Desahuciada por el banco que quiere meterla en la cárcel
Desahuciada por el banco que quiere meterla en la cárcel: cinco años de tortura para Anastasia, de 'los 8 de CaixaBank'
'PeriódicoCLM' entrevista a los activistas de Guadalajara que se enfrentan a penas de prisión por tratar de frenar pacíficamente un desahucio en 2017, momento en el que denuncian sufrir una detención ilegal con la que vieron vulnerados sus derechos.
GUADALAJARA.- Tres años y medio de cárcel es la pena a la que se enfrenta Anastasia Liedo, junto a otros siete compañeros, por tratar de impedir el desahucio de una mujer y sus hijos menores de la vivienda en la que residían en la localidad guadalajareña de Cabanillas del Campo. El próximo 30 de noviembre, casi cinco años después de que acudieran a la sucursal de una entidad bancaria a pedir por escrito el compromiso que verbalmente les habían trasladado para poder parar el desalojo de esta familia, 'los 8 de CaixaBank' se sentarán en el banquillo de los acusados.
Un documento que no les llegaron a entregar, pese a las numerosas reuniones, llamadas y promesas de que llegaría el fax, las cuales terminaron con estos ocho activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Guadalajara en el calabozo, acusados de allanamiento de persona jurídica, coacciones y desórdenes públicos, a pesar de no haberse producido ningún enfrentamiento, opuesto resistencia a salir de la sucursal o siquiera haber interrumpido el normal desarrollo de la jornada en las oficinas.
Tras "cinco años de tortura", como se refiere Anastasia a este tiempo, la próxima semana se celebrará el juicio al que consideran que nunca se debería haber llegado, puesto que su detención fue ilegal y se vulneraron varios derechos fundamentales. "Nadie nos leyó nuestros derechos, nadie nos dijo de qué se nos acusaba; en ningún momento nos dicen que estamos detenidos", explica Liedo durante la entrevista concedida a PeriódicoCLM.
"La Guardia Civil ya había estado por la mañana, pero se había ido porque no había visto altercados; la oficina estaba funcionando con normalidad, seguíamos allí, pero fue al cierre cuando les volvieron a llamar", recuerda. "En ningún momento pensamos que nos estaban llevando detenidos. Pensábamos que nos estaban sacando, como ocurre otras veces, y bien no pasa nada o nos sacan y cogen la filiación", aunque acabaron esposados y pasando ocho horas retenidos en el calabozo.
Cinco años después se llega a este juicio, tras lo que Anastasia considera "una dilación absurda del procedimiento, un maltrato más", que en su caso ha estado acompañada de una circunstancia "aún más sangrante", puesto que también ha sido desahuciada por la misma entidad que pide para ella y sus compañeros la cárcel.
"En estos cinco años La Caixa me ha desahuciado de una dación en pago que se hizo en 2014, sin que haya habido ningún impago", algo en lo que está convencida "esto tiene mucho que ver". "Creo que si no hubiera estado en esta causa, me hubieran dejado seguir en mi casa en alquiler, porque no había ningún motivo para hacer ese desahucio", explica Anastasia, tras detallar cómo la entidad bancaria decidió no renovar el contrato de alquiler y rechazó la oferta de compra que hicieron por la que había sido su casa desde 2004.
Y aunque está convencida de que su participación en esta acción para tratar de impedir el desahucio de una familia en Cabanillas del Campo ha tenido que ver en la decisión de no renovar su contrato de alquiler, también admite que la fórmula de la dación en pago "fue un engaño" y que "lo que en aquel momento nos parecía un éxito, con el tiempo hemos visto que no lo era", al ser numerosos los contratos que no se están renovando por parte de los bancos para quedarse con las viviendas.
Una "persecución" que los activistas acaban asumiendo, "a ratos" -precisa Anastasia-, como "parte del juego", aunque ello suponga sufrir las consecuencias y ahora "tener que dar explicaciones, dar la cara". Algo que, a pesar del desgaste personal que supone, "en Guadalajara nos conocemos todos y yo trabajo de cara al público, en un trabajo muy sensible" -explica-, asume puesto que "no me parece que haya hecho nada malo y no tengo nada de qué avergonzarme". "Sí, me toca explicarle a según qué compañeros o qué jefes o qué aparatos de la administración que sí, que hago esto, que intento parar desahucios porque me parece injusto, y que lo seguiré haciendo", subraya.
Aunque el desalojo que trataron de frenar acudiendo a la sucursal bancaria finalmente se llevó a cabo, Anastasia considera que la labor desarrollada desde la PAH "fue un método de presión importante" y se consiguieron frenar muchos desahucios. "Tuvimos unos años en los que entre las personas que acudían a la PAH no llegó a haber ningún desahucio; se paralizaban en las negociaciones, con estas acciones", explica. "Era cuando la plataforma podía ir junta, cuando nadie iba solo a negociar con el banco, y eso tenía su efecto", añade.
"Se pararon muchos desahucios con la fuerza colectiva, haciendo esto y molestando", asegura Liedo, quien reconoce también que fueron "unos años de mucha persecución y de intentar que escarmentáramos", aunque en su opinión "esto nos hace más fuertes".
Para quienes preguntan por qué se mete 'en estos líos', Anastasia tiene una respuesta clara: "Cómo es tu vida para que no te metas en líos para reivindicar lo que crees que es justo". "Tendremos que aprender a alzar la voz y denunciar las injusticias que veamos a todos los niveles", subraya.
El día 30 será juzgada junto a sus siete compañeros. Un proceso al que Amnistía Internacional, que ha incluido el caso de 'los 8 de Caixabank' en su informe anual sobre vulneración de derechos, acude como observador. Un respaldo "valiosísimo", explica Anastasia, quien considera este apoyo "fundamental", después de que la organización haya denunciado "la vulneración de los derechos fundamentales de protesta y de información" en este caso, y pretenda así garantizar que el proceso sea objetivo. "Quieren garantizar que sea así, porque hasta ahora no lo ha sido", apostilla.
Espera que ese día "todo el mundo que está sabiendo esto, que te dice que es una barbaridad, que esté allí" ante los juzgados, "que no sea solo un apoyo individual, que se vea".