomba orientó a los investigadores hacia un musulmán, Jamal Zougam, que muy estúpidamente habría utilizado una tarjeta SIM de su propia tienda (B).

La única serie de fotos de la bomba muestra una gran cantidad de clavos y tornillos, cuando la médico forense aseguró que no había metralla en ninguna de las víctimas (C). Pero esas fotos no son las que realizaron el policía científico, ya que declaró que las suyas habían desaparecido (3 de mayo del 2007). En cambio aparecieron unas fotos en la cadena estadounidense ABC News (D), sin ninguna explicación. Dado la confusión que rodeaba la investigación, esas fotos tuvieron un papel muy relevante, ya que hasta que no se publicó se dudaba incluso de la existencia de tal extraña bolsa-bomba. Esto constituye un primer indicio material de una participación estadounidense en el 11-M.

 

El teléfono que contenía la extraña bomba permitió remontar a la tienda del principal acusado, el marroquí Jamal Zougam. Pero ni ésta ni las demás pruebas presentadas contra Jamal Zougam se sostienen. Sus huellas, de las que tanto hablaron los medios, fueron un invento mediático, ya que nunca se mencionó su existencia ni en el sumario, ni en el juicio. Igualmente con el rocambolesco trozo de plástico supuestamente encontrado en su tienda y que hubiera correspondido a un hueco en el teléfono de la bomba.

Para acabar las dos testigos que afirmaron haberlo visto en los trenes no son fiables, ya que lo reconocieron demasiado tarde. ¡Tres semanas y un año después de los hechos! (13 de marzo del 2007) Cuando además, su foto fue difundida en todos los medios de comunicación desde el primer día.

Empecemos a examinar una serie de coincidencias que vinculan el atentado a EEUU. Un día antes del 11-M, la alianza militar liderada por Estados-Unidos, la OTAN, estaba organizando un simulacro de ataque terrorista en toda Europa. Este simulacro de crisis, del 4 al 10 de marzo, era titulado CMX04. « La similitud del ejemplo diseñado por la OTAN con lo sucedido en Madrid es escalofriante y ha impresionado a los diplomáticos, militares y servicios de Inteligencia que participaron en el simulacro apenas unas horas antes », según contó El Mundo (14 de marzo del 2004).

¿Para qué ejecutar un verdadero atentado mientras se lleva a cabo un ejercicio de simulación de ataque terrorista? La idea es que durante el periodo de un simulacro, en el caso de que el ejecutor de un verdadero atentado sea sorprendido, puede utilizar como coartada que sencillamente esta participando en el simulacro, y que no esta poniendo bombas de verdad. (Se produjo el mismo tipo de coincidencia durante los otros atentados de esa época, en Nueva York y Londres. En este último caso, Peter Powers, un organizador del simulacro, salió en los medios a contar su asombro por la coincidencia [3]).

Esa hipótesis permite arrojar luz sobre aspectos misteriosos que nunca se han aclarado como: ¿Por qué no existe ninguna imagen del comando terrorista grabadas por las cámaras de seguridad? Y ¿Cómo es posible que nadie haya notado que se dejaban abandonadas 10 mochilas-bombas en los trenes en plena hora punta? La repuesta es que nadie depositó bombas en los trenes la mañana del 11 de marzo, sino que probablemente se escondieron explosivos militares (muy potentes, auto de procesamiento p53) el día anterior, fuera de las horas de servicio.

 El mayor avión involucrado en el escándalo de los vuelos secretos de la CIA despegó de Palma de Mallorca a toda prisa al día siguiente del 11-M. Este avión (y otros más pequeños) se harían famosos algunos años mas tarde, cuando estalló el escándalo de los secuestros y de las prisiones secretas en Europa utilizados por Estados-Unidos en el marco de su programa de «rendiciones extraordinarias». El Boeing 737 inmatriculado como N313P aterriza el 9 de marzo de 2004 en el aeropuerto de Palma de Mallorca, y fue fotografiado al despegar el 12 de marzo. Periodistas del Diario de Mallorca declararon (Cadena SER, 12 de abril del 2006): «El 11 de marzo de 2004 estaba el Boeing 737 de la CIA en Palma. Al día siguiente salió a todo escape porque modificó su horario de salida. Había anunciado que salía para Suecia pero salió para Bagdad». En su libro escriben: “A quienes presenciaron la maniobra, les sorprendió su breve carrera sobre la pista”.

