Un miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina visita Salamanca

Un compañero de la CJC abría la ponencia destacando el carácter internacionalista; luchar conjuntamente contra el capitalismo, contra la ofensiva imperialista israelí y contra los cómplices de ésta, entre ellos el Estado Español.

Los principales puntos tratados en la charla por el conferenciante del FPLP fueron: ampliar la información de la lucha de su pueblo, y condenar la manipulación que los medios de comunicación hacen de su resistencia, denunciando que el Estado Israelí compra la opinión de los medios e impiden que periodistas que se encuentran fuera de su control puedan acceder a la zona de conflicto, bajo la farsa de mantener su seguridad.

Tras esta introducción trató numerosos temas como: La condena al Estado de Israel, que ha ocupado territorios fuera de lo concedido por la ONU. También reiteró que los racistas son los israelíes, ya que no permiten que en Israel, donde 1/5 de la población es palestina, los palestinos puedan trabajar en 77 oficios, y que, como ocurrió en Sudáfrica no puedan acceder a ciertas zonas de las ciudades.

Criticó fuertemente la actitud de EEUU (no cree que Obama vaya a cambiar nada), la de la UE y la del PSOE por no condenar abiertamente la ofensiva israelí expulsando de sus estados a los embajadores de Israel, venderles armas, organizar manifestaciones pro-israelí, etc.

Declaró que él, como es lógico al ser miembro del FPLP, no es partidario de Hamás, pero que deben tener derecho a gobernar ya que ganaron las elecciones de 2006 de manera democrática.

Como reflexión final destacó la fuerza y la continua resistencia del pueblo palestino; nunca se rendirán a pesar de los bloqueos israelíes ya que el día de su victoria regresarán los refugiados políticos palestinos constituyendo una clara mayoría de votantes (en elecciones democráticas) en territorio israelí. No se puede volver a aceptar lo que se les ofreció en Oslo en 1995, cuando se les pidió que firmarán sin recibir nada a cambio.

La única solución que debe aceptar el pueblo palestino es la justa concesión de la unidad nacional, con un Estado Palestino propio con capital en Jerusalén y el retorno de los refugiados.