Desfacebookeando Facebook
Facebook es ante todo un concepto y un verbo. Si el verbo es facebookear, el concepto es la facebookcación. Si la facebookcación es un proceso que podríamos definir como de fragmentación de la realidad, del pensamiento, de las comunicaciones, de las emociones, los sucesos, etc., entonces, habría que definir a Facebook como el espacio donde se realiza el proceso de facebookcación.
En este artículo nos proponemos desfacebookear Facebook, es decir, desfragmentar lo fragmentado que sobre Facebook sabemos para así intentar una comprensión integral del mismo. Para ello seguiremos una ruta harto conocida en mis textos, que es la de plantear algunas preguntas centrales en torno al modo de producción (y de reproducción), el estilo, la estructura, la cultura y la ideología, del fenómeno que pretendamos analizar, en este caso el de Facebook y la Facebookacion
1.- Antecedentes. Definición de realidad virtual. Nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El internet. Estructura de la realidad virtual
Antes de definir que es la realidad virtual, es importante definir que es lo real. Definir que es real es relativamente sencillo, aunque no por ello exento de complejidades: REAL es lo que existe de manera compartida en tiempo y espacio por varios individuos. Todo lo que no es real, se dice que es imaginario, sin embargo, esto es falso puesto que los imaginarios también pueden ser compartidos en tanto representaciones sociales introyectadas en el individuo. Es decir, que lo real es ante todo un proceso de percepción-construcción compartido de lo que existe y es, donde quiera que eso suceda, incluyendo al espacio virtual.
La realidad virtual, es el espacio que existe como producto de la interacción con un sistema tecnológico que permite a un usuario tener la sensación de estar inmerso en un mundo diferente al real. Muchos piensan que lo virtual es ficticio o imaginario, sin embargo esto tampoco es así. Lo que es VIRTUAL existe y es, como una extensión de lo real, como un espacio, más, donde se produce y reproduce la cultura y las ideologías interiorizadas en los individuos. Es, no obstante, un espacio limitado puesto que lo que en él existe, existe como resultado del poder creador de los sentidos auditivo y visual. Es decir, en el espacio virtual no podemos oler, no podemos tocar, no podemos saborear e incluso no podemos percibir dolor corporal.
La única manera de entrar a la realidad virtual es mediante la conexión a un medio de transporte audiovisual: la radio, el cine, la televisión, el teléfono, así como las llamadas Nuevas Tecnologías de la información y la comunicación (NTIC). Las NTIC incluyen la telefonía fija, la banda ancha, la telefonía móvil, las computadoras, el internet, los reproductores de audio y video, las consolas de juego, etc. Los medios audiovisuales te transportan, te "hacen sentir en" sin moverte del lugar en que te encuentres. En la historia reciente de la humanidad, al menos desde mediados del siglo XIX, el desarrollo de los medios de transporte audiovisual han resultado decisivos para el avance tecnológico e ideológico del capitalismo. Por medio del cine, la radio, la televisión hemos vivido "en carne propia" guerras, desastres naturales, rebeliones, revoluciones, golpes de estado, eventos artísticos, culturales, deportivos, religiosos. Sin la existencia de medios de transporte audiovisual, definitivamente no existiría la realidad virtual.
Actualmente, a diferencia de hace 80 años, la televisión, por sobre la radio y la internet, son el medio más común de conexión a la realidad virtual. Sin embargo, con el llamado cambio tecnológico, con el paso de lo analógico a lo digital, es posible que el internet pronto pase a ser el medio más común de conexión a la realidad virtual, al menos en los países con mayor desarrollo capitalista, y es que el internet es una plataforma tecnológica en la que se ha abierto una puerta a un espacio virtual mucho más grande del que pudimos conocer mediante la radio y la televisión.
El internet (red mundial virtual), y sobre todo el espacio virtual que existe sobre él, han sido posibles como resultado de: a) la interconexión con fibra óptica, b) la utilización de computadoras (personales y avanzadas), c) la conexión mediante uso de protocolos TCP/IP, los cuales hacen posible la interconexión de las computadoras para la formación de redes de área local y área extensa.
