El fascismo tiene quien le escriba


Votar bien es la DISTINCIÓN que ha de motivar no lleva implícita la palabra sino la escritura que da forma a la trampa que te encadena tal es su diseño personal de identidad intelectual por el que los poderes fácticos de la gran cadena permiten seguir enriqueciendo herederos agitando premios agradecimientos y entregas signos y huellas en complicidad donde la oligarquía financiera vive a costa del sudor del pobre sin ‘distinción’ pues la letra con sangre entra y el bastón y la orden cobren la ¨inevitable¨ disonancia del embaucador que en diseño jeroglífico te quiere invernar como pieza de museo amordazada según el placer del pregón y argumento del momento.
Distinción, trampa y embaucador
Se trata en síntesis de desaparecer del continente el contenido que estorba negarte asumir la emancipación de lucha de clases barricadas de independencia y el canto protesta abriendo ventanas a la vida. Se trata en definitiva que asumas la libertad del alma en la que ahorita vive el escritor y te dejes de pendejadas con la del canto de los vivos en la tierra. Se trata del voto palpable y sonante de manga ancha y bolsillo sin fondo el de la ley férrea contra la justicia la que machaca a quien estorba vota con DISTINCIÓN y no se equivoca. Se trata de que la eternidad del escritor como la del Papa, alias Francisco, sea ejemplarizante aunque ‘votar bien’ mutile las alas de tus sueños comprendas que es un acto inevitable pues siempre habrá técnicos psicólogos de limpieza que te ayudarán a cicatrizar pesadillas y borrar la imagen de amapolas rojas y ríos de sangre hasta negar del escritor –La fiesta del chivo –Conversación en la catedral –La ciudad y los perros- Los cachorros… Mi nota es un combate contra sumisos en cresta de la cúpula banquera en premios Cervantes. Descaro grande los premios Goya, y abuso no menos al creador del Quijote, autor y personaje que junto a Sancho tanto desprecio y hambre pasó. Reflejada me veo en el espejo de mis hermanos de clase contra la explotación venga de donde venga, pues el hábito no hace a la mujer así como el militar aunque sea soldado raso define a un guerrillero de mi misma causa, contra aulas doctoradas, convertidas en pocilgas. Entiéndase en ello el antagonismo que anular lo privado niega todo derecho, viviendo de lo público, implico en ello todo financiero que a la clase que pertenezco margina multiplicando ganancias al elogio de listas y listos aullando como lobos del capital que engendra el fracaso escolar, social, político y profesional.
Siempre hubo escritores, guerreros y traidores al servicio del capital de loas y hazañas cual Cid Campeador.
Basta con leer de la España franquista al pseudo escritor José María Pemán: <<La guerra, con su luz de fusilería, nos ha abierto los ojos a todos: la idea de turno o juego político ha sido sustituida para siempre…>>.
De similares principios se encontraba, Camilo José Cela, chivato que denunciaba a sus propios compañeros; galardonado en odas y hadas del Novel de literatura en pluma lameculos, que reportaron una gran cantidad de doblones, en basta palabra grosero piropo y peor insulto, fantoche impune al descaro falangista: <<La libertad es una sensación. A veces puede alcanzarse encerrado en una jaula, como un pájaro>>. Esa y no otra era la jaula de su España franquista defendiendo la cárcel para todos / todas que no pensaran lo mismo. Se multiplican los escritores y políticos ‘CON DISTINCIÓN’ son muy correctos, muy democráticos, muy españoles, muy monárquicos, muy en la historia de Isabel la Católica y de la Isabel regenta de la Comunidad de Madrid; escritores como Arturo Pérez Reverte, fabricando en la misma hornada vomitiva, libros y declaraciones: <<Con rusos y con mujeres nunca se sabe>>.
Tras la muerte del escritor peruano, han aparecido miles de plañiderxs políticos de todos los colores; escritores en auge del sistema, y algunos amantes literarios, que apenas han leído un libro como aquél que dice del finado y tanto dolor de estómago les ha causado su perdida: <<Un día negro para la literatura. Nos deja Mario Vargas Llosa, Premio Nobel e icono universal de la literatura de habla hispana>>.
