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Estado español :: 13/02/2024

Entrevista a Bilbo Bassaterra (Futuro Vegetal)

Juanjo Basterra
Bilbo Bassaterra (Futuro Vegetal): “Nacemos como respuesta al expolio de nuestra tierra que hacen las grandes corporaciones con el apoyo de las instituciones públicas”

“El fin del capitalismo como necesidad para afrontar la crisis climática es una cuestión científica”

”Nos consideran organización criminal, que es una cosa que está pasando a nivel europeo, no sólo nos pasa a nosotras. Es duro. Y hemos tenido infiltraciones policiales”

“Nacemos como respuesta por parte de la población al expolio de nuestra tierra que hacen las grandes corporaciones con el apoyo de las instituciones públicas”

“Estamos intentando que se tomen medidas contundentes contra la crisis climática”

“Los gobiernos están trabajando a favor de las empresas que nos han llevado a esta situación”

“A la gente le hacen muy difícil incorporar esos cambios en su vida diaria, más allá de reciclar y coger la bicicleta, y son cambios estructurales que vienen desde la raíz, desde el modelo socioeconómico que tenemos”

Juanjo Basterra, kazetaria eta m. soziala * E.H

Hablamos con Bilbo Bassaterra, cofundador de Futuro Vegetal, que estos próximos días explicará en Barakaldo el 21 de febrero a las 19:00 horas en el local de CNT Ezkerraldea; el 22 de febrero el encuentro será en Bilbao (Ekoetxea), a las 19:00 horas y cerrará en Berango el 23 de Febrero en Otxantegi, a las 18:30 horas. Las charlas llevan por título "Historia y represión contra el colectivo".

El cofundador de Futuro Vegetal explica que “estamos intentando que se tomen medidas contundentes contra la crisis climática” y admite que “los gobiernos están trabajando a favor de las empresas que nos han llevado a esta situación”. Recuerda que la organización para el cambio climático de las Naciones Unidas confirma en su último informe “la necesidad de terminar con el sistema capitalista para afrontar la crisis climática. Es una cuestión científica”. Rechaza que “seamos una organización criminal” con más de 40 demandas judiciales en vigor, e indica que trabajan para “que se tomen medidas contundentes contra la crisis climática”. Bilbo Bassaterra entiende que se ha creado un modelo dependiente de subvenciones que sólo beneficia al latifundista, “el problema que hay aquí es que en el territorio estatal tenemos la tierra concentrada en muy pocas manos, lo cual hace que muy poca gente se beneficie de estas subvenciones. Está el que tiene la subvención con la que sobrevive y luego está el que se hace de oro con la subvención, que es el problema”

Primero, ¿Qué es Futuro Vegetal?

Futuro Vegetal es un movimiento de desobediencia civil no violenta, que nace como respuesta por parte de la población al expolio de alguna manera de nuestra tierra que hacen las grandes corporaciones con el apoyo de las instituciones públicas. Lo que estamos intentando es que se tomen medidas contundentes contra la crisis climática y en este contexto del marco del Estado español nos enfocamos, sobre todo, en el tema de la ganadería porque es el principal consumidor de recursos hídricos y si hay algo de la crisis climática, que nos afecta con gravedad en nuestro territorio, es precisamente la sequía.

¿La crisis climática por dónde se debe solucionar, a vuestro juicio?

Bueno, lo que nosotras pedimos realmente es simplemente que se deriven las subvenciones que actualmente se destinan a la ganadería a la promoción de alternativas sociales y ecológicamente responsables, que esto no es que pidamos que todo el mundo coma tofu, sino porque el IPCC, la organización para el cambio climático de las Naciones Unidas, lo lleva recomendando desde hace como unos cinco o seis años y no se le hace ni puñetero caso. Esa sería la demanda básica, pero en última instancia lo que estamos apostando nosotras es por lo mismo que viene apostando la comunidad científica en los últimos informes del IPCC -(Intergovernmental Panel on Climate Change) de Naciones Unidas- que es: descentralización en la toma de decisiones, porque si muchas decisiones políticas siguen en manos de una pequeñísima élite no se van a hacer en la medida y profundidad que necesitamos y, además, por el fin de una economía basada en la búsqueda del máximo beneficio, entendiendo por cambio de modelo el que tenga como eje central el cubrir las necesidades de la población y el reparto justo y equitativo de los bienes que tenemos.

¿Los gobiernos están trabajando a favor de eso?

Los gobiernos están trabajando a favor de las empresas que nos han llevado a esta situación. Incluso, cuando estamos hablando de que se tomen algún tipo de medidas de ‘carácter verde’, como ellos las llaman y que yo no las llamaría así, en última instancia, lo que están haciendo es dar dinero a empresas como Volkswagen para que cambie una producción de vehículos a combustión a vehículos eléctricos; a Iberdrola, para que ponga placas solares en mitad de una montaña; o cuando se aplica un continuismo total y absoluto como pasa con la ganadería industrial.

