En Palestina no hay crisis humanitaria, hay genocidio
”El silencio se define en relación a las palabras; al igual que las pausas en la música, cobra sentido por el caudal de notas de su alrededor. El silencio, por tanto, es un momento del lenguaje; callar no es enmudecer, es no querer hablar, es decir, seguir hablando”
(Sartre)
La verdad se camufla y silencia en intereses “humanitarios” y el genocidio prevalece
No recuerdo quien dijo que –la vida no es sino una nube de polvo en la que cada cual ve lo que puede–, y yo digo, que una cosa es ver lo que se puede, y otra no querer ver lo que se puede ver, porque ver se ve, y el silencio nunca puede ser semilla del olvido sino siembra del cobarde, he ahí el lado oscuro del corazón ¿Hasta dónde nos ha penetrado el aguijón de las democracias imperiales que ‘tan realizados y gozosos nos consiente’ a qué grados de cobardía nos ha adiestrado, acaso nuestra situación económica es tan permisible, o lo es la cobardía dilatada, consentida, asumida en boca como caramelo ácido? El tiempo implacable se pasea por el mundo como una alerta, su recorrido nos ciñe por cintura, y no para la danza del viento, sino para la de los golpes de estado, que ocultos los siniestros tras su estela se suceden aireando la imposición de cambios de gobiernos cual si no pasara nada. A los pueblos indefensos se les desangra voz y alas dejándoles agonizar en la impotencia, se destronan gobiernos populares porque sí y porque no también, se desplaza despoblando a punta de metralla poblados tal como se desojan los pétalos de una rosa, y una ocupación sucede a otra y una matanza a otra y una tiranía a otra y los gobiernos se llenan de indeseables como los ejércitos se llenan de delincuentes como las fuerzas del orden de incalculables dementes al mando, y las ciudades se convierten en la ley de la selva, aullando dependencia y adicción sin control sin habla ni comunicación.
Siglo XXI es protagonista de los destellos descabellados desde su penumbra a la espera de su irrupción fomentando la degradación del “ver, sentir, oír y latir” en la que se halló lo más consciente en otros tiempos hoy tomando aires deformes peligrosos. Quién no siente pavor al recordar a los presidentes, todos en general, de EEUU: Reagan, Gerald Ford, Nixon y su lugarteniente Kissinger, Bush padre e hijo, Obama… a quién no le irradia un escalofrío de dolor al sentir los tentáculos del exterminador general genocida de Indonesia Suharto, del degradado filipino tan corrupto como criminal Ferdinand Marcos, del Sha de Persia Reza Pahleví… del teniente general Gregorio Álvarez dictador genocida uruguayo hijo y nieto de generales, del brasileño y sus ejecuciones dictador Ernesto Geisel, del otro genocida militar argentino Videla o al chileno Pinochet, del militar asesino portugués de nombre Salazar, o al recordar el español muy español de la patria grande y libre asesino genocida más condecorado en penas de muerte y fusilamientos en masa, y por igual ante todos los presidentes y militares del sionismo impuesto como Estado de Israel… qué tipo pues de ser humano puede acostumbrarse, sin alterar su vida, ante las matanzas indiscriminadas sometiendo en exterminio, expolio y dominio a Palestina… o ante las matanzas que la coalición de Arabia Saudí hizo en Yemen; las de EEUU en Iraq; las de la OTAN en Libia y Yugoslavia, en Ruanda… las que hicieron los neonazis de la propia Ucrania, en el Donbass, y tantas y más tantas ocultas y conocidas.
