El oscuro futuro de las nuevas generaciones canarias

Los datos de la última EPA de Canarias han venido a ratificar la emergencia social que se vive actualmente en las Islas, donde casi un 35% de la población en disposición de trabajar se encuentra en el paro.

La situación resulta especialmente dramática para las nuevas generaciones de canarios. Según la citada encuesta, el paro afecta ya al 69,18% de los isleños menores de 25 años. El 66,77% de las mujeres y el 71,25% de los hombres incluidos en este colectivo están sin trabajo. Un reciente informe basado también en datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA) revelaba que no solo que siete de cada diez canarios de menos de 25 años no tienen trabajo, sino que uno de cada cuatro han dejado incluso de buscarlo, como consecuencia de la sensación de frustración y desaliento que la falta de resultados les provoca.

No son estas, sin embargo, las únicas cifras que contribuyen a dibujar las negras perspectivas de futuro que se le presentan a los jóvenes canarios, Un 28,1% de ellos forman parte de los denominados "ninis", que ni estudian ni trabajan. También se sitúa alrededor del 28% el porcentaje del abandono escolar temprano.

Además, según este mismo informe, la destrucción de empleo juvenil en el Archipiélago desde que se inició la crisis económica capitalista ha sido del 71,3% . Casi ocho puntos por encima de la media estatal, situada en el 63,8%.

Aunque la tasa de paro es menor entre los jóvenes universitarios, en su mayor parte los licenciados y diplomados que logran ocupación lo hacen en trabajos precarios y con una remuneración que les impide la emancipación. Un estudio del desaparecido Observatorio para la Inserción Laboral de la Universidad de La Laguna señalaba, ya en 2011, un 85% de los egresados se ofrecía para trabajos no relacionados con sus estudios.

CON LA EMIGRACIÓN, UNA VEZ MÁS, COMO ÚNICA SALIDA

Ante este panorama, la emigración comienza a dibujarse, una vez más, como la única alternativa de futuro para un número creciente de jóvenes isleños. En los últimos cuatro años 10.769 parados menores de 30 años de edad dieron de baja como demandantes y solicitaron el traslado a la Península o al extranjero, según los cifras que baraja del Servicio Canario de Empleo (SCE).

Del total de desempleados en esa franja de edad que se dieron de baja en las oficinas del Servicio Canario de Empleo en los últimos tres años, 9.653 tenía estudios medios o superiores. Hasta 5.860 fueron estudiantes de Secundaria; 2.100, universitarios; y 1.683 titulados en Formación Profesional. Una tendencia que ha sido constante en los años de la crisis.

El éxodo se está produciendo de manera especial en determinados colectivos de tanta importancia como el de los profesionales de la Salud. Aproximadamente 400 enfermeros de las Islas se marchan a otros países cada año. Y, según los datos publicados por el Consejo General de Colegios profesionales de España, un total de 116 médicos, casi la mitad de los que se licencian al año en las dos facultades de las Islas, decidieron irse al extranjero en busca de trabajo durante el 2012.

Ello significa que las Islas están perdiendo actualmente el capital más importante con el que cuenta cualquier sociedad, sin que las administraciones públicas implementen ningún tipo de política destinada a desarrollar sectores productivos que generen puestos de trabajos.