Según refiere wikipedia, los TCP/IP son un conjunto de protocolos conformado por otros muchos sin los cuales no existiría la "magia de internet", a saber: protocolos para hipertexto (http), protocolos para envio de correos electronicos (smtp), protocolos para transmisión de archivos (ftp y p2p), protocolos para acceso remoto (ftp, ssh), protocolos para conversaciones en linea, para mensajería instantanea, comunicación multimieda y telefonía televisión e incluso videojuegos. No vamos a detenernos en cuestiones técnicas, sin embargo, es importante mencionar que todo lo que existe en el espacio virtual existente sobre internet es producto de la utilización de multiplicidad de lenguajes (Lenguajes compuestos de codigos, signos, símbolos, etc.) de programación (html, css, php, mysql, java, c++, etc., etc.), que son quienes construyen la apariencia, la estética, el estilo del mundo virtual que se desarrolla sobre internet, lo cuales están marcados por un conjunto de ritmos, normas y valores -severamente impuestos por designios enteramente capitalistas.
Las practicas culturales virtuales que se desarrollan tanto en internet como en otros mass media, se concentran, como sucede en otras practicas culturales, en torno a nudos institucionales poderosos (centros de poder dentro de la red de redes): el estado, los ejércitos y policías, las mafias, las corporaciones, las empresas, los mass-media, las universidades, los cuales controlan la posesión y acceso a los llamados servidores, sin los cuales nada en el mundo virtual podría existir, porque es en ellos que se almacena la información que forma la realidad virtual. Al respecto, aunque cada vez más estos nodos institucionales buscan imponer un mayor control sobre lo que existe en la realidad virtual (ley Sopa), es un hecho que también dentro del espacio virtual hay espacio para las luchas de resistencia anticapitalista, lo cual en parte se debe a que los nodos institucionales de control no buscan la uniformidad cultural, sino la administración de las diferencias, mediante operaciones tales como la hegemonización, la jerarquización, la marginalización, la exclusión, la vigilancia, la censura, etc (Clifford Gertz). Esa búsqueda de control que no llega a ser total por la existencia de servidores autónomos, servidores institucionales parcialmente libres, servidores comerciales, ha abierto la posibilidad de que grupos, y movimientos sociales desarrollen actividades de protesta, de contradesinformación, y de lucha. Las acciones desarrolladas por grupos de hackers como anonymous hemos de entenderlas en el contexto de esa lucha por la libertad de la realidad virtual, la cual no será posible liberar, como explicaremos al final de este texto, sin destruir al sistema capitalista en su conjunto.
La realidad virtual, como extensión de la real, está estructurada a su imagen y semejanza, es decir, en ella existen los individuos (los usuarios), las series (principalmente series de consumo, pero también de información), los grupos (deportivos, políticos, étnicos, ideológicos, religiosos, etc.) y las comunidades.
Facebook, a decir de sus creadores, es una comunidad virtual por medio de la cual es posible intercambiar información, ofrecer apoyo, conversar y socializar de manera informal a través de la comunicación simultánea, así como debatir en torno a temas de interés colectivo. Sin embargo, Facebook no es la única comunidad virtual, también existen los periódicos online, las revistas online, los blogs, los foros de discusión, las listas de correo, los grupos de noticia, los chats, y otras redes sociales virtuales definidas por sus intereses, tales como aquellas dedicadas a la fotografía, el video, las noticias, el cine, los libros, la música, etc.
2.- Cómo se produce y se reproduce Facebook
Ideado en la Universidad de Harvard por un grupo de ingenieros en programación, Facebook, como buen invento posmoderno (de hecho la universidad de Harvard es una de las cunas del posmodernismo) está basado en el presupuesto de que la cultura se ha fragmentado, hypermercantilizado y racionalizado. Estos tres principios rigen la vida de Facebook, la cual, ha decir del slogan que aparece en su página principal, "te ayuda a comunicarte y compartir con las personas que forman parte de tu vida", es decir, sus creadores lo definen como una herramienta. Sin embargo, no estamos de acuerdo con esa definición. Las herramientas ayudan a construir algo que se proyecta. Si Facebook fuera una herramienta entonces mediante ella se podrían crear espacios de construcción colectiva (comunidades, redes) de acuerdo a las necesidades de las personas. Lo cual no sucede, puesto que de hecho, al registrarte en Facebook, automáticamente te es asignado un espacio preconstruído, en el que se ofrecen servicios definidos, que no se pueden modificar al antojo, sino simplemente configurar. Más aun, al entrar a vivir en el espacio virtual que te proporciona Facebook, la estética, los ritmos, las normas y los valores ya están determinados por la compañía. En el apartado siguiente nos referiremos a esta cuestión, antes queremos dar algunos ejemplos que evidencían que la fragmentación, la hypermercantilización y la racionalización son las bases sobres las que Facebook se produce y se reproduce.