El papa defiende religiosamente el derecho de Israel a defenderse, pide a Hamás, la liberación de todos los rehenes ”quienes son atacados tienen el derecho a defenderse”. Reza hipócrita para salvar su alma ante la justicia que cree del más allá ”por las familias que vieron transformarse un día de fiesta en un día de luto”. No quiere escuchar ni oír que el sionismo ocupante desfile a las tierras de donde llegó y deje al pueblo palestino el derecho en su tierra a vivir en paz. Ha denunciado el terrorismo y el extremismo de la resistencia palestina porque ”Oriente Medio no necesita guerra sino Paz construida sobre el diálogo, la justicia y el coraje de ser fraternos”, su fariseísmo insiste sobre la “parábola existencial del perdón” porque ”el perdón no quita nada sino que añade dignidad” ”muestra el camino para finalmente liberarnos de nuestras esclavitudes”. ¿A quién defiende, el Papa, acaso al colono sionista impostor y criminal? Los asesinos de Palestina llevan imponiendo su ocupación tras finalizar la II Guerra Mundial, asesinando miles de inocentes de todas las generaciones, para mostrarles que habían llegando para quedarse. Llegaron con dólares y también con fusiles; llegaron con aviones y también con cañones; llegaron con furia y sin escrúpulo; llegaron cual ejército nazi ya transformado en yanqui saliendo de las entrañas del monstruo; llegaron de aquí, de allá y de todas partes; llegaron perversos, sicópatas, absolutistas dementes; llegaron y luego llegaron muchos más, fue una constante, el monstruo los alimentaba con dólares, armas y poder; así fueron llegando, dominando, imponiendo, asentando sobre el gran poder de su dios, su poder de destrucción humana. Llegaron, acamparon, y mientras tanto el pueblo palestino iba desapareciendo de la vida, de la luz y el agua de sus casas de sus fuentes de sus calles desplazados de sus tierras, muchos encerrados en campos de concentración, muchos ahogados de dolor e impotencia, muchos ansiosos de que su tierra vuelva a ser fértil para que sus olivos vuelvan a dar fruto y ríos y mares vuelvan limpios de sangre a su cauce natural.
En el continente europeo, dentro de la UE, ni un solo país ha condenado clara y rotundamente el sionismo, ni un solo país ha roto relaciones con el monstruo travestido “gobierno de Israel” por el contrario como en Ucrania, el desbordamiento militar de los medios y de la economía al amparo del FMI, sigue mostrándose desbordante de generosidad, sobre la masacre de miles de personas para la destrucción de Palestina, como hicieron en Iraq, donde por igual estuvo implicado el E. español con armas y tropas (¿democracia?). No salpica la dramática situación internacional a los intereses del gran poder de la economía bancaria por el contrario les favorece en control y venta de armas, ni les salpica ni inmuta el exterminio palestino, siguen recreando frente al espejo sus caras pálidas cebando el ácido de su hiel sobre sus deformes hígados al aguante por el brindis final del triunfo del sionismo –¿Y qué espera la ONU?– Nada excepcional que nos haga pensar en una depuración regeneradora; nada al margen del frente de sus ‘lógicas’ misiones rutinarias del buitre a la espera del reparto y el sin escrúpulo sobre el número de victimas al envite del acoso, sometimiento y violando todo derecho, aupados del lado de los pretorianos al carrusel bélico sobrevolando los minutos sobre el crimen anunciado sumando implicación ‘lógica’; como la UE, de buitres y magnates de la orden de mercaderes.
Frente a los insaciables glotones de toda clase valiente la actitud de Yemen, país que aún está en guerra con Arabia Saudí con el apoyo de otros países; Yemen, haciendo frente al sionismo y a sus aliados internacionales interviniendo en el mar Rojo; igualmente la guerrilla de Hezbolá, de Líbano, atacando todas las posiciones sionistas cercanas a su frontera. Frentes de lucha frente a la gran montaña basura capitalista de la vieja Europa, imperialista, aliada de EEUU y Estado sionista. A miles de kilómetros de Palestina, se encuentra Sudáfrica, país que vivió el apartheid en dominio anglosajón; ha roto relaciones con el Estado sionista, le ha llevado a juicio en la Corte Internacional por genocidio. No es que se espere una condena unánime, de dicho tribunal, que de ser así Israel se la pasaría por el forro de su sudor más apestoso. Lo ha dicho Netanyahu: “Seguiremos asesinando diga lo que diga el Tribunal de La Haya”. Pero el hecho de que un solo país en el mundo se haya atrevido, a llevar el genocidio sionista a un Tribunal Internacional, es de riesgo, pero también conciencia, dignidad y valentía activa de derechos de vida importante para la causa palestina.
