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Estado español :: 01/03/2025

La Infiltrada y El Filandón

Maité Campillo
El que 'La Infiltrada' reciba el premio ‘Goya’ a mejor película no deja de ser sospechoso. La alfombra de los Goya, en realidad no es roja, es un felpudo 'made in USA' de esparto

La cultura la debe proporcionar el estado, de sus deberes impuestos surgen nuestros derechos, obligaciones sin derechos es absolutismo que hasta el más diezmado está obligado a responder, el sistema capitalista doblega a pagar más en proporción a quien menos tiene para que el rico sea cada vez más rico y el pobre cada vez más pobre.

Las arcas no están para taponar chanchullos entre mafias privadas ni farsas quiebras ni redimir bolsillos ladrones rondando instituciones, las arcas del estado deben cubrir las necesidades básicas que representan al conjunto de la sociedad, como la sanidad integral así como la enseñanza durante toda tu vida y por ende el acceso libre a todo tipo de arte sea teatro sea cine sea música sea danza sea pintura ha de formar parte del crecimiento del desarrollo humano.

El que La Infiltrada reciba el premio ‘Goya’ a mejor película no deja de ser sospechoso

La alfombra de los Goya, en realidad no es roja, es un felpudo 'made in USA' de esparto, ha sufrido una drástica transformación en rechazo de las fuentes de la ciencia por el químico vino, golpeando a la vista y los sentidos la degradación de lo poco que de arte dramático le queda, en pos de un estilismo desclasado y decadente antagónico al embrujo cinematográfico, que debiera empujar puño y maestría en vanguardia de su estela emotiva desde la Forqué a Lola Gaos, Fernando Fernán Gómez o Los Santos Inocentes con Francisco Rabal etc. etc. ¡NO! No es un ‘Goya’ es una sumisión empresarial a la degustación de una copa roja de vino decolorándose en sus manos entre presentadores charlatanes de feria.
Nada vibra en el aire, y menos lo mágico, taponado en el más puro personalismo, sus firmas como alas mutiladas de quien un tipo de ‘dios o diosa’ se cree y las utiliza, aludiendo al hombre y la mujer más que al actor o actriz, sellando degradación interpretativa más como pase de modelos al entretenimiento de las castas rancias, imprimiendo rúbrica dorada a las subastas de dos enormes botellones de vino etiquetado en oro “con fines benéficos”… y en eso Francisco de Goya apareció entre bambalinas con estruendosa carcajada ‘llevándose los botellones del buen vino’ a festejar los ¨Goya¨ en la ribera del río Manzanares.
Montaje fraudulento ajeno a la verdadera ciencia artística y sus representantes (ambos ausentes pues no hay una sin la otra) flotando como una estaca copando escena el realismo empresarial caduco y mediocre al ensalzamiento del ¨arte¨ embotellado, desapareciendo de escena el Baco ‘maléfico’ dentro de un marketing buitre. Y ya con un traje de novia por medio, como si se tratara de las bodas de Caná, sin Galilea ni la conversión del agua en vino, que sería en este caso más fantástico que el repelente realismo fantasmagórico del empresario vinícola del Rioja; y, de quien vergonzosamente le abrió las puertas a los ‘Goya’, ambas actitudes, muestran la sucia utilización de los premios, en un todo por la pasta, todo por la empresa que la cultura en sus manos representa, todo por la liquidación de lo más elemental, que emana del pueblo, encadenado al cementerio de la formación interpretativa que brinda lo más desaborido y monótono empresarial clonado como interpretación: arte maltratado, diezmado en extremo, en repudio de sus mejores hijxs que le enaltecieron como propio y no de la burguesía decadente.

No he visto ‘La infiltrada’ esa película que pareciera producida por los servicios secretos o asesorada por estos. Una de tantas que se ofrecen en cines y televisión del mismo modo que hace la CIA en Hollywood: sus listas negras se resisten a desaparecer mientras los premios al “cine americano” florece en el mundo, y me pregunto, ¿qué tiene que ver el gran pintor aragonés, es que acaso en vez de pintar cuadros como los fusilamientos del 2 de mayo, hacía películas, como su paisano Buñuel? Éste sí daría credibilidad dada su historia real represaliada y pasión cinematográfica pero no, ¿y saben por qué?, por que el director de cine, Buñuel, consagrado hasta la médula se ceñía a la historia, no a la contrahistoria provocando nausea, desajuste y ofensiva, por lo que una se pregunta de los mentados ‘Goya’, qué es lo que en realidad representan¿Arte o miseria intelectual en reflejo del ajuste ideológico franquista?.
Nada novedoso por otro lado en las organizaciones revolucionarias la filtración de esbirros y lacayos a sueldo. Desde que se asumió la lucha contra la explotación y se hizo frente a ella, siempre han existido, de todas las ramas y palos oficiosos más degradados y delincuentes ¿Cómo sino iba a ser posible, dadas las medidas de seguridad de una aferrada clandestinidad, que la policía detuviera tantos comandos algunos incluso sin haber entrado todavía en acción, células, comités enteros. Recuerdo sin ser el caso pero sí de similar contenido El Lobo, otro bodrio de película.