¿Y crees que la población en general está asumiendo y actuando contra estos peligros que la comunidad científica que vosotros y mucha gente está avistando?

Creo que es muy complejo. Por un lado, todas las encuestas que se hacen año tras año nos dan la razón en tanto que la causa primera de preocupación de la sociedad en el Estado español es la crisis climática y consideran que es la mayor amenaza de muerte para la humanidad en este momento. Todas las estadísticas, en general, siempre se vinculan con que hay una gran concienciación por parte de la población.

No sé si la gente es consciente del punto de no retorno en el que nos encontramos, porque muchas veces no se transmite con contundencia desde las instituciones y desde los medios de comunicación la urgencia que existe, pero sí que hay un consenso generalizado que esto tenemos que atajar primordialmente ya. Y que, además, la responsabilidad de esta crisis viene de los gobiernos y de las corporaciones. Es un un consenso general, al mismo tiempo que sí que creo que es debido a la deriva sistémica de la sociedad que tenemos. A la gente le hacen muy difícil incorporar esos cambios en su vida diaria, más allá de reciclar y coger la bicicleta, y son cambios estructurales que tienen que venir desde la raíz, desde el modelo socioeconómico que tenemos.

O sea, ¿habría que acabar con este modelo capitalista/neoliberal quieres decir?

Sí, claro. Efectivamente. No sólo hay que acabar, sino que hay que aprender para no volver a repetirlo.

Dentro de todo esto, hemos hablado de la historia de Futuro Vegetal, ¿estáis implantados en Euskal Herria?

Estamos por todo el territorio. En Euskal Herria teníamos unas compañeras en Bilbao, que estaban estudiando, pero creo que no están allí. Pero tenemos una campaña, que te la comento por encima: “Monta tu propio grupo local”. Somos un colectivo descentralizado y horizontal en la toma de decisiones, con lo cual el grupo de personas que quiera montar su propio grupo de Futuro Vegetal en donde sea lo puede hacer. Nos tienen que escribir al correo para recibir apoyo.

Y te quería comentar una cosa al hilo de lo que decíamos del capitalismo, que no es una cosa que opinemos nosotras, sino que el IPCC, en su último informe reconoce que es imposible continuar con este modelo económico. O sea, que el fin del capitalismo, como necesidad para afrontar la crisis climática, es una cuestión científica.

Además tenemos lo que os ha pasado a final del año pasado la represión y la criminalización. Habéis empezado una campaña de recogida de firmas con más de 1.500 firmas ya. ¿A qué atribuyes esta criminalización y tampoco sois ‘eco-terroristas’ como os tildan para justificar ese paso, verdad?

Siempre hemos convivido prácticamente con esta criminalización. Es verdad que ahora se ha intensificado, porque está llegando a estas últimas etapas de la judicialización, pero nosotras ya prácticamente desde hace dos años no hacemos una protesta en la que no seamos detenidas independientemente de lo que hagamos. De hecho, el otro día hicimos una, y no se nos detuvo, y estábamos sorprendidas. Independientemente de lo que hagamos, porque si cortamos una calle, nos detienen; si tiramos pintura lavable, siempre, porque buscamos no producir daños ni nada por el estilo y no porque seamos más éticos, sino porque si podemos quitarnos problemas legales, nos los quitamos . Incluso han llegado a evitar que hagamos acciones de protesta, justo antes de la misma ha llegado la Policía Nacional y nos han requisado los materiales. Estamos acostumbrados a esta criminalización.

Ya el verano pasado la Fiscalía General del Estado es su memoria anual nos metió dentro del subapartado de ecologismo radical, en el apartado de terrorismo nacional, que nos hace gracia, y viendo la deriva que estaba llevando todo esto, se consiguió que el Fiscal General del Estado hiciera unas declaraciones públicas diciendo que eso se trataba de un error y que seguramente este año no apareceremos en ese apartado de la memoria. Eso no quiere decir que haya rectificado en la memoria, ahí seguimos. Y sí que ha servido para que la Policía Nacional no pueda meternos como terroristas. Pero para justificar la Brigada de Información la cantidad de miles de euros que se comen, nos ponen como organización criminal, que es la otra calificación con la que contábamos que nos podían acusar, porque esto es una cosa que está pasando a nivel europeo, no sólo nos pasa a nosotras. Es verdad que ha sido muy duro, porque ha habido también casos de infiltración policial, lo que ha generado una cierta desconfianza en ciertas partes del colectivo. No ha sido fácil, pero cuando empezamos con todo esto sabíamos a lo que nos exponemos.

¿Tenéis causas pendientes? ¿Cómo estáis?