¿Esos vuelos secretos de la CIA sólo servían para secuestrar ilegalmente en toda Europa a sospechosos de terrorismo? ¿O esa actividad sólo es la cara visible del iceberg, una capa de humo que permitía esconder algo todavía mas grave: que esos vuelos servían para organizar atentados de falsa bandera y luego evacuar discretamente el material y el personal comprometedores?

Otra casualidad: entre todas las líneas de cercanías de Madrid, la que se golpeó tiene una particularidad. Es la que bordea la base militar de Torrejón de Ardoz, utilizada por la OTAN y las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. Se eligió esta linea a pesar de que había otra que hubiera quedado mucho más cerca de Morata de Tajuña, el lugar de donde se supone que salieron los terroristas en la madrugada del 11-M.

Las bases militares norteamericanas en España son “zonas negras” totalmente fuera de control de las autoridades españolas. Son unas plataformas ideales para organizar la logística de una operación como el 11-M, de donde lanzar su ejecución y controlarla. En 2006 quedó claro que los servicios secretos estadounidenses gozaban de una libertad de acción total cerca de otra de sus bases militares, la de Rota (Cádiz). En una localidad cercana a la base, capturaron al desertor Federico Pimienta, sin ningún tipo de control por parte de las autoridades españolas (El País, 16 de abril del 2006).

Recodemos que existe una infiltración continua por parte de los servicios secretos americanos en el aparato del Estado español, al menos desde los años 50, como lo expone Alfredo Grimaldos en su libro “la CIA en España”. “Oficialmente dependíamos del CESID pero en realidad nuestros patrones eran los jefes de estación de la CIA” cuenta el coronel Juan Alberto Perote. Y explica como en los años 80, muchos agentes de inteligencia españoles cobraban una parte de su sueldo directamente de la mano de la CIA. El jefe de la estación de la CIA iba cada semana a la sede de Contra-inteligencia española a repartir sobres : “Los delegados de la CIA, y también los del Mossad Israelí, entraban por allí cuando querían, como si estuvieran en su casa”.

Ademas de la bomba aparecida en una comisaria, la policía también tuvo que improvisar 2 vehículos supuestamente utilizados por los autores del 11-M. Una furgoneta Renault Kangoo fue inspeccionada en el estacionamiento de la estación de trenes de Alcala de Henares sin que los perros adiestrados olieran nada sospechoso dentro. ¡Pero sorpresa! Poco después de haber sido trasladada a una comisaría, se encontrarían en su interior restos de explosivos, ademas de pistas como cintas audio del coran. Sin embargo en el juicio el guía canino aseguró que no era posible que su perro no notara ningún olor en el caso de que fuera utilizada la Kangoo para transportar tal cantidad de explosivos (19 de marzo del 2007, foto A).

La investigación del otro vehículo es igual de rocambolesca ya que se supone que tenemos que creer que pasó desapercibido durante 3 meses antes de que la policía note su presencia, a pesar de que se encontró a apenas 20 metros de donde estaba la Kangoo (B).

Es muy interesante notar que al igual de la otra prueba falsa y improvisada del caso, nos topamos con un cabo suelto que acaba en Estados-Unidos, ya que la única huella encontrada en la furgoneta fue atribuida durante un tiempo a Brandon Mayfield, un abogado norteamericano ex-miembro de una unidad de inteligencia del ejercito (C).