Enfrascados en homenajes, entre pro-legionarios y taurinos de feria pongamos que hablamos de Madrid, del Rey y la consorte, del presidente de Gobierno, y hasta de la cultísima Isabel: <<Me siento muy honrada por haber compartido tantos momentos con este hombre generoso y libre. Le echaremos mucho de menos>>.
Y siguiendo el zurcir de la historia por qué no hablar de la degradación de la golpista peruana Dina Boluarte, hay algo más que argumentar a todo este rosario plañidero de alabanzas? Muchas de las que llaman ‘personalidades’ han querido subrayar el impacto que, Vargas Llosa, ha tenido tanto en las letras como en el pensamiento político y social de Iberoamérica. Pero más allá de homenajes y mensajes institucionales de uno u otro país, así como de ese especial bosquejo de la cultura que tanto ha sentido su pérdida, hallamos una primavera más seca que lagrimosa de una elasticidad estropajosa en la que muchos han querido mostrar al mundo su valle de lágrimas.
En él encontramos el testimonio de condolencia d’ Arturo Pérez-Reverte: <<Como decía el torero Luis Miguel Dominguín: siempre queda uno para contarlo.
Aunque al final siempre hay otros que acaban por contar al que lo cuenta. Son las viejas reglas>>.
Ahí tienen el nivel de entendederas del quien como homenaje elije en expresión de sus propios sentimientos, los de un torero que no viene a cuento, además de considerar al finado como un conversador excepcional de refinado humor, amabilidad exquisita, respeto y gran caballerosidad el que según él, viviera una vida plena, buena y perfecta rodeado entre leales y admiradores al disfrute de placeres y alegrías hasta el final: <<Conoció mujeres hermosas, grandes amistades, vivió la fama y recibió el Premio Nobel>>.
Homenajes estropajosos a efecto de gargantas cumplidoras como la del ‘líder pepero’ Alberto Núñez Feijóo con el que finaliza la última ornada al rosario del escritor: <<Monumental en español de nuestro tiempo y una voz nítida en defensa de las ideas liberales>>. Por lo que yo me despido en resolución a mis propios principios aludiendo ‘Conversación en la Catedral’ (Zavalita, ¿cuándo se jodió el Perú?) Una reflexión acertada en la época sobre el poder de la mentira, el capitalismo, su política de especulación, su militarismo, su orden fascista y economía de intereses de corrupción y absolutismo <<¿Cuándo se jodió el Perú?>>.
Pegunta que incumbe hoy no solo a los trabajadores peruanos sino a todo proletario de conciencia. No se ‘jodió’ como única referencia fundamental a la dictadura de Manuel Odría, de los años 50; también, en los ochenta durante los sucesos de Uchuraccay, pues ayudó a maquillar la responsabilidad de militares criminales hasta su candidatura, a la presidencia en 1990, prometiendo y no por empacho a la sandez y arribismo patético de hipocresía, sino por algo más criminal e ideológico el pregonar la entrega a forma de intimidar para seguir engañando –charlatanería delincuente para la denigración política– chantajear devolver Perú a manos de los viejos oligarcas latifundistas, que exigían privatización, que se les remate el país sorteando su venta en plena campaña de feria electoralista, seguir sumando engaño progresivo al control absoluto, asentando el poder de la corrupción económica de casta degenerativa (Libro escrito en unos momentos de esplendor juvenil antes de la decadencia que pulió sus huesos hasta la tumba).