Otros países en el mundo se han adherido a dicha querella como Venezuela, Cuba, Nicaragua… mi reconocimiento a estos países por su dignidad apostada… ¡Por la valiente e iniciativa revolucionaria antiimperialista de Yemen!!! No olviden que el yanqui, está extendiendo el conflicto bélico en Oriente Medio, bombardeando una vez más a Yemen, porque se sabe dueño del mundo, sin sombra que le frene ni paralice ni extermine como imperio. Siglo XXI, ¿siglo de qué avances sociales, de qué ciencia científica realmente, de qué tecnología que no se transforme en contra de los oprimidos? Trasmitieron medios oficiales: <<Rusia ha disparado más de 665 misiles contra Ucrania en las últimas dos semanas según el Pentágono>>.
El régimen sionista de Israel disparó una cantidad similar o superior en un solo barrio de Gaza: en una hora (durante un ataque en 2014) ¿Cuántos cientos de misiles, no ha disparado durante las semanas anteriores de la Navidad del 2023 hasta hoy? Piensa, tú tienes la respuestas, no lo permitas, repudia su genocidio, toma las calles, embajadas, boicotea sus productos, combate su presencia ofensiva en el mundo, su actitud y su bandera ilegal con su ejército y su Estado de ocupación criminal.
NOTA (histórica en gotas de lluvia viva)
Sobre el conflicto palestino-israelí señala en 2003 el gran poeta de la resistencia palestina «la batalla es por la tierra, por la vida digna, por la libertad. Pero la condición para alcanzar la paz sigue siendo no cambiar ni perder la memoria.
Israel lo ha hecho al considerar aún a Gaza y Cisjordania como tierra en disputa. No admite que están ocupadas. Los judíos argumentan que vuelven a casa, después de 2.000 años en el exilio, pero en esa «casa» había gente, estábamos nosotros». Mahmud Darwish añadía a sus palabras que la solución al conflicto «es muy fácil: Que Israel acabe con la ocupación y tendrá paz, seguridad y reconocimiento por parte de los países árabes. Le bastaría con entregarnos el 22 por ciento de las tierras que en derecho nos corresponderían y tendríamos ese Estado simpático y pequeño que nos niegan».
Mahmud Darwish refugiado desde 1948, cuando su pueblo fue ocupado por Israel, marcha a vivir a Haifa, fue portavoz de una cultura propia íntegra a la raíz de su pueblo marcado por el destierro y lejanía que se perpetúa nostálgica y desesperada en su interior, símbolo clandestino en su propio país y ciudadano de segunda en un Estado que repudia los aborígenes. El adolescente poeta se refugia en los libros y plasma su odio al colono vitalizando su identidad cultural el retorno que el poeta aspira, su palabra escrita y su acción política su expansión interna. Al exterior sus veinte años, la peregrinación de los derechos inalienables y el sueño puesto en su primer poemario, Pájaros sin alas, y la lluvia de sus palabras sigue emanando las yemas de las Hojas de olivo como una espontaneidad lírica musical incontenible y combativa, sobre el sufrimiento físico y psicológico de su pueblo dentro del nuevo Estado sionista de Israel, imponiéndose en su ira el brote en ansia de justicia y revolución, lanzando a la vida y el mundo la fiebre por su tierra, Enamorado de Palestina, y en ella la voz del poeta sirio Muhammad Al Magut (dicen) que resonó en él como la voz del presente, junto con algunos poetas occidentales como Nazim Hikmet, Louis Aragón, Pablo Neruda, García Lorca… con los que se identificaba, y como muchos de los poetas árabes, fascinado por el poeta y dramaturgo T. S. Eliot, y el Fin de la noche, sale directo e incendiario sumando Los pájaros mueren en Galilea, entre simbología y mito contra la “prisión atrayente” que para él suponía seguir estancado en su primera etapa de los años sesenta, y En Mi amada se despierta, incluye al campo simbólico figuras del pasado sobre los acontecimientos históricos.
