José Antonio Abellán aspiró a obispo y se quedó en capellán
Tras estar en plantilla 17 años. Argumentan que Abellán incurrió en una falta de lealtad por ofrecerse a otros medios secretamente, algo que por otra parte es normal en una profesión donde, la indignidad, la mentira y el servilismo (según interese), están a la orden del día. Dice el afectado que nunca se imaginó que lo despidieran utilizando mentiras para desacreditarlo. Pobrecito. No le ha gustado probar su propia medicina.
Él y los colegas de la “competencia”, siempre han utilizado (y seguirán haciéndolo) sus programas políticos-deportivos para, sin venir a cuento, desacreditar a Hugo Chávez llamándolo dictador, pese a tratarse de un presidente elegido democráticamente por su pueblo, o insultar a Diego Armando Maradona.
¿Razones? Ninguno de los citados se pliegan a bailar al son que marca el imperialismo. Que ahora este tipo venga diciendo haber sido objeto de mentiras, descrédito e insultos, raya el colmo de la desvergüenza.
De poco sirvieron sus “méritos” en un mundo de mafias, desinformación y puñaladas traperas; sin embargo no debe preocuparse: Ha ganado mucho dinero haciendo el bufón y siempre habrá un fascista dispuesto a contratarlo.
No olvidemos que en el régimen de los Borbones, todos los medios oficiales defienden los intereses de la oligarquía. Lo que le ha sucedido, es que quiso volar muy alto, presionando a sus patronos para lograr más dinero, sin considerar que donde hay obispo, no manda capellán.