Veo los premios ‘Goya’ a miles de kilómetros, del arte del genio y de la persona, que en sí hace referencia al artista. Los veo como un invento ciego de inventiva, copia que nació con la misma pésima ambición en imitación de los ‘Oscar’ de la rapiña impostora, de no mejor intención desviacionista, ramificada en el personalismo de los ismos, desarraigo pretencioso y vacío en contradicción a la historia cinematográfica: «Este pueblo está maldito ¡Vete!, vete y no vuelvas nunca. Y si algún día te da la nostalgia y regresas, no me busques. No toques a mi puerta porque no te abriré.
Busca algo que te guste, y hagas lo que hagas, ámalo; como amabas la cabina del Cinema Paradiso cuando eras niño». Hoy el cine en el E. español, copia más que crea, y copiar, copia lo malo del imperialismo norteamericano, arte menoscabado: todo se enaltece, todo es Hollywood donde la rata imperial aplasta el ratón poniendo lupa al dólar ¡¡Y viva el cine, viva la alienación, la rebaja y la oferta, abajo los principios y vivan los seriales donde todos somos del cuerpo de policía o colaboramos con ella!! Por el contrario he visto en lo que va de siglo actores de teatro, y cine independiente, que son buenos, que no reciben apenitas subvenciones ni calificativos ni reconocimientos, directores que crean y consolidan ideas que hacen películas con cuatro euros, que son entrañables que son lo que más quiero con los que comparto lados claros sólidos del corazón donde florece el arraigo y el sentimiento brinda el arte de la comunicación junto a un pueblo emotivo de entregada ceñida al director y su historia como dejando huella. Y es que los circuitos, imponen censura empresarial a estos trabajadores de la cultura, que a sí se sienten, como se sintió el bailarín Antonio Gades impregnado de valía y mostrado talento.

¿Qué esconde La Infiltrada dónde la verdad dónde la mentira de lo acontecido esas ráfagas de tiempo de muerte y tortura? ¿A quién pretende dignificar la búsqueda de su investigación cinematográfica a la propias fuerzas represivas? ¿Cómo es posible ejercer con la impunidad que dominó desde 1939 (perdón, también en 1934 en la ‘revolución de octubre’ en Asturies) y especialmente en la historia reciente de Euskal Herria? ¿Qué objetivos pretende su directora, cual es su interés, qué oculta su secuestro histórico, trabaja quizá para que olvidemos el pasado presente en las cárceles para que la tortura y ley mordaza se perpetúen en más décadas de encierro y humillaciones y hasta los sótanos de la DGS? ¿Quiere borrar de un plumazo el crimen de Estado, del franquismo sin Franco dominante, donde sigue habiendo presos políticos que entraron de jóvenes, y ya en “democracia” y sin que ningún fuego desatinado asuste politiquero alguno ni fuerzas del llamado orden ni del ejército a la paz de su siesta, con más de veinte y treinta años tras los garrotes, les (nos) quieren imponer el IV Reid al cuidado de la OTAN y premios ‘Goya’? El policía que el segundo protagonista de la película interpreta el actor Tosar… ¿Era o no, el comisario Sainz Merino? El mismo que estuvo en Catalunya torturando revolucionarios independentistas con un listado de jovencísimos luchadores asesinados. Y luego pasa a Gipuzkoa, por y para lo mismo como comisario jefe a seguir masacrando, con más de 100 denuncias contra el demente ¿Es por eso, por su fama de matón, qué nos quiere transmitir la productora Mª Luisa Gutiérrez, tan orgullosa ella de su “obra de arte” dedicando el premio a las fuerzas represivas del Estado? <<Que arriesgan su vida por el bien común y, sobre todo, por defender los principios de la democracia, que se basa en la libertad de expresión>> (¿?). Por cierto, el actor Luis Tosar, el tan progresista, dulcificado, blanqueando un torturador… ¡Hay que ver como están los cauces del río de la interpretación, y no digamos, de la ideología, ñooo como tira el dinero y la fama que carda rebaños de ovejas!!!