El impacto de su mensaje poético es un hecho un testimonio directo que nace del acoso y humillación cotidiana en el Estado de Israel, así como su militancia no pasó inadvertida para las autoridades sionistas, el comunismo está muy mal visto y exaltados por el odio lo consideran demasiado peligroso para dejarle suelto por las calles, le condenan a arrestos domiciliarios permanentes y numerosos encarcelamientos lo que provocó su férrea respuesta su intenso deseo de lucha, libertad y creatividad. Lanza contra el enemigo nuevas obras, poemarios inspirados en experiencias vitales del poeta especialmente, El poema, basado en las visiones y sensaciones que le embargan durante el breve espacio de tiempo en el que permaneció clínicamente muerto. Los estadios se llenan para escuchar su poesía aferrados a ella como un acontecimiento irrepetible, que nadie quiere perderse, una muralla humana protectora que respira y siente espontáneamente activa y dispuesta a que el asedio no logre tapar su voz, a que el sionismo no la amortajase, se juntan los cuerpos todos los puños y todas las voces una, y todos los cantos de vida, y todas las piedras, como lanzadera contra la injusticia. Llenó estadios de más de 25.000 personas y aprovechó sin desmayo el exilio como intérprete de las esperanzas frustradas del pueblo palestino, lucha abierta, lucha constante.
Darwish se convirtió en realidad y deseo, reunión de voces en lucha sobre versos que hablan de sangre, de tierra ocupada, de piedras y olivos destruidos. Escribe su primer poemario con 19 años, de la mano de un compromiso inquebrantable, que le convierte en el poeta esencial de la resistencia, con más de treinta obras traducidas a más de treinta idiomas. Protagonizó de manera indirecta una de las más significativas crisis políticas de Israel cuando en marzo del 2000 estuvo a punto de provocar la caída del Gobierno de coalición de Ehud Barak. El ministro de Educación, Yossi Sarid, quiso introducir la poesía de Darwish en los libros de texto de los estudiantes israelíes, no pudo hacerlo por el escándalo desatado. Él lo vivió con frialdad: «El país con el Ejército más potente de Oriente Próximo se asusta de un poema». Meses después responde con la Intifada de Al Aqsa, la penúltima gran protagonista de su obra. Resistió hasta el final de sus días como militante activo contra la ocupación israelí, se instaló en Beirut en 1971, allí se unió a la OLP, formando parte desde 1987 de su Comité Ejecutivo, hasta 1993 cuando dimitió, por no estar de acuerdo con los Acuerdos de Oslo.
Fallece a los 67 años tras una intervención a corazón abierto el que nació en Birwa (Palestina), en la Galilea de 1941: Mahmud Darwish, uno de los mayores poetas árabes que vive una parte de su vida en el exilio en Egipto, Líbano y Europa.
Residía entre Amman y Ramala, regresó en 1996 tras 26 años en el exilio.
Gota a gota fue saliendo de su cuerpo como pétalos de aroma su obra: Desde Palestina, Memoria para el olvido, El fénix mortal, Estado de sitio, Identidad, El lecho de una extraña, Mural… Referente intelectual, enganche político en rebeldía presto a entregar su vida por la independencia total de sus tierras encarnó la resistencia tras escribir en 1988 la Declaración de Independencia de Palestina.
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
La Haine