23 -F 1981, 23-F 2010

Hace 29 años finalizaba lo que podemos denominar el primer ciclo corto, 1977 – 1981, de los que constituyen el ciclo largo por el que discurre la transición y por tanto el Régimen postfranquista.

El escenario político en el que se dio el 23-F de 1981, tenía un conjunto de rasgos con bastantes similitudes al actual: incremento de la intervención política de la Corona en los asuntos públicos, especialmente vía fuerzas armadas y vía EE.UU., hay que recordar que Juan Carlos fue desde siempre (incluso desde que era príncipe heredero por designación de Franco) el hombre de EE.UU. en el Estado Español; agudización de la crisis económica y social; dificultades para la imposición del MODELO de la Reforma, especialmente en Euskal Herria y en Galicia; fuertes tensiones intrainstitucionales, especialmente con el liderazgo de Adolfo Suarez como presidente del Gobierno, que había demostrado demasiada autonomía política, así como con el llamado Bunkér cívico – militar; incremento represivo dentro de la línea represiva habitual, ya de por si brutal.

Todo ello confluyó en el pronunciamiento militar del 23-F, en el que Juan Carlos tuvo una indudable implicación, además de algunos sectores del PSOE encabezados por Enrique Mújica. Pronunciamiento militar que condicionó un más que significativo giro a la derecha en la puesta en marcha del Régimen de la transición, tanto en lo político, como en lo económico y en las relaciones internacionales.

En este último capítulo con la incorporación del Estado Español a la OTAN, cuestión esta de vital importancia para los EE.UU. en aquel momento histórico. Estábamos en plena vigencia de la política de bloques.

Ese giro lo materializó Leopoldo Calvo Sotelo en lo que podríamos denominar un gobierno de auténtico bienio negro.

El pronunciamiento militar del 23-F y el giro político que condicionó tenia un claro objetivo político, acabar de imponer el Régimen monárquico postfranquista sin mas concesiones.

El bloque de poder consideraba que ya se habían hecho demasiadas por parte del gobierno de Adolfo Suárez y que tocaba iniciar la involución dentro de la reforma.

Aquel episodio sirvió para resolver lo que podríamos llamar una crisis de imposición de un Régimen.

En este 23 -F de 2010, la situación es en su globalidad muy diferente, estamos al final del ciclo largo del Régimen.

Éste a lo largo de estos mas de treinta años ha sufrido un tremendo desgaste, a la izquierda, pero también a la derecha, no genera ya las mas mínimas expectativas ni ilusiones, salvo en aquellos que viven o medran directa o indirectamente del propio Régimen. Esta situación no quiere decir que puedan mantenerlo durante muchos años.

Hoy el problema para el bloque dominante español es precisamente, como alargarle la vida a un Sistema que está estratégicamente agotado, y en eso precisamente andan en estas fechas, que como decíamos tienen algunos rasgos en común con los que se daban alrededor del 23- F de 1981:

* Un borbón, Juan Carlos, de nuevo adquiriendo protagonismo político, bajo la disculpa de impulsar ''un pacto de Estado'', reforzando además sus vínculos con los EE.UU., en un viaje, cuyos contenidos son un misterio para la opinión pública.

* Una crisis económica – social absolutamente desbocada.

* Una crisis político-institucional que afecta a varios ámbitos: administración de justicia, Cataluña, Euskalherria.

* Un incremento de la represión que se expresa entre otras cosas en la práctica de la tortura de una forma sistemática, indisimulada y con total impunidad.

* Falta de momento el factor militar, pero ya iremos viendo que de una u otra forma tendrá también su proyección, ya se empiezan a ver indicios.

El bloque dominante, el Estado en su sentido más amplio y nefasto, está en pleno proceso de conspiración, si de conspiración contra el Pueblo Trabajador , es decir contra nosotr@s.

Bastantes de los elementos de esa conspiración ya son públicos en los terrenos económico y sociales. Otros, de naturaleza política, están ya en marcha, especialmente en Euskal Herria.

Solo hay un camino para frenarlos, la lucha del Pueblo, pero esa lucha tiene una parte fundamental que afecta a la profundización en el conocimiento riguroso de lo que realmente esta pasando, y la información más amplia posible sobre lo que realmente se está tejiendo.

Ese punto de partida es absolutamente imprescindible para que las movilizaciones, para que las batallas políticas y sociales sean exitosas, sean eficaces.

Hoy después de mas de tres décadas de Regimen postfranquista, lo que está en cuestión como decíamos es su continuidad estratégica. Ellos lo saben y por eso se han puesto manos a la obra para salvarlo con Juan Carlos de nuevo a la cabeza. No renunciaran a ninguna posibilidad para intentarlo.

Para nuestro Pueblo y en general para los Pueblos Trabajadores de las diversas naciones del Estado es una oportunidad de oro para impulsar ''EL CAMBIO''.

Para avanzar en un proceso de acumulación de fuerzas que permita a medio plazo liquidar lo viejo y podrido y alumbrar lo nuevo.

Pero para ello hay que luchar colectiva y eficazmente, con el corazón pero también con la cabeza.

Sabiendo poner en cada momento por delante lo que nos une para agrupar el mayor numero de fuerzas.

Hoy se puede empezar a construir nuestra victoria y su derrota. Tenemos la obligación de hacerlo.

Las próximas semanas iremos publicando artículos sobre aspectos concretos de la realidad que sirvan al movimiento, esta es al menos la intención, para la reflexión y para la acción.

IzCa a 23 de febrero de 2010
http://www.nodo50.org/izca/documentos/izca181.html