Facebook es un espacio racionalmente construído, es decir, está hecho posible a partir de la utilización de distintos lenguajes de programación que corren sobre el sistema tecnológico internet. Facebook es un espacio racionalmente construido para la realización de actividades específicas. Esta característica también abre la posibilidad de que la plataforma Facebook tenga bugs que lo hacen vulnerable, ante lo cual la empresa destina miles de dólares para solucionarlos.
La hypermercantilización se observa en los miles de dólares que los dueños de Facebook ganan con la publicidad y en la bolsa de valores, pero también en la comercialización de servicios que son ofrecidos por distintas empresas e individuos en su plataforma. Pero principalmente es observable en el hecho de que cuando te registras a Facebook aceptas una licencia mediante la cual Facebook adquiere el derecho de utilizar (vender) todo lo que hayas publicado en Facebook y que exista en sus servidores, incluyendo la información personal del usuario a compañías de mercadotecnia y vigilancia. Todo lo que existe en el espacio Facebook es de Facebook y puede mercantilizarlo al mejor postor, al mejor precio.
Finalmente decimos que fragmenta porque segmenta y reduce la comprensión de la historia (personal y humana) a series de eventos pasados, presentes, futuros, imaginarios o concretos que suceden en los entornos cercanos del individuo tanto en su interior como exteriormente. Esas series de eventos son los llamados estados de ánimo que el usuario de Facebook pone a voluntad, pero también por repetición.
En este sentido, si Facebook se reproduce, no solamente es por los miles de millones de dólares que gana, ni solamente por los miles de personas que diariamente se enrolan en Facebook, sino porque al fragmentar la realidad, te engancha en espera del próximo fragmento de la historia. Es decir, por ejemplo, en cuanto a la fragmentación de la comunicación: te conectas por la mañana a Facebook y dejas un mensaje para una persona o para varias, te vas a trabajar, no tienes acceso a Facebook, llegas de vuelta a tu casa, te conectas a Facebook y entonces es posible acceder a la continuación de una comunicación que queda fragmentada en el tiempo, aunque tenga una existencia permanente en el espacio Facebook. Hay quien dice que mediante Facebook la comunicación es inmediata. En ciertos escenarios, coincidencias temporales, eso podría ser así, pero incluso el uso del chat provee una comunicación fragmentada, puesto que tienes que esperar a que el otro te conteste, y eso puede suceder al instante siguiente o nunca. En espera del próximo fragmento de la historia te quedas enganchado a Facebook, con lo cual o tienes que estar permanentemente conectado (y para eso han ayudado ampliamente los teléfonos móviles), o estar intermitentemente conectándote, lo cual deriva en una dependencia dañina para el individuo.
3.- El cascarón de Facebook. Sus normas, sus ritmos, sus valores.
De una apariencia azul cuasi-inmodificable, Facebook tiene sus propias normas, ritmos y valores, su estilo propio. En la página dedicada a los términos y condiciones de uso es posible conocer algunas normas que supuestamente rigen lo que sucede en Facebook. Aquí reproducimos algunas de esas normas:
a) no usar Facebook para cometer actos ilícitos, malintencionados, discriminatorios, violentos, espionaje, spam, acoso, etc. b) no usar Facebook para distribuir pornografía, incitar a la violencia, distribuir virus, etc. No usar Facebook si se es delincuente sexual activo. c) no tener más de un perfil en Facebook, no transferir, ni vender su perfil, proporcionar información verdadera en el registro. Tener más de 13 años. d) Facebook puede borrar tu cuenta sin previo aviso; Facebook puede borrar tu cuenta por infringir la propiedad intelectual
Sin embargo, es claro que esas normas son violadas constantemente según los intereses de los usuarios. Está ampliamente documentado en reportajes periodísticos que en Facebook hay lugar para las redes de trata de blancas, de tráfico de drogas, para la difusión de la ideología de sectas discriminatorias, fascistas, nazis y conexas. De igual manera en Facebook el spam se difunde ampliamente, lo mismo que la pornografía, la incitación a la violencia, el acoso sexual, los fraudes, dado que cualquiera puede registrarse con información falsa, tener varios perfiles a la vez, etc. ¿Porqué sucede esto? bueno, pues sencillamente porque los valores ideológicos que se producen y reproducen en Facebook son enteramente capitalistas. Que alguien se esté suicidando online y sus "amigos" no hagan nada es el mejor ejemplo de los valores y actitudes que privan entre la gente que utiliza Facebook: la indiferencia, el egocentrismo, el morbo, el individualismo, etc. Sobre lo anterior, no faltará quien diga que de los 800 millones de usuarios registrados en Facebook, son minoría quienes conviven en Facebook bajo estos valores enteramente capitalistas y que la mayoría convive bajo normas y valores "sanos". De nuestra parte no lo creemos, aunque al final no importa, porque la convivencia entre "bien" y "mal" también se da en el mundo real, y el mundo virtual es meramente una extensión de lo real, por lo tanto, no podría ser de otra manera. En todo caso, lo que queremos resaltar es que en el espacio Facebook, los valores dominantes, por sobre otros valores, son aquellos que hacen posible la reproducción ideológica, moral, y material del capitalismo.