Sí. Nosotras tenemos más de 40 procedimientos penales pendientes. También te digo que nos está llegando muy tarde, o sea que la Policía nos detiene, cursa denuncia y eso llega al juzgado, pero desde ahí pocas veces recibimos notificaciones a posteriori. Tenemos claro que los procesos penales están abiertos porque los tendrían que haber cerrado. Lo que pasa es que pensamos que hay pocos jueces que tengan ganas de juzgar a “peligrosísimas” activistas climáticas viendo el colapso judicial que tiene y siendo lo polémico del asunto, porque juzgar a personas que están ejerciendo su derecho a la protesta sin hacer daño a nadie para que tengamos un planeta habitable es un poco difícil. Tenemos esos cuarenta y tantos procesos pendientes, pero están parados la mayoría de ellos. Sí es verdad que la mayor parte de los casos conforme van llegando a los tribunales: o bien quitan la acusación que haya puesto la Policía o bien archivan causa directamente o reducen al menos la acusación que estaba haciendo la Policía Nacional, y a parte de esos tenemos lo de la organización criminal, que en teoría nos debería de haber llegado a todas algún tipo de notificación de algún juzgado, pero no nos ha llegado. Es raro.

No os ha llegado, pero no está cerrado. ¿Tenéis la espada de Damócles pendiendo, como se suele decir?

Sí. Hemos visto en muchos movimientos sociales como se eternizan los juicios contra los activistas porque es una forma de desactivar a la gente, porque si tengo pendiente la posibilidad de entrar en prisión 4 ó 5 años igual prefiero quedarme tranquilo en mi casa sin dar mucha guerra para intentar librarme de lo que pueda venir.

¿Cuántas personas componéis en este momento Futuro Vegetal?

Después de este momento represivo ha pasado factura, seremos unas 100 activistas de acciones y ya, y luego trabajando diariamente seremos unas 15 personas, o así.

Vas a dar charlas en Euskal Herria este mes, ¿que llamamiento harías a la gente?

A la gente de por allá a lo que les animo es a que seamos conscientes de la que se nos viene encima. No solamente en términos de represión, que también, sino que la única forma que tenemos de afrontar la crisis climática es la misma forma que hemos afrontado todos los desastres naturales, o no naturales, desde que la humanidad existe que es: apoyarnos entre nosotras, trabajando en comunidad e intentar garantizar entre todas trabajar por estos derechos para la población frente a los intereses mercantiles de un grupo de personas.

Esta pasada semana se celebraron en Bilbao, Gasteiz...tractoradas; este lunes se movilizan los de Gipuzkoa, ¿chocáis con los agricultores?

No te creas. En realidad, el problema que tenemos aquí con los agricultores es que el análisis que muchas veces se hace, que no muchas plataformas lo hacen así, es muy cortoplacista: yo necesito la subvención para seguir comiendo, cosa que se entiende perfectamente. Así que lo que quiero es que me siga llegando la subvención, y se acabó. Y es perfectamente entendible y ninguna de nosotras pretendemos que nadie se quede sin comer, ni mucho menos, ni nuestra intención es dejar en la estacada a nadie.

Lo que sí que es cierto que el análisis que hacen muchas otras plataformas, porque hay distintas, y sindicatos no es que se prohíba el uso de pesticidas o que la subvención no esté llegado. El problema que hay aquí es que el territorio estatal tenemos la tierra concentrada en muy pocas manos, lo cual hace que muy poca gente se beneficie de estas subvenciones. Está el que tiene la subvención con la que sobrevive y luego está el que se hace de oro con la subvención, que es el problema.

Y luego, por otro lado, por supuesto, toda la deriva neoliberal de mercados controlados por un oligopolio que compra los productos a muy bajo precio y luego los vende a un precio muchísimo más elevado. Todas estas cadenas de transformación de los productos, de los alimentos y demás, que implican, por ejemplo, que para vender la leche tienes que acudir a un proceso de pasteurización y eso significa que tu vendes tu leche sí o sí a Central Lechera Asturiana, a Pascual o a otras de otras de otras comunidades, y se acabó, como que hay muchas cadenas que operan en el libre mercado, y que parece que hay libertad, pero que implican, sobre todo, que los pequeños productores, las familias que viven de esto, se encuentren en una situación económica de precariedad absoluta. Y también fomenta, por otro lado, que compren discursos simplistas promovidos en muchas ocasiones por la extrema derecha sobre quienes son los responsables de todo eso y no pueden hacer análisis reales porque tienen la necesidad a la puerta de su casa.

Si quieres añadir algo, estás a tiempo.

Simplemente animar a todas las personas que quieran participar en Futuro Vegetal. Creemos que lo que estamos haciendo es la forma de activismo más eficaz para poner el tema sobre la mesa e intentar el cambio legislativo. Ya hemos conseguido en el primer año del colectivo que se limitase el número de cabezas de ganado que se podría tener en una ganadería industrial, que no es la gran victoria, pero algo es algo. Y que sí que es verdad que estamos viendo, pese a la represión, que la gente se sigue animando y que a todas las reuniones viene gente nueva y que nos encantaría contar con grupos locales de Euskal Herria.

Bilbo Bassaterra : “GALi ez zitzaion terrorismoa leporatu. Guri, ordea, bai. Eta koadroetara itsasteagatik edo pintura botatzeagatik bakarrik”
https://sareantifaxista.blogspot.com

 

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