Ante el Día Nacional Andalucía. La lucha por la República Andaluza de Trabajadoras es irrenunciable

Las militantes de Nación Andaluza afrontamos este Día Nacional de Andalucía, el 40º aniversario del 4 diciembre en el que Andalucía se reconoció como nación y salió masivamente a la calle como tal pagándolo con su vida M.J. García Caparrós, con preocupación y optimismo.

Preocupación porque observamos como la memoria de aquel 4 de Diciembre es manipulada y tergiversada por la oligarquía. Los partidos políticos del Régimen del 78 utilizan el 4 de Diciembre para reforzar al Estado en el momento político actual de crisis española a la que se suma la crisis estructural del capitalismo.
La Junta (PSOE-C’s) y las distintas fuerzas estatalistas que han querido enterrar durante décadas el 4 de Diciembre se apuntan ahora a una reinterpretación de mismo. La precampaña electoral y el acuerdo de todos los partidos del Régimen en apuntalar al Estado español en su crisis galopante explican este comportamiento. Los voceros parlamentarios de la oligarquía hablan en estos días del país andaluz no para solucionar los problemas del Pueblo Trabajador sino para utilizar la Andalucía colonizada, dependiente y española actual como un pretendido “modelo” para otras naciones sometidas por el Estado. Es decir, como modelo de opresión y explotación colonial por parte del Estado.

Preocupación también por la ausencia en buena parte de la izquierda que opera en Andalucía de un análisis sobre nuestra opresión nacional y de un planteamiento táctico y estratégico coherente con el mismo. En este sentido siguen funcionando plenamente los Pactos de Antequera firmados por el reformismo en pleno en 1978 y que acordaron mantener el proceso autonómico andaluz “en el marco de la Constitución” que iba a ser aprobada unos días después bajo la coacción de las autoridades franquistas.

Y preocupación por la reafirmación en las desviaciones estatalistas de ciertos sectores reformistas del soberanismo andaluz que sólo se explican por su necesidad de orientar las tácticas y estrategias hacia una institucionalización creciente del soberanismo andaluz.

Pero también observamos con optimismo este 4 de Diciembre porque sabemos que donde hay opresión siempre habrá resistencia. Y observamos como el Pueblo Trabajador Andaluz empieza a no dejarse engañar. La denuncia de la opresión nacional, de clase y patriarcal de Andalucía cada vez está más presente a pesar de las resistencias del Régimen y de los esfuerzos del reformismo por situar estos debates dentro del marco constitucional español.

Con optimismo porque nuevos sectores del Pueblo Andaluz expresan la ruptura con España, con el Capital y el Patriarcado como una necesidad para construir una Andalucía mejor. Y somos conscientes que esa necesidad es inasumible por los reformistas de toda laya que se pasean estos días con la verdiblanca.

Nuestra tarea como organización independentista, socialista y feminista es clara si queremos terminar con las causas de nuestra opresión y con las instituciones que nos oprimen: superar el Régimen del 78 y constituirnos en República Andaluza de Trabajadoras. La lucha contra opresión del pueblo trabajador andaluz deben ser el primer punto de la agenda política todos los días, no una proclama para el 4 de Diciembre. Sacar a la luz los efectos del imperialismo en nuestro país, relacionándolos directamente y sin ambages con la ausencia de soberanía de Andalucía. Reivindicar coherentemente la soberanía andaluza usurpada por España, representada en una República Andaluza de Trabajadoras.

Por todo ello llamamos a nuestra militancia, adheridas y simpatizantes a participar en la concentración por una Andalucía soberana, feminista y anticapitalista que Nación Andaluza, junto con diversos colectivos, sindicatos y asociaciones realizaremos el próximo domingo 3 de diciembre a las 17 horas en la esquina del Puente Tetuán con Alameda de Colón.

¡Caparrós hermano, nosotras no olvidamos!

¡Por la República Andaluza de Trabajadoras!

 Andalucía, 1 de diciembre de 2017.

Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.