En este sentido, es completamente entendible y respetable que grupos y personas lleven adelante un lucha por hacer un uso distinto de Facebook, sin embargo, en cierta medida, hacer esto es peor que afirmar que el Estado se puede cambiar desde adentro, pasando a formar parte de su burocracia, porque Facebook es sólo un pedacito de internet, aunque millones de personas estén conectadas a él; un pedacito, por cierto, muy bien limitado y estructurado que no admite cambios provenientes de la iniciativa de los usuarios, como veremos más adelante. Es decir, que la lucha anticapitalista más productiva es la que se da en todas partes del internet -y de la realidad concreta, y no la que se da en Facebook
Finalmente, queremos remarcar que el ritmo de Facebook es el de la intermitencia, derivado de la fragmentación que en el opera. Esta intermitencia es observable en lo que hemos llamado "pensamiento Facebook" que es un proceso de reflexión fragmentado e inconexo motivado por los estados de ánimo que tus amigos te comparten, o que uno mismo comparte, que lo mismo pueden ser una cita literaria, que una ocurrencia, una crítica, un comentario, una pregunta, etc. El "pensamiento Facebook" es contradictorio al pensamiento complejo, aquel que va infiriendo o deduciendo a partir de premisas, conclusiones lógicas complejas. Es evidente que los estados de ánimo dan lugar a la reflexión, a lo que no da lugar es a la construcción de un punto de vista integral, totalizante, sobre lo que ocurre en el mundo y en nuestro entorno inmediato, lo que nos lleva a la contemplación del mundo desde un supuesto punto fuera de ese mundo. Al mismo tiempo, la percepción que de nuestros "amigos" vamos teniendo es una percepción fragmentada que incluso por momentos podría hacernos dudar de que efectivamente ese amigo sea la misma persona con la que tenemos una relación directa, cercana, concreta y cotidiana. Por eso decimos que Facebook fragmenta nuestra personalidad, nuestras emociones, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestras relaciones. No sólo Facebook produce esta fragmentación, otras redes sociales virtuales también lo producen, pero sin duda alguna, Facebook es un ejemplo paradigmático.
4.- Estructura Facebook
Sobre la estructura que hace posible Facebook hay poca información. Una red de redes, como es Facebook está construida sobre centros nodales de información. Esos centros nodales son las páginas y/o perfiles de artistas, medios de comunicación (periódicos, revistas), universidades, así como usuarios que cuentan con miles de amigos, los cuales informan viralmente sobre determinados sucesos que según su consideración podrían ser de interés para quienes los siguen. Es decir, cuanto más grande es la cantidad de amigos y la suscripción a centros nodales de información, la red personal se va tornando más centralizada (aunque no tenga un sólo centro) y menos horizontal, que si se tienen pocos amigos y no se está suscrito a ningún centro nodal de información.
Dentro de esa estructura, diversos actores cumplen distintas funciones. Hay quienes informan y desinforman, quienes vigilan, quienes venden cualquier cosa, quienes se autopromocionan, etcétera. Según los intereses de cada usuario dependerá que se pase a formar parte de una red, una serie o un grupo; de hecho una de las cualidades más sobresalientes de Facebook es la posibilidad de adherirse a las decenas de redes, series y grupos que existen en multitud de idiomas, sean de cinéfilos, melómanos, consumidores, fans de comics, de artistas, adictos a la pornografía, de hacktivistas, de activistas, de chistes y chismes, conspiranoicos, etc. Estas redes, series y grupos pueden ser abiertas, cerradas, ocultas y masivas, como es el caso de algunas aplicaciones que enlazan a miles de personas. Esta estructura es muy atrayente, en tanto que cualquier usuario puede convertirse en centro nodal de información, administrar un grupo, encabezar una serie, sin embargo, la banalización, la desinformación, la evanescencia y la fragmentación, como sangre que corre por las venas de Facebook, dan al traste con cualquier valoración positiva que podamos hacer de este invento posmoderno. Hay quien dirá que eso depende de a que series te adhieras, a que grupos se esté suscrito y de cuales redes se forme parte -que hay algunos que valen la pena, puede ser cierto, pero no por ello podrás escaparte de que te llegue información sin utilidad práctica o teórica, lo cual se debe, como hemos dicho antes a la predominancia que tienen los centros nodales de información, y particularmente de la series, puesto que es a través de ellos que circula la mayor cantidad de información.