Y ya que la cosa va de cine político podrían hacer alguna película sobre los GAL, aprovechar a Felipe González, Alfonso Guerra, Barrionuevo, Zapatero… como actores reales en vivo a interpretar su papel de protagonistas galosos, o para ello no existe democracia suficiente presa de la ley mordaza contra lo que suponen políticamente incorrecto? Una película histórica sobre el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, u otra sobre el secuestro, torturas y desaparición de Lasa y Zabala, o sobre las y torturas aplicadas hasta el paro cardíaco de mujeres militantes como Gurutze Iantzi de 31 años secuestrada de madrugada y veinticuatro horas después aparece muerta en un cuartel de la Guardia Civil en Madrid, y el mismo día del homenajedespedida a Gurutze, moría torturado Xabier Kalparsoro ‘Anuk’ en la comisaría de Indautxu en Bilbo, o sobre las violaciones sexuales en comisaría caso (entre otros muchos) de Beatriz Etxebarria por el que Estrasburgo condenó a España, donde además de la violación tuvo que oír: <<Te voy a destrozar toda por dentro para que no puedas tener pequeños etarras>>. Hay mucho material mucha denuncia para hacer un auténtico guión histórico que sí debería premiarse, caso Joxe Arregi, Mikel Zabalza, cientos de disparos por la espalda como a Mikel Castillo, asesinados a balazos por hacer pintadas ‘Pan, Trabajo y Libertad’ o huelga en las fábricas, muchos “suicidios” ventana abajo en comisarías como a Julián Grimau, o el joven estudiante Ruano Casanova lanzado a un patio interior ‘no se tiró lo mataron’ ¿Por qué olvidar el terror manifiesto de decenas de jóvenes, a tener que volver a pasar por comisaría, como el joven navarro Unai Salanueva condenado por insumisocontra el servicio militar obligatorio quitándose la vida?, o la “invitación” al cóctel de la VERDAD tras despiadados interrogatorios entre salvajes torturas perforando hasta reventar al joven obrero de la construcción Cipriano Martos, lo harían estos policías de la productora premiada, con la misma “dignidad” que lo hicieron los esbirros del Crimen de Cuenca, película dirigida por la gran dirección escénica de Pilar Miró, adaptación de la magistral historia escrita por J. Antonio Porto? Y ya que las tres son mujeres (productora, directora y primera actriz) no se les ocurrió hacer una película sobre las mujeres republicanas detenidastorturadasvioladas y fusiladas muchas de ellas prácticamente niñas, como la navarrica Maravillas Lamberto de 14 años (violada y fusilada junto a su padre por un pelotón de Guardias Civiles y falange). Hay muchos casos documentados en Canarias, donde no hubo guerra, en Nafarroa, tampoco, pero hubo decenas de niñas hijas de republicanos que fueron violadas, muchas asesinadas y hasta descuartizadas por falangistas y caciques ¿No le parece a la directora de La Infiltrada, suficiente material histórico que tiene que inventar, enaltecer y ensalzar un cuerpo policial lleno de torturadores?

PD.

La película leonesa El Filandón, dirigida por José Mª Martín Sarmiento en 1984, contó con un presupuesto mísero, mínima por igual fue su publicidad si es que la hubo carente como su distribución en salas de cine, en ella relata varias historias dentro de la historia principal, la cual consiste en una reunión vital para realizar un filandón que se debe celebrar en una ermita siguiendo una antigua leyenda en Fasgar (provincia de León), en el nacimiento del río Boeza, donde antaño acaeció un suceso legendario. Los personajes interpretándose a sí mismos cuentan las distintas historias: Luis Mateo Díez, que narra Los grajos del sochantre; Pedro Trapiello narra Láncara; Antonio Pereira Las peras de dios; José María Merino El desertor; y Julio Llamazares Retrato de bañista todos destacados escritores de León.
La mayoría de actores que colaboraron no son profesionales pero con creces superan a muchos y muchas de los que llevan escotes de perlas, brillos y pajaritas sobre la alfombra roja de los Premios ‘Goya’. Esta película hecha a pura voluntad colectiva nunca obtuvo premios, pasó desapercibida y prácticamente desaparecida (En 2006, la Fundación Villalar, la restauró y reeditó en DVD).

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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