Respuesta del régimen a los reformistas: Necesitamos esclavos sumisos

La Guardia Civil y la policía francesa, han detenido en Zarautz (País Vasco) y Ciboure (Francia), a dos presuntos miembros de ETA que, según dicen, pertenecen al aparato logístico de la organización armada vasca. Los detenidos son Iraitz Guesalaga, supuestamente informático de ETA, y su pareja Itxaso Urtiaga, que ha sido arrestada en Zarautz.

Guesalaga está acusado de ser el responsable de cifrar documentos, en cuanto a Itxaso Urtiaga “creen” que pudo colaborar con el primero. Según las agencias esta operación está relacionada con la documentación incautada al miembro de ETA Francisco Javier López Peña “Thierry”, detenido en el año 2008.

Al hilo de lo acontecido me pregunto: ¿Han tenido que esperar casi 3 años para detenerlos? Si estaban controlados, esa “cautela temporal” no tiene lógica pues implicaba el riesgo de que ETA pudiera atentar en un espacio de tiempo tan grande, ese cuento no se lo creería ni un bebé de pecho. La razón es obvia: esta es la respuesta del régimen de los Borbones a los últimos acontecimientos.

Actualmente confluyen dos situaciones en un mismo contexto: El conflicto vasco y la crisis. Esa mezcla agudiza el temor del régimen que está alerta ante posibles estallidos sociales en el Estado (especialmente en lugares como el País Vasco donde existe mayor conciencia política). Su única arma es la represión para atemorizar, amansar y oprimir a los ciudadanos.

Los reformistas vascos ya tienen respuesta. Madrid precisa algo más que eso: necesita esclavos sumisos, ovejas trasquiladas.

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