Finalmente, habría que apuntar que la estructura Facebook, aunque nos parezca en extremo cambiante, por la facilidad con la que puedes adherirte o desadherirte a redes, series y grupos, no lo es. El conflicto entre grupos y actores rivales no pone en ningún momento en riesgo la estructura Facebook, ante lo cual, la única posibilidad de acción de un usuario disgustado con una situación de conflicto es salirse de los grupos a los que está inscrito, bloquear usuarios, o más radicalmente borrar su cuenta de Facebook. La permanente facebookcación que se lleva a cabo en el espacio Facebook es una acción con una inercia inmanente y constante por lo cual, difícilmente puede ser contrarrestada, es decir, es imposible producir un cambio estructural dentro de Facebook a partir de la iniciativa de los usuarios.
5.- Ideología y cultura en Facebook
La cultura, escribe Gilberto Jiménez, es la organización social del sentido, interiorizado de modo relativamente estable por los sujetos en forma de esquemas o de representaciones sociales compartidas, y objetivado en formas simbólicas, todo ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados; en tanto que las ideologías son aquellos sistemas que estructuran los símbolos y sus significados.
La ideología y la cultura sobre la que se levanta Facebook, es como hemos dicho desde el principio, el posmodernismo. La facebookcación, como acto de racionalización, hypermercantilización y fragmentación extrema conduce a los usuarios de Facebook a la vivencia de un mundo cultural caleidoscópico -por demás atrayente, pero habitado por individuos -según se prolongue el uso de Facebook, cada vez más esquizofrénicos, paranoícos, neuróticos, angustiados, solitarios, individualistas, etc., lo cual se debe a la dispersión de las identidades que padece el usuario de Facebook. Esta dispersión es síntoma de un proceso de recombinación (hibridación) de los signos y símbolos, que se van adquiriendo mediante el amplio contacto cultural e ideológico que se consigue con el uso de Facebook, aunque no es privativo de este, sino en general de todo internet, y por el cual éstos son dotados de nuevos significados en el marco de una supuesta cultura global posmoderna. Es decir, que si las culturas híbridas existen, éstas pueden ser apreciadas con mayor claridad en la realidad virtual, sin embargo, su principal defecto -al menos de los procesos de hibridación que se llevan a cabo en la realidad virtual, es que estos nunca llegan a concretarse en una nueva identidad, porque la interacción cultural e ideológica dentro de la realidad virtual es constante y permanente, es decir, el sujeto podría no llegar nunca a formarse una identidad propia y aquí cabe recordar que todas las identidades son múltiples que es muy diferente a que sean fragmentadas. Los trastornos de personalidad, documentados por investigaciones y reportajes periodísticos, que ocurren a cientos o tal vez miles de los millones que habitan Facebook, son consecuencia directa de la desintegración de nuestras identidades producida por la facebookcación, y de la insatisfacción afectiva que produce habitar en Facebook, dado que estando en la realidad virtual no podemos oler, no podemos tocar, no podemos saborear lo que en ella hay.
