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El Buñuel resiste un día más al desalojo, mantiene abiertas sus puertas y todas las convocatorias
El desalojo del Centro Social Comunitario zaragozano previsto para este lunes, 23 de enero, no se ha producido
El desalojo del Centro Social Comunitario zaragozano previsto para este lunes, 23 de enero, no se ha producido. Ahora llaman a continuar con todas las actividades e invitan a los colectivos a trasladar aquí sus actos. Además, mantienen la alerta para acudir a los turnos y permanencias, porque "El Buñuel no se rinde".
El Centro Social Comunitario Luis Buñuel sigue abierto. El desalojo previsto para este lunes, 23 de enero, no se ha producido, a pesar de la amenaza del Gobierno municipal de Zaragoza (PP-Cs y Vox), al mando de Jorge Azcón, que llevaba semanas repitiendo esta "fecha límite" para asestar lo que sería un duro golpe al tejido social y vecinal de la capital aragonesa.
Así, la resistencia pacífica suma una nueva victoria. Desde primera hora de una heladora mañana en Zaragoza, cientos de personas se han unido en la calle a las que han pasado la noche dentro del Luis Buñuel para defender el centro social comunitario. Tras cuatro horas de movilización, con desayuno caliente incluido, y sin apenas presencia policial, han conseguido el objetivo, porque el Buñuel se resiste al desalojo, al menos un día más. Sin duda, el momento más emotivo ha sido cuando se han vuelto a abrir de par en par las puertas del espacio ubicado en el barrio del Gancho.
Ahora, la Asociación CSC Luis Buñuel llama a continuar con todas las actividades previstas para los próximos días e invitan a los colectivos de la ciudad a trasladar aquí sus actos. Además, y no menos importante, mantienen la alerta activada y el llamamiento a todas las personas que quieran responder acudiendo a las citas para cubrir los turnos y permanencias durante toda la semana en el antiguo instituto reconvertido desde hace más de 12 años en un espacio de solidaridad y esperanza, que continúa abierto a la ciudadanía, al barrio y a Zaragoza entera.
"El valor que tiene el Buñuel en una ciudad como Zaragoza es incalculable"
"Teníamos claro que solas no íbamos a estar, es un proyecto que forma parte del corazón de Zaragoza y del corazón de un montón de personas. Está claro que la ciudad está hablando, otra cosa es que el Ayuntamiento no quiera escuchar", afirmaban este lunes a las puertas del Buñuel algunas de las personas que han acudido a concentrarse.
"El valor que tiene el Buñuel en una ciudad como Zaragoza es incalculable", apuntaba a AraInfo Alex Rodrigo, director de La Casa de Papel, que ha acudido a la convocatoria para defender el CSC Luis Buñuel. Rodrigo destacaba la necesidad de estos espacios "más allá de la llamada alta cultura".
Al mismo tiempo que se producía la movilización en la plaza Santo Domingo, la Asociación CSC Luis Buñuel enviaba una carta al alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, en la que le piden "que hable con esta comunidad" y "que frene el desalojo". En el escrito, también le instan a "encontrar puntos de acuerdo" para "construir una ciudad mejor", recordándole las palabras que el mismo alcalde utilizó en su discurso de investidura.
La cita de este lunes pone el punto y seguido a una semana intensa de movilización en defensa del CSC Luis Buñuel que arrancó el pasado martes, 17 de enero. Desde las concentraciones en los barrios de la Madalena y Torrero, pasando por la plaza del Pilar a las puertas del Ayuntamiento y la marcha "fúnebre" en recuerdo de las cientos de actividades que se perderían en caso de desalojo, hasta la gran manifestación del sábado que reunió a 4.000 personas en la capital aragonesa.
Una contundente y masiva respuesta de la Zaragoza comunitaria para reivindicar que el Buñuel "no se rinde", uno de los lemas más coreados en estos días, tanto en las calles como en las redes, para un espacio que ha recibido cientos de apoyos y muestras de solidaridad, desde los movimientos sociales y políticos, la cultura y el tejido vecinal. Un espacio que ha acogido a más de 400.000 personas en estos años, con más de 500 actividades desarrolladas en su interior, y que sigue amenazado por un inminente desalojo que podría llegar en cualquier momento.