Además de los indicios, coincidencias y motivos que ya enumeramos, hay que subrayar otro aspecto de la pista de la autoría de la OTAN: esta organización tiene antecedentes terroristas en Europa. Ha sido probado de manera indiscutible, por jueces instructores e historiadores (como Daniele Ganser), que la OTAN llevó a cabo lo que se llama una « estrategia de la tensión » durante la guerra fría. Es decir que estuvo involucrada en la ejecución de atentados « de falsa bandera » (o sea unos atentados que fueron falsamente atribuidos a anarquistas o comunistas) para generar en la población un sentimiento de rechazo hacia esos movimientos políticos de izquierdas.

Fue en Italia donde esta estrategia mató a mas gente, con unos atentados como el de la piazza Fontana en 1969 en Milán, o en la estación de trenes de Bolonia en 1980 (85 muertos, en mayoría pertenecientes a la clase obrera, como en el caso del 11-M). La organización secreta que llevaba a cabo esos atentados se llamaba Stay Behind (o Gladio, según su nombre en Italia), dependía de la OTAN, y contaba con la colaboración de extremistas de derecha. Esta realidad es tan indiscutible que en toda Europa se han difundido por televisión documentales que tratan del tema, como “Los ejércitos secretos de la OTAN” [4] .

Dado estos antecedentes de manipulación de la opinión pública europea (demonizando a la izquierda), resulta lógico sospechar que la OTAN haya intentado imponer, en la población europea, la ideología del choque de civilizaciones y de la “cruzada contra el terror”, recurriendo nuevamente a la organización de atentados de falsa bandera, como el 11-M.

El 11-M, se esperaba que Aznar acreditara las informaciones que empezaban a circular en los medios de comunicación (como la Cadena Ser), según las cuales los investigadores habían encontrado restos de terroristas suicidas. Ya que no dio crédito a esas afirmaciones, se tuvo que inventar otro “cierre de archivo” del caso. Según la versión oficial, aparte de Jamal Zougam, todas las demás personas que supuestamente pusieron bombas el 11-M perecieron en la explosión de un piso de Leganés, tres semanas después del atentado, justo cuando los policías de elite del GEO emprendían su asalto.

Estos preguntaron públicamente porqué los jefes no ordenaron que se utilizara gas incapacitador para neutralizarlos (Cadena Ser, 7 de abril del 2004). La médico forense encargada del 11-M también cuestiono la investigación, ya que aseguró que en Leganés, no se hicieron autopsias a ninguno de los 7 sospechosos (Libertad Digital TV, 30 de enero del 2008). También sorprende que el piso de al lado estuviera ocupado por un policía que se dedicaba a la lucha antiterrorista, como se explicó durante el juicio (10 de abril del 2007).

Para acabar, se supone que los sospechosos se comunicaron por teléfono con sus familias durante el asedio para despedirse. Solo 2 familiares fueron citados como testigos de esas llamadas. Uno declaró que no pudo reconocer la voz de su hermano durante la llamada, y que pensó que no era él (9 de abril del 2007). Y la otra había contado con todo detalle a El Pais (8 de marzo del 2007) la llamada de su ex-novio, Jamal Ahmidan, pero luego durante el juicio confesó que nunca había existido esta llamada (10 de abril del 2007).

A lo largo del tiempo, los medios dirigidos por Pedro J. Ramirez o Federico Jimenez Losantos han ido acusando mas o menos abiertamente del 11-M a ETA, al PSOE, a Marruecos o a Francia. Si uno se pone a investigar los entornos y las fuentes de financiación de esos medios, llaman mucho la atención varios vínculos con la OTAN o la CIA. Así que surge la pregunta de si uno de los papeles de esos personajes consiste en desviar la atención, gracias a unas hipótesis sin mucho fundamento, para que nunca se aborde en el espacio mediático mainstream la pista OTAN/CIA en el 11-M.