Partiendo de la premisa de que cualquier ideología y cualquier cultura tiene cabida en Facebook, o mejor dicho, en internet, podríamos llegar a la conclusión de que este espacio, es un espacio de dialogo, de confraternización, de entendimiento, de identificación, sin embargo, no lo es, puesto que la mayoría de las personas no hacen uso de Facebook con esas intenciones, sino con la intención de promocionar su propia ideología y cultura, sea para ganar adeptos ("amigos") o para mercantilizarla. Esta actitud sectaria y dogmática es por demás reprochable, puesto que tras la careta del "contacto cultural" lo que se esconde no es más que colonialismo: despreciar, imponer, conquistar. De nueva cuenta, habrá quien diga, que lo que afirmamos es parcialmente cierto, y que la tolerancia es el valor más apreciado en Facebook -tal como supuestamente sucede en las sociedades democráticas multiculturales. Sin embargo, si así fuera, la discriminación, el racismo, el sexismo, el machismo, no serían lugar común en los miles de estados de ánimo y comentarios que a cada segundo son compartidos en Facebook. Para explicar ésto hemos de recordar nuevamente nuestra definición inicial de realidad virtual: la realidad virtual es una extensión de la realidad concreta, lugar donde se continúa la producción y la reproducción cultural de los grupos hegemónicos, grupos hegemónicos que al interior de Facebook no son sino centros nodales de información. Es decir, Facebook, o internet mismo, no pueden ser de otra manera puesto que la realidad virtual no es un lugar fuera del modo de vida imperante, sino un campo más de lucha entre las culturas hegemónicas y las culturas populares (Gramsci) de ahí que sea necesario llevar la lucha anticapitalista a la realidad virtual, aunque no necesariamente al interior de Facebook, o en todo caso ello dependerá de la penetración que en ese espacio se tenga, es decir, que se tengan centros nodales de información anticapitalistas con miles y miles de "amigos", con lo cual se pasará a ser hegemónico, y entonces habría que preguntarse, si en la realidad concreta nos pretendemos antihegémonicos, porque en Facebook tendríamos que dejar de serlo.
Dicho lo anterior, nos podrá ser claro que Facebook es un aparato ideológico que coadyuva en la reproducción del sistema capitalista. Cada aparato ideológico, escribió Robert Fossaert en su libro "Las estructuras ideológicas", crea y mantiene su propio campo cultural, entendiendo a este, como un campo de conflicto entre actores por los bienes que hay en disputa (Bordieu). En lo que podríamos llamar "campo virtual" hay muchos bienes en disputa, particularmente el del poder de informar/desinformar, sin embargo, ningún actor tendrá asegurada la victoria sobre su oponente -incluso aunque tenga los argumentos más valederos, las mejores webs, los mejores softwares, los mejores programas, si alguno de ellos no tiene acceso y control sobre los medios de transporte audiovisual, que son de últimas los que permiten la existencia y reproducción de la realidad virtual. Quien piense lo contrario -que internet, la televisión, la radio o Facebook pueden ser libres sin cambiar al sistema capitalista, no solamente es ingenuo, sino que incluso podría no saber cual es el sustento mismo de la realidad virtual. Las recientes operaciones antipiratería (cierre de megaupload) y contra anonymous por parte de agencias de inteligencia como el FBI, no hacen sino confirmar lo que ahora escribimos. E incluso podríamos ir más allá, siguiendo a Bordieu: ningún cambio cultural se consolidará si no se realiza, antes o a la par, un cambio económico; ningún cambio estructural será notorio, si antes o a la par, no se realiza un cambio en el estilo de vida de los humanos; ningún cambio en el estilo de vida se llevará adelante, si antes o a la par, no se realiza un cambio cultural. Es decir, que para ganar la batalla en la realidad virtual habrá que ganar la batalla en la realidad concreta.
6.- Conclusiones. Facebook, para qué?
Desde que me registré a Facebook no he dejado de reflexionar críticamente sobre él, sin embargo, en este proceso de autoconocimiento, entre Facebook y yo, es factible que Facebook, mejor dicho, quienes mediante él nos vigilan, me conozcan más de lo que yo he sido capaz de conocer a Facebook.
Cuando avise a mis 30 amigos de Facebook que borraría mi cuenta, nadie expresó ningún comentario a favor o en contra, y sólo algunos, los más cercanos en la realidad concreta, me preguntaron mis razones. No quiero pensar que hubiera sucedido si en lugar de haberles compartido que me iba de Facebook, les hubiera compartido online y en primicia, el show de mi suicidio, como ha sido el caso de varias personas adictas a Facebook.
