El mundo igual a Guantánamo

Guantánamo sigue. Y el día en que de verdad lo cierren, seguirá su sombra y crearán mil guantánamos en la sombra. Obama es encantador: todos lo dicen, incluidos sus homólogos socialdemócratas europeos, incluidos los socialistas españoles, Zapatero y demás saga de cortesanos de los borbones. Encantador les parece, porque es igual que ellos: donde dije digo, digo Diego.

Las cárceles secretas, como son secretas, siguen existiendo en las sombras de Obama, de Zapatero, de todos los demás líderes europeos que dicen ser “independientes”. Que vengan los vuelos de la CIA a esta piel de toro: de todas maneras sabemos que las alamedas por las que circula el hombre libre pasan por la Moncloa.

Las matanzas humanitarias persisten. No hablemos mal de la OTAN. A veces se equivoca esta ONG armada, es casi humana, y mata a cientos de niños, civiles e inocentes en un descuido. Errar es humano. Sí, la OTAN es humana, demasiado humana. La OTAN es la quintaesencia de Occidente: sabe matar, se creó para asesinar pero, recordémoslo, es por el propio bien de las víctimas. Ellas, víctimas molestas, se oponen a la democratización forzada y uniformada. Antes, a las colonias mandaban primero los misioneros, y después, una vez desbrozada la selva, los cañones. Ahora, el evangelio de la democracia formal es este: primero las bombas, después convocamos elecciones.

Llegará el día en que los talibanes aguerridos, los insurgentes iraquíes, los milicianos-bomba de Palestina, etc., todas esas moscas molestas, recibirán una iluminación y sabrán “dialogar” sin coacciones en un mundo ideal de comunicación entre hombres libres. Las paparruchas de Habermas en manos de cabezas huecas del socialismo español producen esto: un Diálogo de Civilizaciones y una paz perpetua, una paz en la que el Capital se pueda acumular sin ruido. Mejor colonizar sin bombas ni invasiones, aunque si no hay más remedio…

Si no hay más remedio hay que “contribuir” a la democratización. Soldaditos de plomo y trajes de pino. Aquí el Reino de España debe contribuir como el que más. Se trata de un gran proyecto, señoras y señores: ir expandiendo la chapuza que nuestro amigo americano inició desde que se hizo imperio, allá por 1898, precisamente poniendo al viejo Reino hispano en su sitio, con cañonazos. Más se perdió en Cuba. EEUU ganó entonces su única guerra de la historia, si exceptuamos su labor complementaria y de última hora contra Hitler. Lo que sucede es que los nuevos Vietnam no se perciben como derrotas de sabor amargo: ahora hay que “socializar el dolor”. Ahora se lleva hacer coaliciones mundiales de pandereta.

Guantánamo sigue sin cerrarse realmente. Lo harán algún día, un cierre meramente físico. Se repartirán por lotes esos “presos sin juzgar” que constituyen un verdadero hito del Derecho Penal moderno, la gran contribución de G. Bush Jr. Pero es que Guantánamo se parece demasiado al Mundo, y el Mundo es un Guantánamo consagrado por los héroes de nuestros sueños. Guantánamo no se va a cerrar en un sentido más simbólico, más esencial.

Los del talante, los Obama, los Zapatero, las bombas democratizadoras, todos se encargarán de que eso nunca llegue a cerrarse.

La Haine

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