Por ejemplo Pedro J. tiene vínculos estrechos con un personaje mediático francés muy particular, Bernard-Henri Levy. En Francia queda cada vez mas claro que en realidad BHL es el mayor agente de influencia al servicio de la geopolítica norteamericana en los medios franceses. La manera en que se puso en escena en Libia, llamando a una intervención militar de la OTAN (siempre en nombre de los derechos humanos), fue clave para justificar la guerra contra Libia del 2011 ante la opinión pública. Desde hace 40 años, han sido innumerable sus intervenciones a favor de los intereses norteamericanos en los conflictos de Bosnia, Kosovo, Palestina, Irak, Sudán, Georgia, Chechenia, Ucrania, Irán, Libia, Siria, etc.

Otro ejemplo de esa trama de vínculos es la financiación por parte de la CIA de Vox, el “partido amigo” de los medios dirigidos por Federico Losantos (Libertad Digital, EsRadio), a través de un intermediario, la organización de oposición iraní “Muyahidines del pueblo” (la Vanguardia, 23 de enero del 2019).

 El sistema capitalista necesita unos medios de comunicación que se encarguen de que la gente de izquierda siga creyendo que el 11-M fue un atentado de origen islamista, porque si se dieran cuenta de que su verdadera naturaleza es imperialista/capitalista, eso supondría una amenaza muy grave para la supervivencia del sistema. Así es como eldiario.es censuró un artículo de uno de sus colaboradores sobre el documental “Un nuevo Dreyfus”, pocas horas después de haberlo publicado [5]. Frente a las acusaciones de censura, intentó justificarse durante 3 días a través de artículos escritos por figuras como Ignacio Escolar (director de eldiario.es) o el abogado mediático Gonzalo Boye, con afirmaciones tan absurdas como que no había “pruebas o indicios sólidos” de que la investigación era un montaje.

Recordemos que Ignacio Escolar fue uno de los principales periodistas que se opuso de manera sistemática a que se criticara la investigación, en su página escolar.net . Así que, entre otras razones, le debe de ser difícil reconocer hoy que pudo haberse equivocado durante todos esos años. Sin embargo, como se muestra en la imagen, existe una quincena de medios de comunicación de izquierdas que criticaron la versión oficial. La diferencia es que son medios “fuera del sistema”, cuando la izquierda que representan eldiario.es y una revista como Mongolia (cuyo director era Gonzalo Boye), se pueden calificar de “integradas al sistema” (Vale la pena notar que Ignacio Escolar esta también integrado al sistema mediático a través de su padre, director durante 20 años del gratuito 20 minutos). Teniendo en la mente esa tarea, que el sistema delega a gente como Ignacio Escolar, se entiende mejor porqué grupos capitalistas lo popularizaron, como por ejemplo Atresmedia, invitándolo regularmente en un canal de televisión propriedad de ese grupo, como la Sexta.

Para profundizar el tema, 5 artículos publicados en Lahaine, por Cyrille Martin y/o Boro LH:

https://www.lahaine.org/?s=Cyrille+Mart%C3%ADn&sentence=a_sentence&disp=search

Y 3 artículos por Antonio Torres:

https://www.lahaine.org/?s=Antonio+Torres&sentence=a_sentence&disp=search

Mas texto acompañando las 12 imágenes:

https://nuevodreyfus.net/12imagenes/

 Notas:

 [1] Un artificiero declararía en el juicio : « Había una mochila que estaba en el andén contra la pared, apoyada, [...] y nos llamó la atención porque después de los daños que se habían producido tanto en el tren como en los enseres que estaban en el andén, no era lógico que hubiese una mochila sin daños. Y es lo primero que fuimos a revisar. […] todo lo que estaba apilado tenía algo de daño y sin embargo esta mochila frente al vagón número tres estaba intacta, no tenía nada »

http://especiales.libertaddigital.com/11-m/transcripcion.php?id=19-03-2007---13

 [2] Democracy Now, 2 de Marzo del 2007 : https://www.youtube.com/watch?v=GngpgCE5ubQ

 [3] https://www.youtube.com/watch?v=JKvkhe3rqtc

 [4] https://www.youtube.com/watch?v=rwWjJcBcwuw

 [5] http://aguasdeceniza.blogspot.com/2015/11/entrevista-al-cineasta-frances-cyrille.html

 

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