Antes de registrarme en Facebook, leí en varias ocasiones algunos artículos que hablaban sobre algunos de los conflictos que ocasiona a las personas el uso de Facebook. Cualquiera pensaría que eso pasa porque todo en exceso es malo y que es una irresponsabilidad usar Facebook con desmesura sabiendo que te puedes volver adicto. Hasta cierto punto esto es verdad, sin embargo, para alguien que lleva habitando la realidad virtual por mucho tiempo, o que conoce sus debilidades adictivas, como yo, esas advertencias no son sino invitaciones a descubrir lo que se encuentra oculto en el uso y abuso de lo prohibido. Con curiosidad antropológica, recreativa y siguiendo los pasos de varios amigos y compañeros un día decidí registrarme como miembro de Facebook. Con las precauciones necesarias, a sabiendas de que es un espacio controlado y vigilado, definí los temas que no quería tratar en Facebook (es decir, todo aquello relacionado con la subversión anticapitalista que recorre el mundo) y me integré a la red, e incluso me dejé atrapar por ella. Pronto comencé a compartir mis "estados de ánimo", provocando palabras para destruir pesadillas, mis pesadillas. Luego comprendí que los estados de ánimo eran transitivos y que por lo tanto, había que actualizar tu muro, o leer el de los demás, bajo esa idea. Fue así que comencé a borrar los "estados de ánimo" que ya me eran pasados, con los que ya no me identificaba o con los cuales podría ser identificado como subversivo. Si la comunicación era tan inmediata, y la información actualizable a cada momento, habría que darse la oportunidad de borrar lo que ya no querías que los otros pensaran y supieran de ti, aunque Facebook guarde un respaldo de todas tu comunicaciones.
Tras concretar las reflexiones antropológicas que ahora les comparto, decidí borrar mi cuenta, no sin antes preguntarme porqué habría de conservarla, es decir, ¿Facebook, para qué?. La respuesta más sencilla es Facebook sirve para vender, promocionar y encontrarse, si vendes, buscas a alguien o deseas promocionar algo, Facebook es un buen lugar para ti. Pero si ese no es tu interés ¿para qué otra cosa podría servir Facebook? Desde mi particular punto de vista creo que Facebook es un espacio que muy bien se puede prestar para la difusión, la reflexión, la discusión, el estudio y hasta como espacio de decisión. Sin embargo, definitivamente, muy pocas personas lo utilizan para tales fines, más aun porque todo Facebookeano sabe que Facebook es un espacio vigilado, a la manera como los habitantes de la Oceanía de Orson Wells sabían que eran vigilados por el Gran Hermano, lo que no evita, como hemos dicho al principio, que dentro de Facebook se realicen actividades ilícitas e incluso subversivas, por ejemplo, la organización y convocatoria a participar en acciones de protesta para derrocar a un gobernante, como fue el caso de Egipto y otros países de medio oriente y áfrica en 2011.
En cuanto a esto último, sin duda han sido los propios mass media (centros nodales de desinformación) los que han provocado la sobrevaloración de la participación de las redes sociales virtuales, entre ellas Facebook, en las revueltas que se registraron a principios del año pasado, como si las revueltas hubieran surgido de la nada, y no hubieran nacido sobre un necesario sustrato organizativo, discursivo y de descontento en contra del gobierno. En este sentido, sin duda alguna la potencialidad más grande de Facebook es la difusión y la convocatoria, mientras que sus mayores debilidades son que es un espacio permanente vigilado y controlado, lo que inhibe la realización de procesos autoorganizativos, más aun si estos pretenden atentar contra el orden establecido, así como la fragmentación que de la realidad produce, lo que alienta la inercia de la reproducción ideológica del capitalismo. Pero no solamente, pues en mi experiencia incluso he notado que si se convoca a una fiesta por medio de Facebook, miles podrían llegar a la reunión, pero si se trata de organizar la fiesta desde un grupo de en Facebook, muy pocos le van entrar a la discusión para organizarla, lo cual se debe, básicamente, como lo hemos venido repitiendo, a la facebookcación que produce Facebook, que lamentablemente es un proceso ideológico que también afecta nuestro entorno concreto, debido a lo cual la apatía goza de mas amigos, de los que goza la participación autogestiva y crítica.