Lo que el mentado escritor anhelaba en su fuero interno, lo hizo Fujimori, vaya por delante su apoyo a la hija (Keiko) y sus mediocres mensajes públicos al ‘Perú Libre’ de la fanática fascista Dina Boluarte: <<Usted viene ejerciendo su cargo de manera muy valiosa>>, a su gobierno golpista y resto de lacayos ¡No!!! El valor de un escritor no está en lo que escribe por muy buen estilo que tenga y engatuse ¨a quién contra el mismo escribe¨, sino en lo que hace, dice y vincula aliados, con los que disfruta desprecia a antagónicos y pregona su triunfo económico: está, o debería, en la dignidad que le caracterice, y no en la falta de ella, ni en los carentes actos de conciencia que le vinculan a un pueblo peruano oprimido, explotado, criminalizado, históricamente vapuleado y sellado en la represión, ni en su incomunicación y falta de reconocimiento con el resto de humillados proletarios del mundo, millones marginados recluidos al desprecio y a la hambruna y al aguante de economías de guerra, convertido en víctima de los intereses del especulador del imperio de las guerras y golpes de estado, que al escritor, y a su “valiosa” Dina, premian, consideran y enriquecen. Escritor repulsivo, un déspota de actitud despreciativa con los pueblos originarios de Indoamérica, que hizo apología del sionismo, humillando al pueblo palestino. Un gustoso y feliz consentido racista que, se cebó de forma impune, traumática y vanidosa, del presidente electo proletario y maestro Pedro Castillo, al que se le arrebata su cargo político y encarcela, la camarilla que tan bien <<ha venido ejerciendo su cargo>>.Y es que la libertad –la verdadera libertad– no se sirve en bandeja, ni Alcobas de Palacio ni Castillos ni Instituciones fascistas: ni se reparte en medallas condecorando exterminar Gaza ¡No!!! La Libertad no se entrega en testimonios de historia literarios a dementes genocidas y cómplices de escarnios como hacía el consejero (y mercenario) Vargas Llosa. La Libertad, no es fascismo; la libertad no representa al mercenario de empresarios del gran capital, como el escritor peruano, que tan poco ennobleció su pluma y su país por el que tan poco luchó por sus presos políticos, prostituyéndose en pos de reconocimiento, alentando campañas electorales adoctrinando que lo que importa a la hora de votar, no es la Libertad ‘sino votar bien’, aupar nazis, sionistas, sátrapas, monarcas, podridos políticos corruptos y matones a sueldo a servicio del yanquisionismo; éste, y no otro, fue el espejo de su libertad.
*El 15 de abril de 1938, moría César Vallejo, a él mi recuerdo y admiración del que fue uno de los grandes poetas de Perú, comprometido con el resto de culturas y pueblos del mundo. Poeta que se identificó y aclamó la República revolucionaria en las trincheras acorralada por el fascismo internacional (1936-39): ¡España, aparta de mí este cáliz! Pedro y sus dos muertes: solía escribir el ferroviario de Miranda del Ebro con su dedo grande en el aire «¡Viban los compañeros! Pedro Rojas»
Papel de viento, lo han matado: ¡pasa! Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa! ¡Abisa a todos compañeros pronto!
Palo en el que han colgado su madero, lo han matado; ¡lo han matado al pie de su dedo grande!
¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas!
¡Viban los compañeros a la cabecera de su aire escrito!
¡Viban con esta b del buitre en las entrañas de Pedro y de Rojas, del héroe y del mártir!
Registrándole, muerto, sorprendiéronle en su cuerpo un gran cuerpo, para el alma del mundo, y en la chaqueta una cuchara muerta.
Pedro también solía comer entre las criaturas de su carne, asear, pintar la mesa y vivir dulcemente en representación de todo el mundo. Y esta cuchara anduvo en su chaqueta, despierto o bien cuando dormía, siempre, cuchara muerta viva, ella y sus símbolos.
¡Abisa a todos compañeros pronto!
¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para siempre! Lo han matado, obligándole a morir a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquél que nació muy niñín, mirando al cielo, y que luego creció, se puso rojo y luchó con sus células, sus nos, sus todavías, sus hambres, sus pedazos.
Lo han matado suavemente entre el cabello de su mujer, la Juana Vásquez, a la hora del fuego, al año del balazo y cuando andaba cerca ya de todo.
Pedro Rojas, así, después de muerto, se levantó, besó su catafalco ensangrentado, lloró y volvió a escribir con el dedo en el aire: «¡Viban los compañeros! Pedro Rojas». Su cadáver estaba lleno de mundo.
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
La Haine