Ahora el mundo es mierda

Los rezos de rosario de millones de afiliados al sindicato Solidaridad, junto con los buenos oficios de la banca vaticana y los espías de Wojtila, habían hozado por debajo de la dictadura del proletariado. El espíritu triunfaba nuevamente sobre la materia. Un fantasma recorría Europa, sobre todo la Europa del Este, y era el espíritu del capitalismo. Las sotanas de curas y de popes salieron a la palestra y, junto con el dinero negro de antiguos mafiosos afiliados al Partido, se crearon nuevos feudos de poder, nuevos mercados negros y nuevos comercios de esclavos. Desde entonces el mundo ha cambiado. El poder rojo se vino abajo. En realidad los siervos cambiaron de amos, y nada más. El mundo cayó, más si cabe, bajo la férula de los Estados Unidos, el Capital, el Vaticano y la amenaza militar permanente.

Desde luego. Hemos ido a mejor. Todo lo que decían sobre la KGB, y que nos sonaba a película de James Bond, ahora es realidad a lo largo y ancho de la vieja Europa, de esa patria de los derechos humanos. Hay prisiones secretas, y no pasa nada. Hay traslado secreto de presos secretos sobrevolando fronteras internacionales, y no pasa nada. En Washington se convierte en legal escuchar conversaciones, espiar cuentas, vigilar correos electrónicos y páginas de internet, esto en todo el globo, y no va a pasar nada, absolutamente nada. En Guantánamo hay seres presuntamente humanos, presuntamente acusados de algo terrible (¿Terrorismo, que es lo más terrible en el nuevo Orden Mundial?) y presunto, y lo que resulta es que tampoco pasa nada de nada.

Vamos cumpliendo años y la verdad es que nos va encantando este Nuevo Orden Mundial. Las fotos de los prisioneros iraquíes, "posando" eróticamente en actitud humillada constituyeron un canto sublime a la Libertad. Deberían sustituir para siempre a esa fea y enorme estatua que los americanos tienen en la bahía de Nueva York. Las fotos de una mujer soldado arrastrando con una correa a un prisionero desnudo conforman la representación más exacta de los triunfos de la civilización occidental. La mujer, por ejemplo, puede dominar al hombre, vestirse de uniforme, alcanzar cuotas de poder. El dinero, por ejemplo, puede fabricar un armamento sofisticado con el que matar a 650.000 iraquíes aunque se cuente con un ejército formado mayoritariamente por cobardes, pues la valentía como cualquier valor de uso se sustituye en el mercado por tecnología de matar.

El Imperio norteamericano, después de haber perdido su rival rojo, encontró nuevos enemigos. Nunca hay muchos problemas a la hora de encontrar enemigos. Irán, Corea del Norte, Siria... y los Terroristas, no lo olvidemos, esos seres subhumanos que están por todas partes. El Imperio es poderoso en dólares, y cuenta siempre con el placet de los euros. Los de este Imperio nunca han ganado bien una guerra. Quizás se compruebe algún día que sus éxitos se limitan a la invasión de la Isla de Granada, la del Panamá, y poco más. Se les dio mejor lo de crear dictaduras militares indígenas. En los demás casos, la chiripa, la sangre de otras naciones, o el puro peso del dólar o - o lo que viene a ser lo mismo- el peso de su nivel tecnológico, les ha permitido imponerse en los cinco continentes. Eso sí, a costa de hacer de este mundo un Vietnam inmenso. Más dolor. Solo hay Imperio si hay todavía más dolor.

Si tiráis de hemeroteca podéis hacer una lista de aquellos "liberales" y franquistas reconvertidos en tales, que se alborozaron cuando cayó el Telón de Acero. Mirad qué puestos pudieron ocupar en la sociedad siendo aduladores y lacayos de ese Imperio. Ellos también ayudaron a que el Telón de Acero ahora rodee el mundo entero. Ese globito azul que flota en el espacio, se llama Vietnam. El mundo se parece más y más a la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina. Es una Prisión Iraquí. Es Guantánamo. Es mierda.

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