Hace unos días asistí al Foro Permanente contra el Despojo y la Privatización realizado por compañeros de los pueblos, barrios y colonias en defensa de Atzcapotzalco. Desde Noticias de la Rebelión hemos ayudado a estos compañeros a tener una modesta página de internet a partir de la cual puedan difundir las noticias de su lucha. El mensaje que improvisadamente dije, fue el que me impulso a escribir este artículo sobre Facebook, pero sobre todo a cerrar mi cuenta en ese espacio. El tiempo perdido en Facebook es demasiado y la productividad es nula. En términos de lucha social es aun menos porque, al menos en México, solo el 30% de la población tiene acceso a internet, lo que por supuesto excluye a los miles que conforman la población más marginada, ni tampoco a la más deseosa de cambios revolucionarios. Ante esa realidad, comentaba a quienes nos encontrábamos en el foro, la mejor manera de mantener un ánimo combativo, de no quedarse inmóvil por el miedo y el terrorismo de Estado, de acrecentar la conciencia, de enlazarse con otras luchas, es la de la convivencia diaria, la plática con nuestros vecinos, con nuestros amigos y familiares, a la hora de la comida, en el transporte, en la fila de las tortillas, en la casa, así como expresar nuestro hartazgo e indignación en pintas, carteles, volantes, foros, reuniones y hasta en fiestas. Esa comunicación directa, fraterna, es la que un momento dado puede hacer la diferencia, la que va a convocar a millones a salir a las calles. Y como ejemplo les puse algo que me sucedió ahí mismo en su colonia: el día de la inauguración de la Arena Ciudad de México, uno de tantos megaproyectos que nos han sido impuestos, y que tanta afectación ha traído a los pueblos, barrios y colonias de Atzcapotzalco, el plan de acción era realizar marchas para impedir la realización del evento inaugural. Granaderos encapsularon a las distintas marchas que recorrían las calles y callejones que recorrían las calles aledañas a la Arena Ciudad de México. Por azares, al momento de esa represión varios compañeros íbamos llegando a la zona de conflicto. Teníamos en mente un plan B, que era poner barricadas para impedir el paso de los asistentes al evento inaugural, el único problema es que eramos no más de cinco personas. Eso no nos detuvo y tras decidir donde pondríamos las barricadas, comenzamos inmediatamente a ponerlas, había que presionar para que liberaran a nuestros compañeros. En pocos minutos pasamos de ser 5 personas a ser 10 personas, luego 20 personas, luego ya teníamos una barricada, luego ya teníamos dos barricadas, entonces ya eramos 30 personas. Para cuando liberaron a los compañeros encapsulados, en distintos puntos aledaños a la Arena Ciudad de México había barricadas y la gente estaba fuera de sus casas resguardando sus colonias. Una experiencia reveladora, la gente tenía conocimiento del conflicto y sus causas, incluso conocía el plan de acción, lo único que faltaba era transmitir la información necesaria y la chispa, el ánimo combativo, para que se decidieran a incendiar la pradera, y así sucedió -sin Facebook, sin Twiter, sin redes sociales virtuales.
En estos días de campañas electorales hemos sido informados que los partidos extenderán su lucha al espacio virtual y particularmente a las redes sociales virtuales, particularmente Twiter y Facebook. La intención es clara, disputarse al electorado joven que es el que utiliza mayormente las redes sociales virtuales, pero sobre todo, convocar al voto útil de estos mismos jóvenes y en general de la clase media para obtener el triunfo electoral, que fueron quienes dieron el triunfo a Fox en 2000 y a Calderón, con todo y fraude electoral, en 2006. El problema, sin embargo, es que el signo de esa disputa será el de la guerra sucia contra los oponentes. Algunos analistas incluso han alertado que las campañas negativas de unos contra otros lo único que provocará es la desmovilización y la abstención. Si tienen razón y eso pasa, entonces, el voto útil también se va a fragmentar, como todo lo que pasa por las redes sociales virtuales, y lo único que quedará a los candidatos será el voto duro, el que les proporcionan sus partidos y sus maquinarias electorales, asquerosamente clientelares y corporativistas. Consecuencia de lo anterior será, ante un abstencionismo creciente, que las elecciones de este 2012 vayan a tener que decidirse o por fraude -como en 2006, o por golpe de estado. Si es por golpe de estado, la guerra se tornará más cruenta de lo que ya es y nos encontramos ante un grave riesgo de "ingobernabilidad". Si es por fraude, el ganador va tener que imponerse a sangre y fuego o por pacto interburgués. Como sea que vaya ser, la lucha decisiva se va a dar en las calles, hay un hartazgo en el México profundo del que muy poco se sabe en las redes sociales virtuales. La comunicación directa, cercana, afectiva, combativa, será entonces determinante para actuar decisivamente en la coyuntura política que se está abriendo en México. Quienes nos reconocemos de abajo y a la izquierda tenemos el deber de actuar en consecuencia para propiciar esa comunicación.
Por ello invito a todos quienes me lean y tengan cuenta en Facebook a cerrar su cuenta, a hacerle vacío a las campañas electorales, pero sobre todo, a inventar y reinventar nuevas formas de comunicación y de lucha.
Gracias
abril 2010
!Zapata vive, la lucha sigue!