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Carta abierta al presidente de Asturias Álvarez Cascos: gracias por su franqueza
Las cosas están claras, ahora sabemos a qué atenernos, usted es de derechas y representa a la política de la derecha. Algo hemos ganado, sabremos de qué va, cosa que hasta ahora no estaba nada claro con la coalición PSOE-IU del Gobierno que usted ha derrotado en las urnas.
Ha empezado con buen pie. Como la sanidad funciona de forma deficiente, algo que no es culpa suya sino herencia de la “izquierda” a la que ahora releva en el poder, en vez de mejorar sus medios y aumentar su presupuesto, nos anuncia que acortará las listas de espera enviando a los pacientes a las consultas privadas. Lo mismo dice de la enseñanza, cuando asegura que mejorará su nivel poniéndose del lado de la concertada, y olvidándose de la pública.
Así, todo queda meridianamente claro, algo tan fundamental como es la salud y la educación, algo que debe ser decididamente público, dice que lo va a privatizar más todavía, o dicho de otra manera, de hecho usted apuesta porque la salud y la educación sea un negocio privado. Gracias por su franqueza Señor Presidente, pero desgraciadamente, no es ninguna novedad, este proceso ya venía degradándose desde hace años, sólo que como era a manos de la izquierda, lo llamaban de otra manera y encima teníamos que mostrarnos complacientes.
Pero tenga cuidado Señor Presidente, porque si me permite una observación, le diré que usted no ha ganado las elecciones sino que más bien las han perdido, por una parte, una derecha incapaz y, por otra, una izquierda que nada tiene de socialista ni de obrera ni tampoco de unida, pero que amparadas en siglas con tanto significado han traicionado todo lo que decían representar. A usted, Señor Presidente, sólo le corresponde el triunfo de nuestro propio engaño y de nuestra torpeza.
Pero, para que no todo esté claro, ahora nos queda tener que soportar como pretendido líder de la oposición a esta izquierda derrotada que ya se está apuntando a todas las causas perdidas, a las perdidas por ella misma después de tantos años en el poder. Y si antes, gobernando para el poder económico, iba de lobo con piel de cordero, ahora pretende lo mismo para poder colarse en las filas de la izquierda.
Por último Señor Presidente, le han puesto el listón muy alto, poco le han dejado por hacer y difícil le va a resultar superar el despilfarro, las corruptelas, los sobrecostes existentes y sacar adelante más políticas neoliberales.
