Análisis de los resultados electorales del 20D en Castilla
A continuación queremos trasladaros un pequeño análisis sobre los resultados en nuestro país, por un lado ya que al carecer de instituciones propias, tenemos que ser las organizaciones políticas quiénes publiquemos los datos según nuestro marco nacional, y por el otro porque nos parece interesante resaltar las tendencias generales que indican. No es necesario recordar que nuestra postura como organización ante estos comicios era y será la de seguir en las calles construyendo poder popular y espacios de lucha, pero conviene analizar los resultados detalladamente, ya que contrariamente a lo que mucha gente de manera derrotista está planteando, que supuestamente el PP habría vuelto a ganar las elecciones y seguiría siendo hegemónico, lo que expresan las urnas es positivo en términos generales y contradice esa versión. Es más, para empezar hay que aclarar que, sumando la abstención, solamente 27 de cada 100 castellan@s ha optado por votar al Partido Popular.
Un segundo dato a reseñar es el de la ruptura del bipartidismo, aunque sea para iniciar un nuevo tetrapartidismo. Las provincias castellanas se caracterizan por tener poca población y por tanto, un reparto escaso de diputados que históricamente han venido beneficiando solo a PP y PSOE. Esta situación se ha roto por primera vez desde la Transición en muchas de las provincias castellanas, y solo se mantiene ya en 5 de las 17. El bipartidismo se rompe y se rompe hacia la izquierda.
La operación mediática para inflar a Ciudadanos, segunda parte de la operación que infló a Podemos, no ha terminado de funcionar como se esperaba. Las ya típicas encuestas manipuladas, le daban a Ciudadanos 65-70 escaños y sin embargo han acabado consiguiendo únicamente 40. Aunque Ciudadanos ha conseguido en Castilla doblar los resultados que tuvo UPyD en 2011, esto no es suficiente para aguantar la caída de la derecha, pues el PP ha perdido en Castilla más de 1 millón de votos respecto a 2011.
Aunque desde nuestra organización llevamos tiempo denunciando la operación de lavado de cara del Régimen, que pretende instalar un tetrapartidismo en el que la izquierda real no tenga cabida y sea sustituida por el producto de marketing televisivo llamado Podemos, es importante entender lo que hay detrás del voto a este partido en nuestra tierra. La mayor parte de la gente que vota a Podemos lo hace pensando que vota izquierda, y que vota más a la izquierda del PSOE, un PSOE que pierde respecto a las anteriores generales más de 380.000 votos en Castilla. Si sumamos los votos de Podemos y Unidad Popular, superan ya a los del PSOE, con lo que podemos afirmar que dentro del voto de izquierda, éste cada vez va más hacia la izquierda. Y aquí hay que resaltar también que, igual que en el caso de Ciudadanos, el voto a Podemos ha sido muy influenciado por los medios mientras se excluía de ellos a UP. Esto se ha visto de manera incluso más descarada con encuestas que en algunos casos daban por desaparecida a UP, también las que se siguieron sacando a última hora desde Andorra, o el “sondeo” a pie de urna de Público que daba por vencedor a Podemos a las 14:00 horas del domingo. La apelación y campaña mediática a favor del supuesto “voto útil” ha inclinado la balanza hacia Podemos para mucha gente que estaba dudando entre votar Podemos y UP.
Aún así, UP ha conseguido resistir la embestida mediática contra la candidatura de izquierdas, obteniendo casi un millón de votos a nivel estatal. Mientras que los grandes partidos PP y PSOE registraban caídas, respecto al total del escrutinio, del 10 al 20% según provincias, IU-UP ha bajado únicamente entre un 1-1’5% de votos. Y no solo resiste si no que en algunas provincias como Cantabria y Logroño Unidad Popular ha obtenido mejores resultados que IU en 2011. Es de resaltar también que los mejores resultados porcentuales de Unidad Popular en nuestro país se han dado en Madrid y Valladolid, las dos provincias en las que Izquierda Castellana ha apoyado con mayor aportación militante a la candidatura. El caso de Madrid en concreto, es lo que permitirá que UP mantenga 2 diputad@s en el Congreso, l@s únic@s a nivel estatal de la candidatura, y cuya importancia política veremos en los próximos meses.
Por último cabe mencionar la abstención, que ha sido del 22’72%, con lo que registra una ligera bajada, a pesar de toda la campaña mediática de “ilusión” y debates estériles al más puro estilo yanqui, donde no se tocaban puntos trascendentales y donde solo se visualizaban los cuatro nuevos partidos del Régimen.
A nivel estatal, resulta también necesario analizar un par de cuestiones por ser claves respecto a la Ruptura con el Régimen del 78 y en concreto respecto a la cuestión nacional, como veremos en los próximos meses. En los lugares en los que existe un movimiento soberanista más o menos fuerte, existe un voto más tendente hacia la izquierda. La operación Podemos en estos lugares se está intentando transformar en una asimilación no solo de la izquierda (solo hay que ver cómo tanto los medios como ellos se apropian de las coaliciones que han hecho con IU en Galicia y Cataluña o con Compromís en Valencia), sino muy especialmente del espacio histórico de las izquierdas soberanistas, que creemos que tienen la obligación de analizar lo sucedido en los términos que aquí se plantean y no como simples anécdotas. Destaca el resultado de En Comú-Podemos en Cataluña, que pasa de ser una fuerza residual en las autonómicas a ser primera fuerza en las generales, ante la ausencia de la CUP y de la capacidad de generar un polo independentista de izquierdas que unifique la línea de Ruptura y proceso constituyente catalán con las necesidades sociales de las clases populares en este contexto de crisis. Estos resultados muestran, por otro lado, que a día de hoy ya se puede decir claramente que la independencia es un proceso de izquierdas y que a medida que avanza va dejando dividida y arrinconada a la derecha catalana, como ya hemos dicho en otras ocasiones.
Con este análisis sobre la mesa, desde Yesca creemos que el momento histórico sigue siendo propicio para generar en Castilla y en el resto de pueblos del Estado la fuerza suficiente para forzar la caída del Régimen monárquico del 78 y dar paso a diferentes procesos constituyentes en cada nación. Ahora bien, para que este proceso de Ruptura se lleve adelante y no acabe con una Reforma del Régimen actual, son fundamentales dos cosas: en primer lugar claridad política y estratégica, y en segundo lugar organización y poder popular: calle, calle y más calle.
En ese camino nos encontraremos,
Castilla, a 22 de Diciembre de 2015